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ILISTRACIÓN: Vasos comunicantes. David Vela.

A este reto intentaremos res- turales, sociales o históricas al que tidad nacional ha sido el producto

ponder en nuestra intervención.
una comunidad pertenece y a cuyo del “cultivo” de ese “territorio” que

Para ello partimos del hecho de destino está uncida para lo mejor y debía coincidir con los límites de un
que lo distintivo, lo que nos identi- lo peor— ya no puede pretenderse estado, una lengua, una religión o

ica ya no es sinónimo de homoge- orgánicamente cerrado. Es inevita- una etnia. Ese “producto” ha gene-

neidad y no coincide necesariamente blemente “poroso” y puede llegar a rado comportamientos e impreso
con los límites de un territorio deter- tener una relación “osmótica” con “señas” en las que se reconocen los

minado. Menos aún puede reivindi- otros grupos o sistemas que lo im- miembros de la comunidad, con-

carse como una colección de textos, pregnan, lo oprimen o lo favorecen.
ciencia de semejanza (lo idéntico y
objetos a conservar, raíces deinidas, A ello ha contribuido la nueva compartido) que permite establecer

ritos y símbolos ijados de una vez dimensión del individuo surgida con diferencias con los otros, con todos

para siempre, cuando no convertidos la creciente movilidad que caracte- aquellos que no encarnan ni mane-
en estereotipos repetidos sin cuestio- riza la vida contemporánea, cada
jan los mismos códigos.

narlos.
vez más liberada de las restricciones Los repertorios de objetos

La progresiva desaparición de de dependencia de la organicidad comunes que tienen “una corres-
barreras fronterizas en varias regio- biológica y social, de delimitaciones pondencia especíica con las formas

nes del mundo, la generalización de territoriales y de compulsiones his- locales que adopta la vida de una

las comunicaciones, Internet me- tóricas a los que la noción restrictiva comunidad”2, en la medida que se
diante, y los cambios radicales de las de identidad la constreñía. Es bueno comparten con otros (los “idénticos”

formas de producción y circulación recordar que tener identidad ha a uno), han ratiicado la idea de or-

de los productos culturales a los que supuesto tradicionalmente perte-
se identiicaba como “nacionales”, necer a un país, a una ciudad o un

han conducido a este proceso en que pueblo y hasta a un barrio, donde
2 Néstor García Canclini, “Escenas sin
territorio” en Art from Latin America. La
se reconoce una cierta postmoderni- se comparte con otros una “mismi- cita transcultural, Edición bilingüe de Nelly
dad. Todo sistema identitario —es dad” intercambiable. Desde esta
Richard, Sydney, Australia, Museum of Con-
decir el conjunto de tradiciones cul-
perspectiva, lo propio de una iden-
temporary Art, p.28

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