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bujan las fronteras existentes, se va nadas verdades sobre el origen, el
o en el bilingüismo de muchas co- 

dando a partir de tres procesos para- de la apertura apuesta al intercam- munidades en que se divide la ex- 
lelos e interdependientes en curso:
presión lingüística. Bilingüismo que 
bio y al conocimiento del otro. “La 
El proceso por el cual se da la identidad cultural —resume Albert no hace sino relejar dos iliaciones 

construcción de una identidad que Memmi— es una ecuación diná- culturales con sus respectivos mo- 
no está necesariamente fundada en delos de pensamiento. Ello es aún 
mica donde se combinan inextrica- 
los cánones del territorio, la etnia, blemente elementos más o menos más evidente en las sociedades que 

la religión o la lengua no supone estables con elementos cambiantes y aceptan el principio del “mosaico 
aceptar en forma beata la alienación .
cultural” como constitutivo de su 
“relativamente imprevisibles”5
sometida a los peores efectos de la propia organicidad.

globalización económica y la post- En realidad, lo multicultural
“
modernidad que ensalza la cultura Lo multicultural es es precondición para cosas nuevas, 

del fragmento.
precondición para cosas no condición. Es transición perma- 

Para hacer frente a este desafío, nuevas, no condición.
nente, donde nadie se pregunta en 
hay que inventar una mirada sobre ningún momento si ha sido inluido 

nosotros mismos que sea múltiple, y cómo se viven “naturalmente” los 

polifónica y pluralista, capaz de Ello genera las “lealtades múl- múltiples aspectos de la multicultu- 
evacuar los signiicados aceptados tiples” en que se divide (y a veces se ralidad. Es bueno recordar con Ticio 

del signo identitario. Lo importante desgarra) la identidad contempo- Escobar que “el ‘bricolage’, este pa- 

es elaborar estrategias para sobre- ránea. Esta noción ha ido ganando ciente proceso que busca reorganizar 
vivir en la inmersión de símbolos y un espacio que no es siempre fácil identidades nuevas con desechos y 

referentes variados y reconstituir la de aceptar, donde vivir “en medio”, reliquias, es tarea de toda cultura” 

noción de identidad sobre nuevas en la “grieta de dos mundos”, lo que yuxtapone fragmentos disímiles 
bases, superando el rechazo y el que Daniel Sibony llama el juego
de temporalidad social en “un collage 

miedo monolítico a la cultura “mul- de distancias del entre-deux identités de memorias y experiencias”7. En los 

tinacional”.
6, es parte de un nuevo repertorio
hechos, la diversidad del mundo está 
Para comprender el alcance de de referentes donde una parte de
más fraccionada que nunca y ello es 

esta propuesta hay que recordar que la identidad se renegocia y se re- palpable en el seno de países y ciu- 

todo individuo se maneja simultá- construye en permanencia a partir dades en que se vive agudamente el 
neamente en varios círculos identi- de una perspectiva multifocal. Así doble proceso de la globalización y 

tarios, desde el individual y familiar, puede explicarse el cada vez más el multiculturalismo.

hasta el más amplio de pertenencia importante fenómeno de la doble La respuesta a esta necesaria 
a una comunidad, región, nación o nacionalidad, al que irónicamente redimensionalización del particu- 

país, pasando por el del grupo polí- podríamos llamar “bigamia” de larismo y la universidalidad en el 

tico, étnico, sindical o profesional en Patrias, “bipatrismo” que caracte- marco de nuevos parámetros de
el que se desenvuelve. La identidad riza la situación de buena parte de la identidad nos parece, —repeti- 

se desplaza y se abre en ese espacio exiliados e inmigrantes. Tener doble mos— “uno de los retos culturales 

circular superpuesto, concéntrico o pasaporte no es simplemente una más apasionantes y potencialmente 
tangencial, donde cada uno de los comodidad para cruzar fronteras, subversivos del momento”. Por otra 

círculos es siempre más reducido sino un documento que traduce una parte, creemos que no aceptar el 

que el horizonte integral de la perso- situación de hecho en que parte de desafío de repensar estos temas en 
na que los engloba.
una identidad ha cedido su espacio el marco del doble proceso de frag- 

La fricción entre las expresiones a un territorio de adopción. Las mentación y de globalización en el 

individuales y las colectivas de estos lealtades múltiples se maniiestan que estamos todos sumergidos sería 
diferentes círculos es inevitable, y asimismo en la compleja relación
contraproducente. La historia, por 

su ampliación o reducción es varia- de los ciudadanos de regiones autó- ahora, no nos va a dejar otra alterna- 

ble y permanente. La ampliación nomas y naciones que las integran
tiva. Más vale hacerle frente.
acentúa el carácter pluralista de la 22 Septiembre 2014 

identidad y la reducción impulsa 5
Biblioteca de Aragón
Albert Memmi, art. citado, p.100

hacia el fundamentalismo y la tri- 6
Daniel Sibony, en “Tous malades de l’exil”,
balización. Mientras que el círculo (Liberation, París, 30 enero 1997) se reiere al 

de pertenencia tiene nostalgia de lo riesgo de querer encerrar a toda costa a emigran- 
tes y exiliados en los tópicos de su identidad
monocultural y de los horizontes 
limitados comarcales, de las lenguas de origen, en una “autenticidad” de la que no 
deberían salir y a la que deben retornar cuando 
incontaminadas y de las incuestio-
tienen “problemas”.
7
Idem, Nelly Richard, p.113.


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