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Las diferentes situaciones dan pesar de la rutina, continúa hasta no se creía que unos huesos huma-
mucho para pensar. Por ejemplo, áel final porque sus valores así se lo nos tuvieran cierta «edad» tras una
¿cuántas personas trabajan en algo
indican; y otros que, rompiendo prueba del carbono catorce en unas
que no les gusta? Muchas. Estu- íamarras, cada uno encuentra que cuevas turísticas en España. No
dios, formación y preferencias la vida vuelve a tener sentido ensa- todo el mundo tiene acceso a toda
tienen que dejarse a un lado para
áyando lo que siempre habían que- la información. Todavía existen
cobrar a fin de mes. Como ironía, rido ser. Resulta triste contemplar personas que utilizan el horóscopo
íó
quienes pasan contentos las horas a esos hijos e hijas egoístas que lle- y la posición de los astros para pre-
en sus ocupaciones deseadas quizá
óvan al conflicto a sus familias, pre- decir conductas y acontecimientos
no disponen de buenos salarios, íocupados solo por el consumo y la futuros; la psicología conoce bien
éé
horarios, transporte, o no sinto- ítecnología, dejando en sus padres esta ancestral forma de protegerse
nizan con el resto de la plantilla o amargas sensaciones de olvido y
áde los demás y de la incertidumbre.
discrepan del equipo directivo... éódesagradecimiento. Recuerdo dos Me gustaría terminar con un
N“ada es perfecto.
éhombres en las puertas de un ka- cuento que suele aparecer en los
óraoke. Era más de medianoche y la
ílibros de autoayuda. Los dioses
conducta no verbal de cada uno me acababan de crear al ser humano y
No se puede juzgar a
llamó poderosamente la atención. discutían sobre dónde debían es- “
los dems; no conocemos Uno de ellos mostraba un porte conder la felicidad. Uno dijo que en
los caminos por los que cada desafiante, miraba por encima del la cima de la montaña más alta y el
uno ha transitado
hombro, se daba importancia; su resto contestó que no, que el hom-
lenguaje corporal estaba diciendo bre sabría alcanzar la cumbre. Otro
que se iba a comer el mundo. El ídijo que en la profundidad de los
Conozco a una muchachita otro mostraba sus hombros enco- océanos y los demás le contestaron
con sndrome de Down que, cons- gidos, sumiso, a la espera de que
que no, que el hombre sabría cómo
ciente de que tena algo que la su «amigo» diese una orden. En llegar. Y así se iban sucediendo los
diferenciaba «negativamente» del las empresas, existen mandos in- úlugares más inhóspitos del planeta.
resto del mundo, clamaba a los termedios que «machacan» a sus Finalmente uno de los dioses apor-
ú
cuatro vientos que ella era perfec- subordinados mientras asienten a tó la idea definitiva: «escondamos
ta. En otra ocasin habl con un todo lo que diga el equipo directi- la felicidad dentro de cada uno de
hombre postrado en la cama sin vo, sin darse cuenta de que estamos ellos y ellas; estarán buscándola
poder andar despus de una enfer- en otra forma de actuar en el marco siempre y nunca la encontrarán».
medad. Solo pensaba en el da en laboral. Piensan que es la mejor ñéY este cuento me lleva a hablar
el que pudiera salir a la plaza de su forma de mantener su puesto de de resiliencia, un concepto reciente-
pueblo para volver a charlar con
trabajo y no se percatan de que hoy mente rescatado y que se estudia y
ó
los vecinos «a pesar de las ruedas». en da se busca resaltar el capital trabaja en cursos y terapias. Existen
Me viene a la mente la historia de humano e incorporar las valiosas personas que saben resurgir de sus
un emigrante musulmn a quien le a“portaciones de los trabajadores.
cenizas, cual ave Fénix. La vida les
denegaban los «papeles» una y otra va dando golpes y trallazos, pero
vez mientras buscaba chatarra por saben encontrar, desde el optimis- “
Las personas resilientes
las noches con una furgoneta de mo, la forma de sobrevivir. Otras ñ
encuentran una enseanza
segunda mano. El da en el que le personas, en esas mismas situacio-
renovaron el carnet de conducir fue dentro de la adversidad
nes, tomarían la decisión de amar-
un hombre feliz. La lista de casos garse o de olvidar. Sin embargo, las
curiosos sera muy larga. Recuer- personas resilientes encuentran una
do el de un joven que, sabindose Durante los ltimos meses, enseanza dentro de la adversidad
poco atractivo, aprendi a ser sim- todos los habitantes de la Tierra de esos momentos críticos; no se
ptico, agradable y amable; en poco nos hemos visto obligados a cam- dejan aplastar y continúan.
tiempo logr que no pocas jvenes biar nuestras conductas frente a un Una buena noticia: la resilien-
tuvieran citas con l. He visto in- enemigo comn, el Covid-19. El ob- cia se puede aprender. Les invito a
migrantes africanos deprimidos jetivo: sobrevivir, aunque haya per- buscar en el interior de cada uno de
por el paro que, cuando consiguen sonas que nieguen lo ocurrido. In- ustedes esa pizca de felicidad que
un contrato de trabajo, superan sisto en que no podemos juzgar las les haga disfrutar de los pequeños
entusiastamente en productividad conductas. Cuento otra ancdota instantes y ese optimismo que les
a cualquiera. Conozco matrimo- que he narrado en alguna ocasin impulse a seguir adelante, a pesar
nios en los que una de las partes, a
sobre las quejas de un hombre que
de todo.
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