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teórico, para poner en juego la Coetáneamente al momento
quien dirigiría su mensaje” ( Hugh

práctica” (p.35).
en que la Revolución se abre paso Honour, Neoclasicismo, p.59). El

imaginando —y poniendo en artista se sueña político, se adentra
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práctica— un orden nuevo, la en el Mäelstrom. El ejemplo

Desde inales del s. XVIIII hasta imaginación experimenta una paradigmático sería el del pintor
comienzos del s. XX, se registra el Jacques-Louis David; aclamado
renovación como categoría estética,
paso desde el descubrimiento de la de la mano, como se ha indicado,
a posteriori como precursor de las

potencia de la imaginación hasta la de una renovada recepción de
ideas de la Revolución, es arrastrado
constatación de la imposibilidad de por la vorágine de la historia:
la idea de lo sublime. El mundo
representar un nosotros.
soñado ha dejado de ser un objeto
así se convierte sucesivamente

Baudelaire escribe: “Un buen de dudosa entidad, revalorizándose en diputado de la Convención,
cuadro, iel e igual al sueño que lo ha y, sobre todo, deja de ser meramente miembro del Comité de Salud

creado, ha de ser producido como un producto para ejercer de productor Pública y organizador de las

mundo” (Ch. B., Salones y otros escritos del sujeto, factor de subjetivación. iestas, performances y escenografías
de arte, Madrid, La Balsa de la Medusa, Cómo si no comprender la virtud
revolucionarias, siendo uno de los

1996,3aed. 2005, p.329) . Un buen de un Robespierre, un Saint-Just, irmantes de la condena a muerte de

cuadro ha de ser iel e igual al sueño que cómo entender el entusiasmo en
Luis XVI.
lo ha creado. Tal planteamiento remite las barricadas, los espeluznantes El proyecto cultural ilustrado

a un sujeto, un individuo poblado
sacriicios en la sempiterna lucha —y después la Revolución como

de sueños, cuya presencia en el arte contra la explotación, el sacriicio
quiebra política del viejo sistema—
parece novedosa.
por la Idea y la Revolución de ha contado con el arte para la

¿Desde cuándo, a partir de
sucesivas generaciones. El sueño,
tarea de construcción del mundo

qué momento, uno deja de ser sí la imaginación devienen cuerpo, nuevo pero la consistencia de esta
mismo para ser sí mismo más sus substancia e identidad y los afectos
tarea común, llena por otra parte

sueños? Parece claro que, según las son devenires. La persona, más allá de de malentendidos, es epidérmica:

ideologías vigentes en el barroco y el las determinaciones sociales —que Están destinados a la postergación
clasicismo, para constituirse como tal vez, se sueña, son susceptibles
o absorción por los poderes reales

conciencia deben descontarse los de subversión—, puede imaginarse que se están constituyendo, los

sueños, desvalorizada fuente de error otra, deviene también personalidad que corresponden al alba de la
y confusión.
irreductible. El artista puede civilización económica industrial

Se trataría de retrotraerse al representarlo y, aún más, puede capitalista y al triunfo de la clase

momento en el que los artistas se propiciar ese deseo de transformación social burguesa. Tras la imposición
distinguen no solo por su capacidad y de subversión. Culminación de esta violenta de la nueva sociedad de

para saber ver y representar lo dado identidad construida junto al sueño, clases, el artista será enseguida

sino por su capacidad para crear lo no es necesario recordarlo, será la expulsado o conminado a ejercer
nuevo —soñado e imaginado— , revolución surrealista.
de mero propagandista. Así, ya

siendo este producto no solo exterior, tempranamente el propio David,

separado de un núcleo previo, sino 5
el gran traidor, se convertirá en
expansión del área de subjetivación, Los artistas se han soñado suntuoso adulador del desnudo

del complejo-sujeto, coordenadas ilósofos desde los tiempos de la aparato de poder Napoleónico.

desterritorializantes. ¿Desde cuándo ilustración. La época artística del Marc Lebot (Arte y Maquinismo,
—al margen del papel análogo que la Neoclasicismo fue sin duda el punto p. 112) explica este desplazamiento

representación pictórica del paisaje de partida de una transformación así:

desempeña para los románticos— se en el concepto que el artista tiene
expresa la idea de que el individuo es de sí mismo en relación con la
Esta relación de exclusión, o más bien
el individuo más sus sueños? Parece sociedad. El artista —ese personaje de complementariedad no esencial,

claro que, desde luego, en la obra de civil que está comenzando a darse entre el arte y las otras funciones
Goya, en muchas de las imágenes que sus propias leyes— ya no va a ser un
sociales, está en la base de la ideología
conforman sus series de grabados, ya “artesano complaciente que atiende artística dominante en el conjunto

está presente. Estas obras expresan con paciencia todos los caprichos
de las sociedades industriales. En
con originalidad e imaginación
de su patrono (...) Por el contrario
estas sociedades, como lo analiza
un mundo interior, una mirada
se investirá con el manto del sumo Pierre Bourdieu, la autonomización

que es ante todo personal y única, sacerdote de las verdades eternas, económica y política de un campo
donde la identidad se expresa como del educador público. Y sería a todo
intelectual se traduce en una especie
personalidad.
el público, y no al patrón privado, a
de declaración de independencia,

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