Page 67 - Crisis 11
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¿Por qué no muere el teatro?


Por qué (no) muere el teatro o (no) debería morir



Miguel Ángel Mañas



Cuando se ha investigado para ofrecer nuevas fórmulas de creación no se ha contado en 

ocasiones con el espectador del presente (y del futuro)

























Esta es una buena ocasión para veredicto ha sido de muerte. Hay que donde no hay con icto (el con ic- 

esgrimir toda clase de argumentos inyectarle sangre nueva este cadáver, ex- to estrella por excelencia), a quien 

de por qué el hecho teatral como
presó Zola, y de eso ha pasado todo mira, el juego puede llegar a ser más 
tal es necesario y no debe permitir- un siglo (y pico). Y aquí seguimos, divertido o lúdico, como quiera lla- 

se que desaparezca. Mucho se ha con este cadáver encima de la mesa marse. Y es que, hagáis lo que hagáis 

re exionado sobre esta cuestión y de autopsias sin saber muchas veces no aburráis, diría Brecht.
casi nunca se ha encontrado una cómo revivirlo.
Qué, cómo vamos. Seguro que 

respuesta satisfactoria que sostenga “alguien relacionado con el teatro no 

su existencia, su continuidad. Qué está en absoluto de acuerdo, y eso 
haría una sociedad sin teatro, cabe Si hacer teatro fuese está muy bien, que al cadáver hay 

preguntarse. Posiblemente seguiría un placer sin más, sería que resucitarlo no con una verdad 

su curso, su normal desarrollo, hasta absoluta. Hemos ido poniendo en “
que el raro o rara de la comunidad otra cosa, algo que ni práctica ideas más o menos intere- 

comenzase a manifestar que algo le siquiera merece la pena ser santes e innovadoras que han ayuda- 

falta, que se siente más raro o rara mencionado.
do a  ltrar sangre fresca a las venas, 
(si cabe) al no poder compartir con aunque todavía falte encharcar el 

los demás esos momentos de rito, en corazón o la cabeza, no me queda 

donde uno se sienta en una butaca y Cuando se ha investigado para todavía claro dónde reside el alma de 
es testigo directo de una historia.
ofrecer nuevas fórmulas de creación este arte.

Crear es un acto de responsabi- no se ha contado en ocasiones con
Como verán no estoy siendo  el 

lidad, no solo por lo que de  losó co el espectador del presente (y del fu- al título de este artículo, pues hasta 
pueda contener dicho acto, sino por- turo), sino con la propia ejecución
ahora, estoy hablado de por qué 

que se hace con el  n de mostrar una y compromiso de sus implicados, muere el teatro y no de por qué NO 

creación a los demás. Si no, para qué pareciendo que contar con el público muere. Quizá es un vicio innato en 
crear. El espectador, cuando asiste a es alejarse de la esencia para reves- mí o en los demás y estoy in uen- 

un acontecimiento teatral, no puede tirlo todo de negocio. Pero es que el ciado hasta la médula. Siempre he 

ni debe instalarse en la comodidad, teatro también es un negocio.
escuchado que el teatro está en cri- 
porque una de las premisas es que Ahora bien, si todas esas in- sis. Pero yo pienso que este arte tiene 

tiene que estar activo. Pero hay que vestigaciones sobre cómo presentar el público que tiene y nada más, o 

darle motivos para esa actividad. El a un Hamlet, a un Edipo, o a una nada menos.
teatro se ha preocupado de investi- Nora están también motivadas para Si les soy sincero, no tengo ni 

garse así mismo, y en ocasiones, el
transportar los con ictos, incluso
idea de por qué no muere el teatro.


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