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contraste con la solitaria y sombría revela el pensador ruso la naturaleza sentimiento ruso, pasó la mitad de 

igura de un nihilista que renuncia a ilosóica de su pensamiento. Los su vida fuera de Rusia”. Es cierto, 
todos los valores positivos de la vida.
títulos de los poemas, algunos en así sucedió, pero gracias a ello puso 
De los escritores rusos, Turgué- latín (“Necessitas, Vis, Libertas”), dan en evidencia que Rusia y Occidente 

niev fue el primero en gozar de la una idea de la diversidad de sus in- tienen una raíz común: la tradición 
misma fama en el extranjero que en 
quietudes en los razonamientos so- clásica en el pensamiento y el arte 
Rusia. La educación, la magnitud bre la fugacidad de la vida —“¡Oh, que el escritor ruso hace revivir, 

del saber que poseía le ayudaron a mi juventud! ¡Oh, mi frescura!”, como lo hizo su célebre antecesor, 
ganarse el respeto de los admirado- 
sobre el inal de la vida— “Cuando el pensador helenístico Plutarco de 
res de su talento. La Universidad de estoy solo”, sobre la belleza femeni- Queronea.

Oxford le otorgó el grado de doc- na —“¡Detente!”— o acerca de lo Los últimos años de su vida los 
tor en Derecho Consuetudinario. mejor en la naturaleza humana (“¡A 
vivió Turguéniev cerca de París en la 
Muchos lectores en el extranjero ahorcarlo!”). Motivos anacreónti- pintoresca localidad de Bougival, en 

estaban familiarizados con la fábula cos de amor y alegrías terrenales se un rincón de la naturaleza similar a 
de su novela Rudin sobre el tipo del muestran aquí entremezclados con 
la rusa, en una casa que ahora es un 
“hombre inútil”, sentían la amargu- relexiones sobre la fragilidad de la museo querido por todos los rusos 

ra del distanciamiento de dos aman- vida, escepticismo y dudas radicales. admiradores de su talento que viven 
tes en Nido de hidalgos, sentían ad- Los Poemas en prosa son como granos 
en Francia, y que conserva la memo- 
miración por la nobleza de espíritu de los que han germinado las semi- ria del escritor gracias a Alexander 

de la joven Elena en Las Vísperas. De llas de las ideas creativas de la narra- Zviguilsky, su fundador, ilólogo y 
su obra gozaron y aprendieron téc- tiva lírica y ilosóica de una nueva estudioso de Turgueniev. A los com- 

nicas narrativas autores del Fin de generación de escritores rusos: Iván patriotas que lo visitaban, Turgué- 

Siglo —John Galsworthy, Virginia Bunin, Alexandr Kuprín y Vasily niev les instaba a inclinarse ante un 
Woolf y Emilia Pardo Bazán—. Sin Rozanov.
roble, que él mismo había plantado 

embargo, durante mucho tiempo
Hubo, sin embargo, obras del en su inca rusa de Spasskoye-Luto- 

en Occidente, fue desconocida una autor de Orel que atrajeron la aten- vinovo, donde también se encuentra 
parte considerable del legado del ción solo de personas con capacidad ahora un museo y parque conme- 

escritor que revela su aptitud para la muy especial para penetrar en la morativo. Y sigue allí hoy este árbol 

hermenéutica literaria, la relexión psique humana en su relación con
gigantesco, que nos recuerda no solo 
ilosóica y el misticismo.
lo transcendental. Son los “cuentos la grandeza de la naturaleza sino 

Sobre uno de sus discursos titu- misteriosos” de Turguéniev. Juan también la del espíritu humano.

lado “Hamlet y Don Quijote”, acerca Eduardo Zúñiga, su biógrafo espa- Al inal de su vida “la escarcha 
de los héroes de Shakespeare y Cer- ñol, en el libro Las inciertas pasiones de su cabello”, como dijo el mismo 

vantes, escribió Ramiro de Maeztu: de Iván Turgueniev, le descubre como Turguéniev, se había convertido por 

“Pocas páginas se habrán dedicado a un autor místico y desarrolla su completo en nieve. Desde sus retra- 
al libro español tan comprensivas
hermetismo de aire renacentista en tos el escritor nos está mirando con 

y amorosas como las del novelista la colección de cuentos los Misterios su cabeza blanca, y gracias a su obra 

ruso, que quizás amó tanto a Don de las noches y los días, sugiriendo la quedará siempre en la memoria de 
Quijote por lo mismo que se sentía verdadera existencia de los poderes la gente la imagen de este hombre de 

personalmente mucho más cerca
mágicos secretos inherentes a la na- carácter bueno y sereno, con su cali- 

del tipo de Hamlet”. En este ensayo turaleza humana, el signiicado sim- dez moral, su moderación calmada 
encuentra Maeztu la conclusión que bólico de los sueños, de la vida de en los juicios, y una visión optimista 

fortalece su propio credo ilosóico: ultratumba, del contacto entre los de las cosas. Gran parte de nuestra 

“ni aun siendo razón vital puede vivos y los muertos, del fenómeno vida espiritual contiene una huella 
mover el progreso sin ningún sopor- de la reencarnación. En los “relatos de su pensamiento creativo: el amor 

te de la creencia en lo que es bien y misteriosos” nace la nueva tendencia por la patria y la naturaleza, el res- 

verdad”.
en la obra de Turguéniev, la ilosofía peto por la Antigüedad clásica como 
Los Poemas en prosa son cuen- neoplatónica idealista y espiritualis- fuente de los valores artísticos de

tos de Turguéniev, muestras de ta la cual, en el terreno de la ética, la cultura europea, y una profunda 

brevedad y simplicidad; fue nuevo maniiesta la ainidad entre el mun- simpatía por el ser humano.
género literario originado por los do pagano y el cristiano.

Apophthegmata lakoniká de Plutarco, Según el poeta Balmont, “sien- 

donde a través de anécdotas ins- do el amor mismo, Turguéniev 
tructivas, recuerdos y relexiones, la vivió una vida casi sin alegrías de 

hermenéutica de las obras de arte,
amor; con todo su temperamento y


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