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el mundo es una lata de pimientos especial creado por su inventor, el de una mañica sideral que se atre- 

morrones del que no hemos extraí- é“fluido García”, que evitaba que
vió a dejar tamañito a nuestro pio- 
do la atmósfera [...] Supongamos áí
íal viajar en el tiempo los pasajeros nero, porque María Pepa Bureba, 
que hemos extraído el aire y que étambién envejecieran o rejuvene- que así se llamaba, no se conformó 
éá
abrimos la lata 100 años después. ócieran. Prueba de ello es que los ro- con la Luna: ella apostó por Venus.

¿Qu vemos? Los pimientos en 
pajes de las mujeres parisinas que Una de las primeras heroínas 
perfecto estado de conservación, se meten en la máquina, al no estar de la ciencia-ficción española es 
ó
sin que el tiempo haya pasado por íáimpregnados del fluído, acaban nada menos que una baturra, tal 
ellos. Luego [...] es indudable que 
óépasando de ser lana para convertir- como lo oyen, llamada María Pepa 
lo que nos comemos cien años óse en ¡ovejas que salen corriendo, Bureba, una garrida moza aragone- 
óñ
despus es la vida vegetal de una dejándolas medio desnudas en un sa, residente en el Coso zaragoza- 
centuria antes y que por lo consi- ómomento dado!

no, que nada menos que se lanzó a 
guiente retrocedemos un siglo».
íóóñEn 2017, con motivo del 130 los viajes siderales con tanta devo- 

El Anacronpete vuela en óaniversario de su publicación, la ción como la que le llevaba a visitar 
sentido contrario a la rotación de óeditorial valenciana Gaspar&Rim- 
óéa la Virgen del Pilar. Y esta historia 
la Tierra para retroceder también óbau recuperando su lenguaje al no procede de ningún chascarri- 
óí
en el tiempo. La atmsfera es lo ícastellano actual y rejuveneciendo llo, como pudieran pensar los que 
que hace que pase el tiempo por
sus colores e ilustraciones. Según 
conocen mi dedicación al género, 
su degradacin. Entonces, ¿cmo los editores, en el momento de la sino de una de las más notorias 
ú
podemos viajar en el tiempo si ne- aparición, en 1887, El anacronópete novelas del género realizado en Es- 
cesitamos tambin esa atmsfera «tuvo una muy tibia aceptación del úñpaña, de un título, Viajes planetarios 

para respirar y vivir? Ah la novela pblico local. Una posible razón es en el siglo XXII, una trilogía en rea- 

explica el funcionamiento de la que, en el caso de Gaspar, los viajes éñlidad, y de un autor, José de Elola, 
mquina en s, una caja enorme en el tiempo son hacia el pasado y óque en los años veinte se hizo po- 

con una especie de cucharas movi- el autor los utiliza para hacer una épular entre los lectores aficionados 
í
das por electricidad, elemento que profunda crtica social de una Es- ía las aventuras literarias. Y no sólo 
se empezaba a introducir y que se paa que, a finales del siglo XIX, la heroína espacial es maña, y la 
í
vea como un bastin del futuro, y se estaba desangrando. En el caso novela se desarrolla entre Zaragoza 

que iba desenmaraando las mo- de Wells, el viaje es hacia un futu- óéy el cosmos, sino que su autor, aun- 
lculas de la atmsfera para retro- ro tan lejano como el año 802.701. óque alcalaíno, fue vecino de Zara- 

ceder en el tiempo. Algo que haca Esto de por s ya generaba una gran goza, puesto que, como militar que 
ú
adems yendo en sentido contrario curiosidad en todos los pblicos».
era, pasó por la Academia General 
al movimiento de rotacin terres- Fico Ruiz rescat en Argonau- óy aquí residió, lo que sin duda favo- 

tre, como casi un siglo despus tas. Aragoneses olvidados (Anorak, íóreció ese escenario zaragozano para 

hara Superman para retroceder en 2017) las andanzas de Sindulfo, el su aventura espacial. Algo revela- 
el tiempo.
nico personaje ficticio entre una remos a los aficionados al género


«Como el tiempo para en- quincena de aragoneses descono- si decimos que José de Elola (1859) 

volverse en la tierra camina en cidos y olvidados a lo largo del escribió sus ficciones científicas ññ
direccin contraria a la rotacin tiempo. Dice el autor que Sindulfo, con el seudónimo de Coronel Igno- 

del planeta, el Anacronpete para gracias a su Anacronpete, puede tus, aunque previamente utilizaría 

desenvolverlo tiene que andar en «desayunarse a las siete en Pars, en los de Don Nuño e Ignotus.
ó
sentido inverso al suyo e igual al el siglo XIX; almorzar a las doce en La acción, como hemos dicho, 

del esferoide, o sea de Occidente
Rusia con Pedro el Grande; comer transcurre en Zaragoza, hacia el 

a Oriente. El Globo emplea vein- a las cinco en Madrid con Miguel ao 2186, lejitos todavía, aunque 
ticuatro horas en cada revolucin de Cervantes Saavedra —si tiene el asunto parte retrospectivamente ó
ñ
sobre su eje; mi aparato navega con con qu aquel da— y, haciendo de que, en los aos del autor, 1918, 

una velocidad ciento setenta y cin- noche en el camino, desembarcar cierta institucin tiene un legado 
co mil doscientas veces mayor, de con Coln al amanecer en las pla- de 30 millones de pesetas para 

lo cual resulta que en el tiempo que yas de la virgen Amrica».
fundar un “Instituto Internacional 

la Tierra tarda en producir un da de Viajes Planetarios”, y, con los 
en el porvenir, yo puedo desandar La maica sideral que lleg a aos, con los dos siglos y pico de 

cuatrocientos ochenta aos en el Venus
intereses, el capital acumulado da 

pasado”.
Para aportar un poco de curio- para estudios estupendos: sistemas 
El equipo del Anacronpete sidad a la alargada sombra de Ver- respiratorios, alimenticios, de ob- 

contaba adems con un material
ne les traer una secuela inslita, la
servacin extraterrestre, etc., que



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