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Jesús Vived Mairal (El Periódico)
Jesús Vived Mairal durante un viaje a Sariñena (Patricia Puértolas)
Edición senderiana de Jesús Vived
siempre he tenido en cuenta que el más. Espero que otros investigado- — En cualquier caso, setecien-
ser humano es contradictorio, y así res sigan completando la apasionan- tas páginas no se escriben en un
se nos debe aceptar.
te historia vital de nuestro escritor.
día.
— ¿Tienes alguna opinión de — Ha sido una biografía de len- — El libro ha resultado muy
la familia sobre tus planteamientos ta realización. Obligada, sin duda.
grueso. He tenido interés en re ejar
biográ cos?
— Hubo algunas razones que no solo su vida y su obra de forma
— Sobre estas cuestiones he impedían que la terminara antes.
escueta. He querido ambientarlas
hablado más de una vez con el pro- Por un lado, había lagunas que cu- y recoger testimonios tanto de una
fesor Esteve, un oscense a ncado en brir. Algunas personas me decían como de otra. Por otra parte, he que-
Barcelona, amigo mío y estudioso de que la publicara y que lo que faltaba rido ofrecer textos y declaraciones
la obra de Sender. Mientras estaba lo añadiera en una posible segunda del propio Sender para completar en
redactando el libro se lo daba a leer. edición. Yo nunca pensé así, porque la medida de lo posible cuál era su
Un día le dije: “¿Qué opinas de mi eran lagunas de cierta importancia cosmovisión, con las variantes ocurri-
postura ante mi biogra ado?”. Me que, nalmente, han sido cubiertas. das a lo largo de su vida, si bien don
contestó: “Creo que mantienes un Una de ellas se refería a la estancia de Ramón desde un principio mantuvo
distanciamiento cercano”. “Así es si don Ramón en París, durante parte unas ideas y un comportamiento que
así os parece”, pensé. Quise que fue- de la guerra civil española. Consulté se traslucen a lo largo de toda su vida:
ra leyendo también la obra Joaquín la información que de aquel momen- su amor al hombre y la defensa de su
Monrás Sender, sobrino carnal del to había en la embajada española, dignidad; su reciedumbre no exenta
escritor y amigo mío.
existente en el Archivo General de la de cierto romanticismo; su resuelta
— Con la biografía ya escrita, Administración, en Alcalá de Hena- y mantenida vocación de escritor. Y
¿cuál sería, a tu entender, su valor res, donde, por cierto, me encontré no se tome a tópico: su aragonesismo,
más patente?
con una gran sorpresa: allí localicé
o mejor, su apasionado y constante
— Mi opinión, antes de su fase La llave, un drama inédito de Sender amor a su tierra y a sus gentes. Y, en
de escritura, era que después de ha- que se daba por perdido y que se re- consecuencia, su permanente recu-
ber investigado tanto no tenía dere- presentó en 1936. Esta obra, con una rrencia a los grandes personajes arago-
cho a guardármelo para mí. Pensaba introducción mía, fue editada en el neses. Gracián, Goya, Servet, Ramón
que podría ser útil para los estudio- año 2001 por el Instituto de Estudios y Cajal, Miguel de Molinos.
sos y para los interesados en la vida Altoaragoneses. Otra de las razones — Una biografía como la tuya
y obra de don Ramón. Así que, una por las que fui retardando la salida
es un trabajo duro, pero sin duda
vez escrita, ofrezco este libro como de mi libro fue mi maltrecha salud has disfrutado enormemente ha-
un servicio, como una aportación que, gracias a Dios, por el momento, ciéndola.
que ojalá sea útil. Y aunque se ha me permite tirar hacia adelante. No — Por supuesto. Pero me hubie-
dicho que es una biografía de ni- siempre ha sido así, de suerte que este ra gustado que don Ramón hubiera
tiva, yo no pienso así. Quedan por libro se ha ido confeccionando a ra- estado más relacionado con la música,
recoger muchas cartas, pueden salir chas. Pero más vale olvidar este punto como lo estuvo con la pintura. Hubie-
datos que ayudarán a profundizar
que puede sonar a excusa.
ra disfrutado mucho escribiendo, por
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