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creando un discurso ideológico que indicar el camino para proponer un como hecho cultural o como recurso
conciba la educación como comienzo discurso progresista heredero del le- económico e industria creativa. La
de la cultura y la cultura como con-
gado de las ideologías revolucionarias respuesta es completamente distinta,
tinuación de la educación. Es cierto del S. XIX y XX. Sin embargo, con- por ello antes de contestar siempre
que en la sociedad actual se percibe
fundimos las cosas y mezclamos lo debemos de saber de qué hablamos
la cultura y el teatro como una suerte
público y lo privado por puro interés cuando hablamos de amor.
de productos y prácticas elitistas que personal. Pero soy de los que cree que El teatro, nada más lejos de la pos-
se nancian con dinero público y que la cultura y el teatro son un bien que verdad que trata de ubicarlo en crisis
poco tienen que ver con las necesida-
no se consume en su uso, sino que es continua, o al menos el teatro como
des sociales. Es la desafección de la en su uso cuando acontece. Esto es de creación artística, vive hoy momentos
ciudadanía hacia la cultura y el teatro.
suma importancia para delimitar lo de una enorme brillantez. Las nuevas
La cultura se convierte en entrete- cultural y lo comercial.
dramaturgias, fruto de un trabajo pe-
nimiento y hemos pasado de una so- Tampoco el teatro como indus- dagógico comenzado por los talleres
ciedad del espectáculo a una sociedad tria se muere. Está vivo y muy vivo de escritura dramática surgidos en los
del evento donde importa más estar pero su mercantilización supone su
ochenta, han dado su fruto. Si en los
que hacer. Ocupar el tiempo de ocio, vulgarización. Lo que no quiere decir años de la dictadura el llamado teatro
consumir el tiempo libre, hacer y no su muerte. Lamentablemente, existe independiente se empeñó y consiguió
pensar. Reitero, no podemos abando- un sector económico de la cultura y
dar a conocer un teatro contempo-
nar el discurso político, ya que como el teatro que funciona como un lobby ráneo que se hacía en Europa en el
nos alertaba Duchamp: “el arte es la y que junto a la privatización de la S.XX, es ahora cuando ese trabajo y
única forma de actividad por la que el propiedad intelectual ha generado un la formación da sus frutos y se vive
hombre como tal se mani esta como discurso neoliberal del hecho cultural.
un momento en la escritura teatral
“
verdadero individuo”. Hay que volver inigualable. Este es otro tema para otra
a hacer política, si renunciamos a pen- conferencia: “Las dramaturgias del
sar, solo nos aguarda el desasosiego.
Cuando hablamos de S.XXI”. Quiero hacer hincapié en que
Sabemos y somos conscien-
teatro, debemos aclarar
el teatro también se lee.
tes de que la cultura y el teatro son Pero para desarrollar un discurso
si hablamos del teatro
una fuente de riqueza colectiva que político debemos plantearnos algunas “
como hecho cultural o
produce identidades e imaginarios, preguntas sobre la función del artista
por ello es un buen lugar para expe- como recurso económico e en la sociedad, preguntas muchas
rimentar y elaborar la crítica. Debe- industria creativa.
veces ya hechas, en su escrito “¿Qué
mos entonces articular un discurso es el arte?”, dice Tolstoi: “En una so-
político en torno a esta riqueza, para ciedad civilizada en la que se cultiva
defender la cultura como derecho y Puede que no sepamos muy bien el arte, preguntarse si todo lo que pre-
su acceso universal a la misma. Es
de qué hablamos cuando hablamos tende ser arte lo es verdaderamente,
un elemento de de nición ideológica de cultura y teatro, puede que mez- y si (como se presupone en nuestra
que no puede faltar nunca en nuestro clemos nuestros intereses particulares sociedad) todo lo que es arte resulta
quehacer diario como ejecutantes de con el interés común. Soy consciente bueno por serlo y digno de los sacri -
la actividad cultural.
de que hay una enorme confusión, cios que entraña. El problema es tan
Pero, retomando el motivo de pero estamos obligados a tratar de interesante para los artistas como para
este escrito, cosa muy diferente es aclararla, porque pertenecemos al el público, pues se trata de saber si lo
contestar a la pregunta ¿por qué no ámbito cultural y algunos vivimos de que aquellos hacen tiene la impor-
muere la industria teatral?, entonces su ejercicio.
tancia que se cree, o si simplemente
el discurso será sobre la economía de Dos niveles diferentes hay en los prejuicios del medio en que viven,
la cultura y la búsqueda y posibilidad el discurso para tratar de aclarar la les hacen creer que su labor es meri-
de otra economía para la cultura, pero respuesta.
toria. También debe averiguarse si lo
entonces hablamos de la cultura como En la actualidad conocemos la que toman a los otros hombres, así
recurso económico y no de la cultura cultura pública, la nanciada y ges- para las necesidades de su arte, como
como derecho. Ahora bien, parece que tionada por las administraciones que para las de su vida personal, se halla
intuimos que no todos los productos deben facilitar el acceso universal a compensado por el valor de lo que
culturales pueden tratarse como una los ciudadanos; y la cultura privada, producen”. Cuestión, esta que nos
mercancía, porque las ideas son siem- pensada y producida por empresas y plantea Tolstoi, que necesita ser cons-
pre para compartirlas, y la cultura y
concebida como recurso económico.
tantemente preguntada y contestada
el teatro siempre se hacen y viven en Cuando hablamos de teatro, de- para facilitar una defensa del teatro
común. Esta intuición nos debería
bemos aclarar si hablamos del teatro
como espacio público y de la cultura
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