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ciudad interior, la barroca estableció Todo es arquitectura
Son aficiones sencillas que ahora, 

extramuros referencias aisladas que ó— ¿Cuáles son tus aficiones en este tiempo largo y oscuro que 
luego, a la hora de señalar las amplia- í
fuera de la Arquitectura?
nos va a tocar vivir, con la creciente 
ciones dieciochescas, condicionaron á— En realidad, para mí la Ar- injerencia de la política en la vida de 
óñó
mucho el orden de la ciudad, lo dis- óquitectura es cuanto necesito; si te la gente, van a compensar la falta de 
persaron, por así decirlo. Por su parte, ó
ífijas, cualquier cosa que uno pueda libertad y la mengua de ir a los sitios 
los ensanches decimonónicos no ñóver o hacer tiene un preciso sentido para seguir viendo cosas o gentes.


supieron resolver la tangencia entre la arquitectónico, todo se refiere a un — Se hace camino al andar...

traza antigua y la moderna, la ciudad 
lugar, a un paisaje, a un transcurso, — En lo próximo, además de 
comenz a desparramarse a su suerte. a una u otra forma de estar en un mi familia y mis amigos, el seguir 

Y a la hora de que Zaragoza pudiera íñsitio, a las sensaciones que uno tiene con las cosas que me consultan y 
contar por fin con una trama bien óen un momento concreto o en todos 
ómis trabajos sobre arquitectura, los 
planificada, en el comienzo del siglo a la vez.
encuentros por Zoom con otros 
éá
pasado, el curso del ro Huerva lo — Entonces, ¿todo es arquitec- profesores y amigos y mis peque- 
impidi. Luego, los sucesivos planes tura?

óóóños actos en la cátedra Magdalena 
generales han tratado de reunir los — El resto de las cosas no son me resultan suficientes. Dirigir esa 
ñ
fragmentos dispersos de esa ciudad ásino compañía, la fotografía da cátedra no requiere una dedicación 
desparramada, pero esos enlaces ms cuenta de momentos elegidos en que 
especial, puedo continuar aun es- 
o menos expertos no han podido re- el sitio o la gente que lo acompaña, tando jubilado de mis clases. Es 

solver la realidad objetiva.
dentro o fuera, son la razón de la ícurioso que mi colaboración con la 
— No es una visin muy opti- intención de hacerlos perdurar. La úáInstitución se produjera en el mo- 

mista...
msica siempre suena mejor en los mento en que se produjo, es posible 

— No ha tenido suerte nuestra lugares que la arquitectura o el pai- ñóque esa propuesta del profesor Fatás 
ciudad desde el Renacimiento, es saje han preparado, es la percepción áúfuera el punto de apoyo para decidir 

muy largo de contar eso, pero es posi- abstracta lo que garantiza que ese ócambiar de horizontes en mi rela- 

ble encontrar en Espaa al menos un encuentro se produzca como debe. ción con la Arquitectura. Todo cabe 
par de docenas de ciudades grandes y La literatura transmite relaciones
y acaso sea posible comprobar cómo 

pequeas con mayores alicientes para de actos funcionales o poéticos que la vida puede discurrir por caminos 

vivir. Por su lado, tampoco la calidad siempre tienen que ver con descrip- semi-trazados, unos llevan a otros 
de la arquitectura nos ha acompaa- ciones o evocaciones de sitios, am- cuando uno tiene la fortuna de no 

do desde entonces, las mejores piezas bientes o circunstancias capaces de tener que hacer de la ruptura una 

resultan insuficientes en relacin con acompaar al hombre que se desen- éopción y le es posible encontrar fór- 
la extensin de la ciudad, mientras vuelve en el espacio arquitectónico.
mulas transitorias para continuar.


que la arquitectura cotidiana carece — Vuelvo a insistir, ¿todo es Todo ello, desde luego, sin con- 
á
de la energa emprendedora de las arquitectura?
tar con lo que vendrá, o podrá venir, 
ciudades burguesas y se ofrece escasa — Cuando uno lleva dcadas en los próximos treinta años, ya ve- 

y sin apenas detalles de mrito. En
fijndose en la arquitectura como remos...


lo ms reciente, fracasos como la escenario de la vida y del comporta- 
Estacin del tren o la Exposicin In- miento concreto o abstracto de las 
 
ternacional han dado lugar a que sus cosas, todo se desenvuelve con per- Vida académica.


costosas inversiones no hayan sido fecta normalidad, casi no deja lugar  
aprovechadas para paliar siquiera en a las aficiones, compone con ellas un                   
                       
parte las disfunciones de la ciudad.
relato continuo en el que todo acaba                     
                
Siento no poder ser ms optimis- compensndose.
                    
ta, pero eso es lo objetivo. Sin contar Pese a todo, para ser algo ms í              

con el efecto desastroso que el inmo- concreto, debo decir que el ir a los si- 

derado e innecesario crecimiento de tios a ver cosas, el dibujo, la fotogra- Bibliografa

la ciudad ha causado en el territorio fa, la msica y la literatura, por ese  
                                      
completo. La despoblacin de Ara- orden, me interesan como formas de                                                            
                                                                   
gn, sustentada por la expansin de expresin, si podemos considerarlas                                                   
Zaragoza, ha debilitado los alicientes como aficiones. Pero, sobre todo, me                                                           
                                                 
de las pequeas ciudades aragonesas encuentro cmodo cuando preparo                                         

en lugar de potenciarlos y conseguir lo que voy a escribir y cuando lo es- 
as el equilibrio funcional y social de cribo, entonces pienso en las cosas y 

nuestra regin.
me proveo de los medios necesarios.



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