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una forma original de ensamblar el crisis, amenazada en cada genera- que tuvo en sus orígenes, ese conoci- 

material más desemejante y remoto ción, debe ser reconstruida a riesgo miento de saberse en el mundo y en 
para hacer un todo nuevo”. El poe- 
de perecer ella misma, movimiento contradicción con él, ser su concien- 
ta, “acarreador de materiales anti- de atracción y repulsión simultáneo cia real o irracional, ese desorden en 

guos”, trabaja como “en el pedregal o sucesivo, imaginación de los con- el orden, donde su inspiración no 
de la gran ruina del mundo” (Gott- 
trastes y tensiones de la experiencia pueda ser otra que no sea el re ejo 
fried Benn).
que han hecho de Guinda un poeta de ese choque, aunque, tras esa ex- 

La poesía tiene para Guinda el deliberadamente antinormativo.
ploración, no encuentre el necesario 
carácter fundamental de una expe- 
Lejos de considerar que la poe- sosiego.
riencia y no de un resultado; es una sía es una experiencia de la soledad, El poeta es un ser en permanen- 

actividad desarrollada en el tiempo la “experiencia” que preconiza el te y trágica insumisión, no confor- 
y no de algo que se ofrece como un autor de Caja de lava (2012) en el ma- 
mado con su inicial apertura hacia 
todo ya dado. Nuestro autor sabe ni esto Defensa de la dignidad poética lo colectivo, un ser que ha cobrado 

que los tiempos marcan a los hom- de 2014, es la de “digni car la poesía conciencia de que la única  nalidad 
bres, que cada época mira al arte
dotándola de inteligencia, cultura, 
de la poesía es ella misma y que el 
de forma diferente y le exige cosas utopía, tradición y originalidad, poeta es —como decía Cernuda— 

distintas. De ahí las signi cativas asombro, emoción, verdad”. En
“un hombre que no sirve para otra 
diferencias entre los mani estos otro de los mani estos (1994) había 
cosa sino para escribir versos y en 
que ha reunido. Al presentarlos en propuesto una poesía útil que ade- esa limitación radica su propia gran- 

forma cronológica decreciente: del más de objeto de belleza, sea sujeto deza”. Por ello —nuestro autor— 
Emocionantismo de 2016 —donde de conducta. Una utilidad que nos sentencia que “del poeta importan 

apuesta al poder de insinuación y recuerda a Czeslaw Milosz cuando más sus poemas que sus considera- 

de sorpresa y apoya “una poesía de reivindica la condición cambiante ciones acerca de la poesía”.
la estupefacción”— a la subversión del poeta: “es difícil seguir siendo
De La experiencia de la poesía 

preconizada en el primer mani esto la misma persona, porque nuestra surge la acendrada vocación poética 

de 1978, media el progresivo des- casa está abierta, su puerta, sin lla- de su autor, textos personales de 
prendimiento de la misión del poeta ve, y los huéspedes invisibles salen carácter testimonial de indiscutida 

como “trabajador de la cultura”, y entran”.
autenticidad, que extraen esa par-

revolucionario armado de “poemas La casa de la poesía de Ángel te intangible que subyace en todo 
bala”, ejerciendo su o cio en cen- Guinda ha estado siempre abierta y creador asediado por el dilema entre 

tros e instituciones, universidades, sin llave. En ella, tantos “huéspedes tradición y experiencia, donde las 

institutos, asaltando las calles para invisibles”, sus lectores y amigos, palabras son la memoria, aunque el 
“introducirse en fábricas, talleres, han encontrado la generosa hospi- olvido forme parte de la memoria, 

barrios y pueblos”. Al alejarse de talidad de sus versos, sabiendo con representando la experiencia oscure- 

aquellas consignas de hace casi Salvatore Quasimodo que “la tarea cida, la noche interior.
cuarenta años en que se insistía en de la poesía no es sólo renovar al Decía Eliot que, al traspasar los 

el “poder social” del escritor, ha pro- hombre moralmente, sino también límites de cierta edad, se le ofrecen 

fundizado en novedosas propuestas estéticamente” o como “resultado de al poeta tres alternativas: el silencio, 
que lo han llevado a la conmoción, una experiencia espiritual, externa- la autorrepetición —a menudo con 

a fomentar el seísmo interior, la mente estética, pero internamente incremento de virtuosismo— o la 

innovación, el descubrimiento que ética” (Luis Cernuda).
tentativa de readaptar su actividad 
todo poema tiene un alma propia y Si el poeta ha cambiado con
al nuevo emplazamiento de su con- 

es expresión de una peculiar expe- el transcurso de los años —como ciencia. Con Ángel Guinda estamos 

riencia.
re ejan sus mani estos— mientras ante el poeta que, cabalgando e 
En ese progresivo despoja- ha repelido la “gran anestesia” y ha intentando domar su tiempo, ha 

miento ha abandonado su inicial comprobado como asesinaban a la readaptado su creación para superar 

vocación didáctica por la que in- poesía épica, su obra se ha ido elabo- el dilema entre tradición y experien- 
tentaba sacudir la conciencia moral rando en profundidad, en algo cada cia. No nos queda sino esperar a su 

del lector para proponer en 1985 vez más íntimo, lirismo limpio de próximo mani esto para saber si

una “teoría de la depresión poética” toda vacuidad, oratoria y “decora- lo sigue logrando. Con sus antece- 
que surge del infatigable proceso ción”, poesía que explora el misterio, dentes, aventuramos que sí lo hará 

de la creación como antítesis de la porque los abismos son explorables.
con una renovada “sorpresa” que 

destrucción: contradicciones que Se trata para Guinda de recupe- “explore, ilumine, revele, transporte 
oponen la realidad íntima y la exte- rar para el poeta y la poesía el sen- al lector hacia la trascendencia de 

rior, que obliga a que la palabra en
tido trascendente, oracular y ritual
pensamiento y sentimientos”.


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