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la ética del cuidado, sino ampliar la Frente a las éticas predominan- demos lo que nos ha inculcado una 
é
tica integrando los valores de cada tes como el utilitarismo, la moral educación engañosa».

una de ellas, idea compartida por á
íhedonista, la ética discursiva o de la La ética del cuidado de sí es, asi- 
autoras como Seila Benhabib. De ahí comunidad ideal de diálogo, la mo- mismo, una propuesta ético-política 
ó
que, «en vez de plantearnos cómo éral hedonista, etc. M. Foucault ela- de raíz griega en esa epiméleia heau- 
adquirimos la capacidad de cuidar, ó
óñboró una ética del cuidado de sí, de tou, pero asumida hoy como una 
nos preguntamos cómo perdemos ééla reconquista de sí, pensada y válida ética de la «resistencia», pensaba 
ó
nuestra humanidad». La ética del ópara todo ser humano, y partiendo Foucault, una ética peleona y ago- 
cuidado es una ética para todos y óó
áde su integración natural en el ser y nística. Se trata de controlar el poder 
promueve la reconciliación del ser íííen la vida humana común a todos institucional e incluso la microfí- 
é
humano, hombre y mujer, consigo ílos sujetos.
sica del poder presente en muchas 
mismo.
Un concepto fundamental fue 
úactividades normales, y de hacerlo 
La tica del cuidado es común a íla epiméleia heautou, asumiendo y mediante prácticas de libertad. Es 
íí
mujeres y hombres porque los valores óíreelaborando considerablemente
una cuestión ética porque la ética es 
supuestamente femeninos y masculi- en su ética algunos de los rasgos 
«la práctica reflexionada de la liber- 
nos, respectivamente, son en realidad griegos, helenísticos y romanos de tad», y la libertad es la «condición 
í
propios de la naturaleza humana, de ñesta expresión minuciosamente ontológica de la ética». Y se trata de 
todo ser humano como tal.
analizada en su curso de 1982 en el una ética subversiva porque es una 
“
Collège de Francia: se refiere al hecho crítica al poder, desde el poder ins- 

de ocuparse de sí mismo, de preo- ítitucional hasta el familiar, en todas 
Michel Foucault cuparse de sí, esta inquietud de sí óísus formas de sometimiento, porque 
í
introdujo una cultura de que es el principio de toda conducta es una crítica a las ciencias humanas 

salvacin de s mismo que racional que, mediante las prácticas y sociales que las fundamentan; por- 
de libertad, pretende el dominio, la óque procura modos de vida basada 
va unida necesariamente “

superacin y la transformación de
en relaciones humanas distintas a 
a la salvacin de los otros

s mismo; el control de sus propios élos modelos institucionalizados, 
apetitos que amenazan arrástralo porque invita a ser de otro modo 

por la fuerza. Cada uno es de sí mis- óóque el impuesto por las relaciones 
é
mo, es suyo, es potestas sui. Por eso óde poder; porque esta ética es, asi- 
II.- Michel Foucault
Foucault ve la tica de la inquietud mismo, una respuesta creativa para 

Despus de haber analizado con de s como una «esttica de la exis- ítransformar la realidad que degrada 

detalle las tcnicas del poder y del tencia» no basada en valores trascen- muestras vidas.

saber, desarroll en sus ltimos aos dentes ni condicionada por normas í

una nueva filosofa centrada en la sociales.
III.- Carol Gilligan y Michel 

constitucin de la subjetividad y del Michel Foucault introdujo una Foucault

sujeto moral, en la tica del cuidado cultura de salvacin de s mismo que Proponen, respectivamente, 

de s, de la inquietud de s, en la que va unida necesariamente a la salva- una ética del cuidado y una ética del 

se han apoyado muchas pensadoras cin de los otros. Pero deja muy cla- cuidado de sí, de la inquietud de sí, 
feministas: en la lnea de la recu- ro que esta salvacin no es salvarse y, curiosamente, coincidió en 1982 la 

peracin de la mujer por y para s de un peligro, sino sobre todo «esca- publicación, respetivamente, de In 

misma, Foucault proyectaba, en esos par de una dominacin o una escla- a different voice... y Hermenéutique du 
mismos aos, la recuperacin del ser vitud... recuperar nuestros derechos, sujet. Ambas éticas exigen, de una 

humano por y para s mismo: Y es nuestra independencia, nuestra li- forma u otra, promover a fondo la ó

que en una cultura en la que mujeres bertad» para la propia tranquilidad y transmutacin de todos los «valo- éó
y hombres viven progresivamente felicidad, la cual no proviene de algo res» que alienan la vida humana, 

ms volcados al exterior, entregados independiente de nosotros, sino que individual y colectiva, y que deshu- 

a proyectos y objetivos de triunfo nace de nosotros mismos. En este manizan al ser humano. De ahí que 
social, etc. Foucault no propone re- sentido M. Foucault se refera en hoy, en nuestra sociedad pandémica 

nunciar a ellos, pero reclama a cada cierto modo a una especie de natura- actual, tambin hemos de poner 

uno su conversin hacia s mismo y leza que nunca tuvo la oportunidad cuidados especiales en nuestras 
desarrollar las prcticas de la liber- de manifestarse en una vida atrapa- relaciones humanas, mediante la 

tad y del conocimiento de s que le da precozmente por un sistema edu- responsabilidad y el compromiso de 

permiten el dominio de s mismo y cativo y de creencias defectuoso. De todos con la salud y la verdad, con 
su constitucin como sujeto, como ah que «solo podemos conducirnos una informacin y transparencia 

sujeto moral.
hacia nosotros mismos si desapren-
suficiente y verdadera.



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