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lo propio, ¡cómo no, yo que soy tan ción de Sender en el diario La Tierra
entrevisté con él en Zaragoza. Yo lle- 

monegrino!, pero hay valores supe- a principio de los años veinte. Me vaba la primera edición de Imán, de 
riores que como seres humanos nos 
ofreció una excelente información. La 1930, para que me pusiera unas líneas. 
atañen más, la solidaridad, la con- tesina, dirigida por don José Altabella, Así lo hizo. En ese viaje me dedicaría 

vivencia, el sentirnos todos uno en profesor de Historia del Periodismo la edición española de Réquiem por un 
una concepción ética de la vida.
de la Escuela de Periodismo de la Igle- campesino español que iba a publicar 
sia, la presenté en 1971.
Destino.

16. La salud.
— ¿Qué te interesó más en — ¿Qué motivó esa dedicatoria?
— La enfermedad que me ha ata- 
aquel primer contacto con la obra de — Siempre he dicho que fue más 
cado con saña en mis últimos años. Y Sender? ¿Alguna obra en concreto, gracia suya que mérito mío. Mi agra- 

ha cimentado aún más valores que ya su azarosa vida, sus ideas.?
decimiento a él no tiene  n.
estaban presentes en mi vida, valores — Digamos que un poco de to- 
— Cuándo vuelves a ocuparte 
éticos fundamentalmente. Esos son do, su vida, su pensamiento., pero de la obra de don Ramón?

los que importan, son los esenciales. sobre todo el hecho de ser un per- — Concluida la carrera de pe- 
Lo demás, a su lado, carece de toda sonaje tan cercano, con familiares y 
riodismo y terminada mi licenciatura 
importancia.
amigos que te hablaban de su relación en Teología en la Universidad de Co- 

personal con él, y tan lejano a la vez, millas, en Madrid, volví a Zaragoza. 
17. Asignaturas pendientes.
después de tantos años de exilio.
Por entonces, el diario Aragón Exprés 

— Creo que en todas las facetas — Pero tuviste, además, otros había creado el premio Ramón J. Sen- 

de mi vida he tenido, tengo, asigna- contactos interesantes.
der, cuya primera edición fue ganada 
turas pendientes. De verdad, de — Cuando hablé al profesor por mi amigo Javier Barreiro. Don 

verdad, en lo único que he aprobado Altabella del tema de mi tesina, le Eduardo Fuembuena, director de ese 

satisfactoriamente es en mi condición pareció muy bien. Quiso regalarme el diario, enterado de mi trabajo sobre 
monegrina.
libro “Conversaciones con Ramón J. Sender me invitó a que escribiera 

Sender”, de Marcelino Peñuelas, y me sobre él. Basándome en mi tesina es- 

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puso en contacto con el gran periodis- cribí una serie de trabajos con el título 
ta y escritor aragonés don José García genérico de “Radiografía de un arago- 

Vived habla de su biografía de Mercadal. Todavía recuerdo con pla- nés universal”. Luego se me invitó a 

Sender
cer las visitas que le hacía en su casa dar conferencias o charlas sobre don 
De Sender sí conversamos exten- de Madrid, situada en la calle General Ramón en distintos centros, a escribir 

samente, en varias entrevistas que hi- Pardinas. Era un pozo de sabiduría, artículos. Y así hasta hoy.

ce a Jesús en Heraldo de Aragón. Aquí Él me habló de doña Concha Sender, — ¿Cuándo tomas la decisión 
se dan, evitando repeticiones:
hermana mayor del escritor, que re- de escribir la biografía senderiana?

“No he querido escribir una ha- sidía en Madrid. La visité en varias — En realidad, nunca pensé

giografía moderna”, escribe Jesús Vived ocasiones. Me acogió magní camente en escribir una biografía sobre don 
Mairal sobre su no superada biografía de y me dio abundante información.
Ramón. De hecho, yo me limitaba a 

Ramón J. Sender, publicada por Páginas — ¿Conoció don Ramón aquél escribir trabajos de investigación so- 

de Espuma en 2002. Sobre el escritor de primer trabajo tuyo sobre su obra?
bre su  gura sin ninguna urgencia y 
Chalamera, a rma: “Sus constantes han — Antes de entregar la tesina, le sin mayor alcance, y, aunque siempre 

sido el amor al hombre y la defensa de su envié la parte biográ ca a Sender, re- le dediqué atención, mis ocupaciones 

dignidad; su reciedumbre no exenta de sidente entonces en Los Ángeles. Me y preocupaciones discurrían por otros 
cierto romanticismo; su resuelta y man- contestó rápidamente ya, entre otras derroteros. Hasta que Darío Vidal, 

tenida vocación de escritor. Y no se tome cosas, decía textualmente: “Le devuel- entonces consejero de Cultura del Go- 

como tópico: su aragonesismo”.
vo su trabajo que he leído con interés. bierno de Aragón, me habló de escri- 
— ¿Cuál fue tu primer contacto Todos los datos son ciertos, lo que es bir una biografía sobre Sender para 

con la obra de Ramón J. Sender?
de primera importancia en un trabajo una colección que él creó y que arran- 

— Una tía mía residente en informativo”. Estas palabras me ani- có el doctor Solsona con una biografía 
Huesca me habló sobre la etapa os- maron a seguir trabajando sobre él.
de Miguel Servet. Yo no me sentía con 

cense de Sender. Yo ya había leído — ¿Qué representó para ti el capacidad para cumplir el encargo, 

algo de él. Cuando tuve que hacer la conocimiento personal de Sender a entre otras razones porque había que 
tesina de  n de carrera de periodismo su regreso a España?
investigar sobre los pasos de nuestro 

elegí el tema “Sender y Huesca”. Mi — Yo conocí personalmente escritor en un exilio de muchos años, 

tía me puso en contacto con don José a don Ramón en su primer viaje a No obstante, por amistad con Darío 
María Lacasa Escartín, un oscense España en 1974. Me lo presentó en comencé a trabajar, pero sin mucha 

que había sido compañero de redac-
Huesca su hermana Carmen, y me
convicción.


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