Page 26 - Crisis 6

Entre dos culturas

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Suecia, a vista de ganso
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Jos H. Polo

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Ilustracin: scar Baiges
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Cuando lo conoc, tena apro- duende mariposeando por aquellas migo de los animalillos en general,
ximadamente su edad. Los dos, a y latitudes nrdicas, boscosas, glidas, los domésticos y los que pululan por
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yo, rondbamos los catorce aos. No propicias a trasgos de todo tipo— le el bosque, los que caminan, los que

era el muchacho, ni mucho menos, dejara tan reducido de tamao que se arrastran, los que vuelan. Todos
el valentn arrogante, intrpido y fue llamado a menudo Pulgarcito. huan despavoridos ante él. Esto, sin á
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seductor de aquel otro personaje de Salido, a borbotones, a golpes de en- duda, no nos una; pero yo también

Selma Lagerlf, acaparador de haza- sueo, de fantasa, de alma viajera y era distrado, huidizo, indócil y mi
as y leyendas, Gsta Berling, con el enamorada de la infancia, de aquella padre me tachaba de “díscolo” y de

que tambin trab conocimiento por maestra sueca, primera mujer pre- responder siempre “con el no por

entonces. Pese a la belleza y la fan- mio Nobel, feliz y perfecta creadora delante”. Adems, Nils acabó yén-
tasa de las historias del atroz caba- de una criatura que “no vala para dose con una bandada de gansos sal-

llero escandinavo, yo prefer desde el nada”, segn se dice en las primeras vajes que, dominando la aprensión

principio la figurilla endeble de Nils, pginas.
primera, llegaron a aceptarle y, a la ó
ms endeble an despus de que el Nils gozaba fama de haragn, de larga, a quererle. ¡Lo que aprendi

duende —a nadie extrae hallar un
desobediente, de perseguidor y ene-
con ellos Nils! Sobre todo, gracias

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