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Demandas de identidad


Un mundo (emocionante) autoconstruido. 



Sobre las Identidades Europeas



Fernando Rivarés



Construimos sobre experiencias personales y la percepción que de ellas tenemos. Es 

normal sentir ainidades de grupo. Desde este punto de vista, la identidad europea es una 

emoción y también la construcción ideal del poder.
































ILUSTRACIÓN: Óscar Baiges



Hay una cosa para mi muy im- cia que te hace seguir una moda de tando, hechos de acuerdo con este 

portante en la vida, en la comunica- origen desconocido o a una corriente trasfondo interior”. Y además, añado 
ción y en la discusión política que son que te hace sentir más seguro y có- yo, no es fácil ni habitual diferenciar 

los aspectos emocionales. Lo que no modo, se construyen hoy identidades entre saber, pensar y creer. Usamos 

emociona interesa menos. Y si no se inapelables que llamamos “de toda
fatal estos verbos identiicado como 
es capaz de enfrentar las emociones la vida”. Suele conservarse el hecho sinónimos cuando casi siempre son 

humanas, resulta mucho más difícil que, supuestamente, nos une e iden- antagónicos.

la comprensión mutua y de eso que tiica, pero interesadamente nunca se Las identidades son generaliza- 
podríamos llamar el otro.
recuerda el motivo que lo generó. Ni ciones evolutivas y en evolución. Los 

En virtud de estas emociones, quien lo generó. Esta es una desgracia expertos lo llaman enculturación: 

que rigen el comportamiento de los muy común en los medios de comu- proceso por el cual los sujetos adqui- 
individuos humanos mucho más que nicación masivos y la narrativa banal rimos inconscientemente los usos de 

la razón, se han constituido las iden- de la historia.
la sociedad en la que vivimos y que 

tidades de lo que llamamos naciones Nos alimentamos de emociones. hace muy difícil y muy costoso derri- 
o comunidades humanas. Apelando a No es verdad que siempre pensemos barlos.

mitos, necesidades y desconocimien- conscientemente y que, si nos dan los La otra cosa que genera identi- 

to, y también a costumbres, manías y hechos, lleguemos a conclusiones ló- dad es la experiencia personal ligada 
lugares, se han construido identida- gicas. No. Buscamos noticias, opinio- a cómo la percibimos emocionalmen- 

des que hoy parecen casi invencibles. nes y análisis aines a nuestro modo te. No pienso que pueda deslindarse 

Y apelando a construcciones cultura- de pensar y de sentir. Y luego, en ninguna identidad colectiva de la 
les vinculadas al poder, al consumo, a palabras de Josep Fontana, “la mente situación de clase o económica, a no 

la dominación e incluso a la ignoran-
opera hacia atrás llenando, o inven-
ser como construcción interesada-


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