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reunión del Gruppe 47, en Saulgau, en suspender los trabajos. Se iban dando el estreno mundial del Marat/Sade fue 

el sur de Alemania, Peter tamborilea- cuenta del material explosivo que conte- un éxito y el comienzo de una triunfal 
Marat/Sade. 
ba en cacerolas y tapaderas, mientras nía el El texto se adecuaba carrera mundial. Fue quizá la primera y 
cantaba el texto con voz ronca. Lo ha- perfectamente a unos tiempos caracte- seguro que la última vez que he vivido 

cía a su manera especial, algo tosca y rizados por el descontento y la creciente un éxito tan turbulento. El telón subía y 

luminosa, rítmica e intensa. El crítico revuelta contra las fuerzas conservado- bajaba sin pausa —alguien me dijo que 
Hans Mayer se puso de pie de un salto y res en Alemania. Estaba creciendo un cincuenta veces, pero probablemente es 

resumió: “Esto es algo nuevo. Esta es la movimiento de izquierdas.
una exageración—.
pieza de nuestro tiempo.” Otro crítico, Si Peter no hubiese tenido detrás Al día siguiente por la mañana lle- 

Marcel Reich- Ranicki, apuntó “ahora una editorial tan importante como Sur- gó el editor de Peter, Siegfried Unseld, 

por  n tenemos una pieza en consonan- hkamp, el jefe del teatro y el dramaturgo a nuestra habitación de la pensión con 
cia con su tiempo”.
seguro que hubiesen conseguido sus- los periódicos y las transcripciones de 

Los conocimientos musicales de pender los ensayos y eliminar la pieza las reseñas de las radios. Prácticamente 

Peter eran grandes, pero comprendió del repertorio. Un intento de conseguir todas eran positivas, Siegfred las fue 
que él no podía componer la música que la pieza naufragase fue el que nos leyendo mientras nosotros estábamos 

para la pieza. Sin embargo, tenía una diesen cuatro días en lugar de las dos en la cama extenuados.

propuesta. Nos vimos con varios com- semanas acostumbradas para probar De pronto dijo: “Gunilla, ahora 
positores en Berlín y elegimos por  n
escenografía, luces, vestuario, máscaras, que Peter ha logrado su gran éxito deja- 

a un joven compositor alemán, Werne música y coreografía en el escenario rás tu profesión para dedicarte a cuidar- 

Scholz. La editorial no lo aceptó, era real. Gracias a que Peter y yo estábamos lo, ¿no?” Que yo dejase mi trabajo era 
demasiado desconocido. La editorial y acostumbrados a la forma de trabajo una idea absurda, también para Peter 

el teatro eligieron a un compositor de democrática de Suecia, el resultado fue era igual de impensable. Yo sólo le con- 

música para cine y teatro muy reputa- que todo el personal de escena como un testé: “Siegfred, tu esposa era profesora 
do, Hans Majewski. Había trabajado solo hombre se puso de nuestra parte y cuando os conocisteis. Hipotéticamen- 

durante la época nazi lo que nos hizo de la representación.
te, si ella hubiese sido nombrada direc- 

bastante escépticos. Pero no se le podía Konrad Swinarski había acentuado tora de un instituto, ¿hubieses abando- 
cargar con la culpa de haber tenido que lo blasfemo de la pieza. Como polaco nado tu profesión de editor?” Unseld 

sobrevivir. No había sido nazi. El joven era muy consciente de la tiranía de la me miró irritado y dijo: “Mujeres como 

compositor que Peter y yo habíamos iglesia. Sin embargo, ello no ocultó el tú, hacen a un hombre impotente”. Una 
elegido no nos lo perdonó y le pareció, y mensaje político más bien lo realzó.
época nos separaba.

era comprensible que así lo creyese, que En el estreno Peter y yo estábamos Luego me llegó la decepción. En

éramos unos oportunistas.
entre el público. Fue la primera y última el programa de mano se daba a Peter 
La música de Majewski fue muy vez que hicimos una cosa así. Ambos como escenógrafo y no a mí. Los jefes 

e caz y contribuyó sin duda al éxito veíamos que la mayor parte de las cosas del teatro habían pensado que era real- 

de la pieza en Berlín. Era una música no iban bien. Peter no podía estarse mente conmovedor que una “esposa 
que se adecuaba al ritmo del idioma quieto en la butaca. Resoplaba y se re- hubiese echado una mano”. No me 

alemán. Una música de su tiempo que torcía. La señora que estaba su izquierda había pasado por la cabeza el que hu- 

le proporcionaba al público alemán las le preguntó si era la primera vez que biese tenido que controlar hasta el texto 
asociaciones adecuadas.
estaba en el teatro y si no sabía cómo de programa.

En nuestra casa de Storgatan de comportarse. Tuvo que haber quedado Fue como verme trasladada al siglo 

Estocolmo nos reunimos el director bastante sorprendida cuando lo vio apa- XIX, cuando la esposa era el espíritu 
Swinarski, el compositor Majewski, el recer en escena para recibir los aplausos.
servicial y el marido  rmaba con su 

dramaturgo de la editorial Surhkamp Al estreno del Schillertheater nombre las obras de ella. Esto no hubie- 

Karlheinz Braun, Peter y yo para estu- asistió la mayoría de los miembros del ra podido pasar en la Suecia de 1964.
diar la pieza línea por línea. Se cambia- Gruppe 47, entre otros Günter Grass. 

ron palabras para adecuar el texto a la Hans Magnus Enzensberger, Ingeborg Marat/Sade en Londres

música. Mi aporte radical fue el de darle Bachman y Heinrich Böll. Uwe John- Al estreno del Schillertheater
la vuelta a “Padre nuestro que estás en son estaba en el patio de butacas y para asistió también el director Peter 

los cielos.” y convertirlo en “Diablo demostrar su falta de interés estuvo Brook, que había leído la pieza Ma- 
/Sade 
nuestro que estás en los in ernos.”. leyendo un periódico durante la repre- rat en la revista Teater Heute. 
Para reforzar las réplicas del loco.
sentación. Tras la última reunión del Estaba entonces al comienzo de su 

Como de costumbre los ensayos grupo 47, el ambiente entre los colegas carrera. Después de que se hubiesen 

tuvieron lugar en un local separado del se había vuelto tenso.
apagado los aplausos y cuando no- 
Schillertheater. Poco a poco al teatro
A pesar de todas las di cultades, sotros nos encontrábamos en el caos 

le iba entrando canguelo y quisieron
intrigas y las tensiones del trabajo  nal,
que había detrás del telón, apareció.


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