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New York 1998, con Benzion Nethanyahu
Con Ma Elena y José A. Ferrer Benimeli



entrevista personal y acaso a dar una momentos antes de salir para Roma, como el de que uno se despeña con 

conferencia. Tal fue el método para nadie sabe a qué sino quizá a espe- terror sin llegar a tocar fondo. El 
mi nombramiento. Como tema ele- rar congraciarse con el nuevo papa paso que debía dar signiicaba un 

gí “Feminismo e innovación en las (vivió y murió luego en Madrid frus- cambio total, no solo de vida, sino 

Tres novelas ejemplares y un prólogo de trado por no haber “llegado” a carde- de categorías mentales, de presu- 
Unamuno”. Al terminar, me hicie- nal), me convocó para convencerme, puestos, de principios, de valores, 

ron entrar al despacho del decano y quizá arrepentido de su injusta aunque los meramente racionales

irmar mi contrato, que habían pre- conducta conmigo tres años antes; y laicos que lentamente iba descu- 
parado de antemano. Enseñando en me recordó que los obispos habían briendo me parecían más fundados 

ese College he pasado más de treinta dictaminado ya excomunión ipso y admisibles, y ciertamente más 

años, sin intentar cambiarme a otro facto a todo sacerdote que cruzara el universales al estilo kantiano, que 
centro más prestigioso; ¿para qué?
Atlántico sin su permiso expreso. Le los que hasta esos años habían dado 

respondí que no me importaba en sentido y base a mi vida. Cambiar 

Tragedia y estoicismo
absoluto, y le confesé que no había todo eso fue un drama trágico, quizá 
— ¿Y qué pasaba a todo esto celebrado misa ni asistido a ninguna simplemente una tragedia, por más 

con tu crisis de conciencia, que no desde mi llegada a Nueva York.
que hubiera que vivirla sin perder, 

resolvemos, Ángel?
— Y tú, ¿cómo te sentías?
eso nunca, como los buenos estoicos 
— Volví a España para las va- — Muy pocos entienden cuán- y escépticos, el sentido del humor.

caciones de verano, pero sabiendo to se sufre ante decisiones como la — El humor es una tabla de 

ya que USA era mi destino inal. que yo estaba a punto de tomar: no salvación, lo sé.
Por inlujo de mis amigos se había es solo exilio, sino incomprensión
— Recuerdo que cierto día en 

convocado oposición a una canonjía y aun rechazo de la familia, de los que hablaba con Hook y Nielsen 

cortada a mi medida, precisamente amigos, del entorno social, de la sobre todo esto les pregunté qué ha- 
con temas de eclesiología, mi espe- Iglesia que para uno ha sido como rían si, en la hipótesis de que natu- 

cialidad. Me negué a presentarme.
otra madre. Y consiguientemente, ralmente tenemos un alma inmortal 

— ¿Cómo se lo tomaron?
soledad, un frente a todos, incluso y de que, naturalmente, hay un Dios 
— Aún recuerdo el torrente de frente al presunto Dios, sin que en que ha de juzgarnos, tuvieran que 

lágrimas que me suscitaron sus in- absoluto aspirara uno, pobre chin- presentarse ante él, y el viejo e iróni- 

sistencias en una reunión que nunca che, a desaiarlo; un solo ante el co Hook respondió con sorna: “Al- 
olvidaré, debidas también a la trepi- peligro, como en aquellas películas calá, me pondría de rodillas, cómo 

dación que me producía comparar de Gary Cooper. Más que la noche no, y extendiendo los brazos le diría, 

su seguridad con mi incierto y secre- anterior a mi ordenación sacerdotal, Señor, (¡cómo no llamarlo así!), en 
to rumbo. Acababan de morir Juan en Roma pasé muchas de angustio- verdad en verdad sigues siendo in- 

XXIII y don Casimiro, el arzobispo,
so insomnio o con sueños clásicos
comprensible”.


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