Page 62 - Crisis 11
P. 62




recorrido teórico y práctico del siglo (a diferencia de dispositivos escéni- así, más o menos adecuadas al 

XX, no implica necesariamente que cos como el teatro griego, el isabelino modo en que percibimos los proble- 
se pronuncien palabras en el escena- 
u otros) en la tradición de la orga- mas que estamos viviendo en algo 
rio. Ni siquiera sonidos. El concepto nización de imágenes frontales. Así que habrá que llamar la “realidad” 

de texto viene prácticamente a sola- que también en esta cuestión de la del mundo o de la vida presente.
parse con el concepto de estructura
imagen nos topamos con mucha ma- Para empezar, tenemos que di- 
u organización de un discurso escé- yor complejidad de lo que parece.
ferenciar “la realidad” de “lo real”. 

nico. Hay un buen número de textos En resumidas cuentas, las polé- Al hablar de la realidad estamos ha- 
que constan únicamente de didasca- 
micas sobre la preeminencia de texto, blando de una construcción intelec- 
lias, o ni aun eso: indicaciones más o cuerpo o imagen son a estas alturas tual inventada a partir de los datos 

menos aleatorias. Entre dramaturgia, poco más que estrategias de marke- inconexos de lo real, organizados
puesta en escena y coreografía hay ting para vender humo. ¿Va a resultar 
en una rejilla de conceptos en la que 
una  uidez cada vez mayor. Bienve- entonces que todo da lo mismo, que hilvanamos algo de eso, sin sentido, 

nida sea.
para qué pararse a pensar? Yo diría que está ahí, que viene de fuera, que 
Por otra parte, está de moda, que todo lo contrario. Tal como están 
no es todavía humano, que se resis- 
quizá ya un poco pasada, hablar las cosas, nuestra obligación es pen- te al lenguaje y que en estado puro 

mucho y sin mucho rigor de la sar mucho más, desde el principio y seríamos incapaces de soportar.
primacía de la imagen, y está claro hasta el fondo. No disponemos, en
¿Con qué “realidad” nos con- 

que cuando hablamos de imagen el sentido que he intentado aclarar, frontamos? Acudamos a un lugar 

pensamos inmediatamente en imá- de “ideas fuertes” que nos amparen. común. Nuestra civilización está en 
genes generadas y/o proyectadas por Más allá de las disyuntivas del texto, un proceso de cambios acelerados 

medios electrónicos. También en del cuerpo, de la imagen, de los re- sin precedentes, cuya principal con- 

este aspecto las cosas se complican pe r t o r i o s d e s o l u c i o n e s , p e n s a r .
secuencia en el modo en que per- 
un poco. Recurriendo al diccionario, “cibimos el mundo está, ante todo, 

y quedándonos solo con la primera más que en los contenidos de la 

acepción, leemos: Figura, representa- El concepto de texto conciencia, en la propia aceleración 
ción, semejanza y apariencia de algo.
del ritmo de las transformaciones. 
viene prácticamente a 
En un sentido genérico, es obvio No hay duda de que esa aceleración “
solaparse con el concepto de 
que la imagen siempre ha formado fomenta el desconcierto.
parte sustancial de las artes escéni- estructura u organización de Retomando, desplazada, la 

cas. Figura, representación, semejan- un discurso escénico.
vieja distinción de Umberto Eco, se 

za, apariencia, son términos que ya puede plantear la alternativa entre 
nos remontan a la Poética de Aris- respuestas apocalípticas y respues- 

tóteles. ¿Qué es lo que ha cambiado? Como mínimo tenemos que re- tas integradas. Las respuestas in- 

Las llamadas “nuevas tecnologías”, conocer honestamente que andamos tegradas serían las que aceptan sin 
con cuyo uso parece que ya se ubica bastante perdidos, y es de ese recono- más la velocidad, mientras que las 

uno inmediata y cómodamente en
cimiento de donde algo que merezca apocalípticas tratarían de reencon- 

la “actualidad” o en las “nuevas ten- la pena puede llegar a aparecer. Por trar la lentitud.
dencias”. Naturalmente, todo este desgracia, la reacción más inmediata Después de la extensión de la 

asunto de las novedades conviene es parapetarse tras uno u otro de los televisión, la red global de Internet 

someterlo a estricta vigilancia. Cuán- restos del naufragio de las certezas. y la generalización del teléfono mó- 
tas veces vemos cómo la imagen elec- ¿Nos esforzamos por ser “actuales”, o vil son sin duda los protagonistas 

trónica se pone también al servicio sencillamente nos permitimos serlo? de esa transformación de los hábi- 

de operaciones de vuelta al orden, Mucho se juega en esa disyuntiva.
tos perceptivos. Hasta qué punto la 
reduciéndose en el fondo a sustituir acumulación abrumadora de infor- 

a los viejos telones de papel.
Actualidad, novedad, maciones acaba por convertirse en 

La “caja mágica” del escenario a modernidad
puro ruido es una de las cuestiones 
la italiana era ya desde sus comien- “Tendencias actuales”: ¿qué que están planteadas, y cuya res- 

zos una especie de fábrica de imáge- puede querer decir eso? ¿Dice algo puesta todavía ignoramos. Reaccio- 

nes para la retina, con sus convencio- más allá de la pura situación en el nes hay para todos los gustos.
nes perspectivas bien asentadas. Los presente? En principio poco más. Si Hay que recordar que estamos 

llamados “nuevos medios” introdu- nos empeñamos, podemos atribuir hablando de artes escénicas, de

cen algunas variaciones de fuste en mayor o menor actualidad a deter- las que si algo indudable se puede 
el comportamiento de la percepción, minadas propuestas en función de predicar es que por de nición son 

pero no por ello dejan de inscribirse
que las consideremos, por decirlo
artes de la presencia, que implican


62

   60   61   62   63   64