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dad bufa, repartiendo hisopazos y políticas y el riguroso estado de sitio radicalismo político; sin olvidar, para 

bendiciones de pope heterodoxo; le que, en cualquier momento, como que este contuso panorama resulte 
acompañan M. Pinillos, sentado, y 
ocurrió, podía convertirnos en víc- más justo, un componente exiguo, 
de pie M. Rotellar, G. Gúdel, J. Orús, timas propiciatorias de la represión; representado por un joseantonismo 

J. A. Gómez, B. Salas, etc. En alguna la de nición política no era fácil, ni de viejo cuño que tampoco parecía 
fotografía se puede contemplar a un 
creo, por otra parte, que deba exigirse holgadamente inserto en el régimen, 
neó to que recibe de rodillas el es- de cualquier creador una determina- aunque se moviera con desenfado 

paldarazo misterioso en su ingreso al da postura política. Todos sabemos dentro de sus cauces.
aquelarre funambulesco.
ya a qué extremos de caricaturización Muchos habían estudiado carre- 
han quedado reducidos los intentos ras universitarias o las estaban estu- En los momentos que yo viví, y

de instrumentar políticamente una diando: Derecho, Filosofía y Letras, que he denominado de culminación,
obra literaria o artística, los diver-
abre Niké sus puertas a una fauna
Medicina, Arquitectura, Ingeniería, 
Ciencias; otros habían cursado los compleja y heterogénea. Al grupo
sos estratos socioculturales de los 

años del Bachillerato y los de Cultura inicial, integrado casi en su totali-
que provenían los asistentes a Niké 
dad por el gremio poético, se suman
aumentan los riesgos de toda de ni- 
general, y no faltaban quienes apenas 
contaban con estudios primarios; ahora nuevos vates incipientes, ele-
ción. Con todo, se puede a nar que 

algunos venían del mundo o cinesco mentos que empezaban a velar (en
les unió un espíritu de rebeldía y de 
y de las linotipias. Las condiciones su doble acepción) armas políticas,
abierta oposición, sea contra el régi- 

económicas y culturales resultaban personajes del mundo del cine y del
men establecido, contra el medio e,

muydesiguales:desdelosquegoza- teatro,críticosdevarialaya,eruditos incluso,contraelambientefamiliar. 
ban de una muy próspera situación “y a cionados raros y curiosos, estu-

hasta los que carecían de los medios diantes de carrera, individuos de los

de subsistencia más elementales. No más pintorescos pelajes. Niké se im- En Niké se peroraba de 
obstante, jamás, que yo sepa, se echó pregna de un mayor contenido social 
todo lo divino y lo humano, 
en cara a nadie privilegios de casta
y político, y algunos de sus miembros “
y menos de lo que se pudiera 
o de dinero; la esplendidez de unos simpatizan con el partido comunista
subvenía, como si se hubiera esta- y no es infrecuente alguna acalorada
pensar, de literatura, poesía 

blecido un pacto tácito, la irredenta diatriba en que chocan fuegos de
o arte.

penuria de los otros.
ideología racheada. El segundo lustro
Igual que en todo grupo huma- de la década del 60 supone, como he

no, existieron, claro está, proclivi- anticipado, la diáspora de las gentes
La procedencia social ofrece una 

dades y simpatías y hasta llegaron
de Niké. Algunos emigran, queman-
tabla de  liación heteróclita: bur- 
a producirse inevitables choques do sus naves, fuera de Zaragoza y
guesía republicana liberal o católica, 

ideológicos, que chirriaron cuando fuera de España. La muerte de M.
pequeña burguesía perteneciente

un clima de mayor conciencia social Labordeta y el subsiguiente cierre
a la administración, a la banca, al 
iba penetrando por los ventanales de de nitivo del Café asestan el golpe
mundo de la pequeña industria, de 

Niké. Eran los años en que el fermen- mortal a la bohemia zaragozana. Se
los propietarios y terratenientes, de

to comunista empezaba a remover
producirá más tarde, en la dispersión
la enseñanza, de la clase militar, del 
las conciencias y solicitaba compro- de sus miembros, el a anzamiento
campesinado humilde. Los hombres 

misos; eran los años de lecturas bien de las ideologías latentes en el gru-
de Niké eran hijos, pues, de aboga- 

concretas, que iban de Vallejo a Neru- po. Algunos ingresan en el partido
dos, de profesores, de militares, de 
da y Alberti, pasando por Celaya y comunista; otros, en el partido socia-
empleados de la administración, de 

Otero; de Aldecoa, Sánchez Ferlosio, lista aragonés, el PSA, y su frente de
comerciantes, de industriales, de te- 

Buero o Sastre, sin olvidar a Sartre o combate se fortalecerá en el periódico
rratenientes y de campesinos, etc. Un 
los escritos de Marx que ya se leían y Andalán. Muchos marcharán a ejer-
talante de signo libertario y progre- 

comentaban con pasión. Valgan estos cer de profesores, de abogados, de
sista y un comportamiento anárquico 

ejemplos como muestra. ¿Provincia- arquitectos, de pintores, críticos, ci-
burgués los emparejaba a todos. Por 
nismo? ¿Y qué rincón de España no se neastas, sociólogos, y casi todos ellos
si acierto a explicarme con mayor pre- 

hallaba tarado por el más ramplón de de recalcitrantes solitarios.
cisión, yo diría que un izquierdismo 

los provincianismos?
Las circunstancias sociales, polí- republicano liberal o católico  otaba 
El grupo no se reducía a una ticas y económicas por las que atrave- sobre un fondo de pequeña burgue- 

comparsa de poetas, por más que saban los de Niké hacen igualmente sía y de campesinado, indiferentes, 

aglutinara a un bloque muy compac- difícil, al menos para mí, pergeñar cuando no asépticos en principio, 
to y homogéneo, presidido, además, un simple esquema ideológico. No se pero que con los años despertaría 

por  guras muy admiradas. Sus
olvide el vacío absoluto de libertades
hacia posiciones de un más acusado


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