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Andrés Ortiz-Osés
Fernando Morlanes, Carles Terès. Juan Manuel Aragüés, Bernardo Bayona y David Pérez Chico
Mesa III: “La Identidad La nación es para Juan M. y otros autores hacen descansar
Nacional” (modera Fernando Aragüés “una estrategia de lavado la identidad sobre la identidad
Morlanes; intervienen Juan de huellas”. Sobre el lema de naci- de lengua. Pero de ahí salen más
Manuel Aragüés, David Pérez dos en el seno de la misma nación, demandas de tipo político: nación
Chico, Bernardo Bayona y Carles se presupone que todos somos diferente, Estado aparte. Hoy ha
Terès)
iguales. Juega la ocultación, la si- perdido peso la etnia, la tradición;
Fernando Morlanes expone la mulación difundida por la burgue- inluye más el horizonte político y
necesidad de conocer los orígenes de sía, movida por el intento de borrar económico. Por ejemplo, el actual
la identidad. En la cultura se estable- cualquier diferencia interna, cuan- nacionalismo catalán no es identi-
ce normalmente el parámetro de la do dentro de los propios países las tario, sino de proyecto, de futuro
lengua como rasgo de unidad cultu- diferencias y las brechas sociales político.
ral, pero ello no siempre es así; otro son más que evidentes.
Finalmente, Carlos Terès ex-
condicionante es la historia común, Pérez Chico destaca la impor- pone la especial situación de los
las tradiciones. Nos movemos en
tancia de la identidad personal, habitantes de la Franja Oriental
el concepto de “nación”- ¿La nación que es igual de inestable que la de Aragón, siempre en conlicto,
sirve a las aspiraciones de la colecti- identidad nacional, como se ob- con una triple pregunta: “¿Qué
vidad, o solo sirve como aglutinante serva hoy: en plena era de la glo- somos, qué debemos ser y qué se
homogeneizador para el poder?
balización surgen numerosas pro- espera que seamos?” Somos –expli-
El debate da para mucho: la puestas secesionistas. Airma que ca– aragoneses de lengua catalana.
tensión internacionalismo/naciona- las identidades nacionales son por Pero parece que hay gente para la
lismo; lo emocional subjetivo y la deinición exclusivistas, llegando que esto es imposible de aceptar.
ordenación legal política; el fondo fácilmente al conlicto con el otro. Por ello, una minoría renuncia al
básico, la lengua, y el proyecto de Y esto pasa porque, con la globa- catalán por vergüenza y se sumerge
futuro como Estado aparte; las dife- lización, el individuo pierde refe- en el ámbito del castellano; mien-
rencias no resueltas dentro de cada rencias y poder local, pero también tras que otra minoría abandona
Estado; los casos múltiples como La advierte que su propio Estado no
su deinición aragonesa y adopta
Franja; la utilización interesada del le deiende. De ahí la simpatía por las enseñas catalanas. Pero lo que
nacionalismo y el respeto a las aspi- construir un Estado “propio” iluso- deseamos es sentirnos a gusto, sin
raciones legítimas de autogobierno. rio. No hay más camino que respe- presión, y compartir relaciones
Ricos y pobres: ¿está el nacionalismo tar las diferencias y prepararse para con las dos áreas. Aquí se ve la im-
conectado con la diferencia social o la convivencia entre diferentes.
portancia del respeto al diferente
es solo un invento burgués?; inde- Bernardo Bayona señala la y esto no siempre se cumple por
pendentismo y nacionalismo ¿van paradoja de que los que buscan unos y por otros. La lengua, como
siempre juntos? También hay sece- identidad demandan la diferencia. identidad, es importante; pero no
sionistas que no son nacionalistas.; En realidad lo que solicitan es res- es lo único; la identidad también
la inluencia de la globalización en peto y una especie de vindicación se hace con la crianza individual y
las reacciones nacionalistas.
del victimismo ofendido. Fichte
con la opción personal.
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