Page 81 - Crisis-16
P. 81
......



experiencia psíquica y hacen de todo es, en efecto, una apreciación digna de abundantísima nómina de autores que 

espacio un espacio experimental y po- Pero Grullo, como así resulta ser toda tantas veces se debatía entre la exis- 
tencialmente literario. El punto de vista es, 
por lo tanto, variable, pero está siempre causa de un fenómeno con un efecto tencia y la vida, entre la pertenencia
de general consenso. Pero no me re e- al mundo del ser que sale a la realidad 
originado en un aquí y ahora estrecha- 
mente fusionados que explican tanto la ro a este asunto a humo de pajas, sino (el ámbito de la intensión) y la per- 
que resulta ser el índice de una de las tenencia al mundo de la durabilidad 
dimensión de historicidad susceptible 
de reconocerse en todo espacio como la características que per lan a Fernan- cronológica y de la mera ocupación de 

dimensión espacial de todo devenir.
do Aínsa como un operador de élite; un espacio (el ámbito de la extensión). 
El lenguaje, el pensamiento y el arte es decir, como el encajador experto y Además de determinar que estos extre- 
se fundan en esa «conquista» interior 
sabio que encuentra en la historiogra- mos mínimos de la tensión coexisten 
abierta al mundo, espacio mental [...] 
que propicia un espacio vivencial, intuiti- fía de la literatura y de las disciplinas internamente en la estructura psíquica 
contextuales las piezas de un complejo y afectan al desarrollo y objetivos de 
vo, sensible, íntimo, espacio vivido, «es- 
pacio que se tiene», «espacio que se es», «tetris», de modo que identidad cultural una obra literaria, Aínsa explicará que 

espacio de la experiencia y la creación.
(1986), la reescritura de la historia (1995), se trata de un sistema de oposición 
(Del topos al logos. Propuestas de letras entre dos mundos (2002), palabras necesariamente dinámico. Actualiza a 
geopoética, Madrid, Iberoamericana, 
nómadas y pertenencia (2012), sintagmas Heráclito; actualiza a Hegel en cuan- 
2006, pág. 11).
todos formando parte de la otra gran to al antagonismo de los contrarios
Pero la obra ensayística de Fer- corriente de estudio en sus ensayos, en ambas vertientes: en la de la tesis 

nando Aínsa dispone también en
tienen un apoyo epistemológico en he- universal de la oposición material y

su base de aquellas dualidades que terogéneas autoridades desde Platón y en la de la dialéctica del espíritu; o, si 
citaba al principio entre lo tangible y Aristóteles, la poesía china, Bachelard, se quiere, lo que Aínsa nos propone es 

lo intangible; entre lo esencial y lo ac- Foucault, Derrida, Blanchot, Bataille, comprobar cómo en ese escritor con- 

cidental que parecen, en de nitiva, ser Jabès, Heidegger, Caraco, Kierkegaard,  uyen las fuerzas centrípeta y centrífu- 
connaturales, propias, entrañadas en Benjamin, Celan, Valéry, Mallarmé. ga que sostienen la cohesión.

la literatura y en las susceptibilidades (y tantos otros y otras), dispuestos En de nitiva, lo que Fernando 

de sus exégesis. Aínsa, como exégeta
como elementos de contraste para Aínsa expone con plena convicción 
y —en nomenclatura de Benjamin— tratar de dilucidar hasta qué punto
es su compromiso con la necesidad 

«productor», dispone de una vasta, las exposiciones de Aínsa constitu- de incrustar en el análisis crítico ob- 

además de variada, epistemología, una yen certezas compartidas y hasta qué servaciones diversas frente a los mo- 
rica panoplia referencial que pone en punto llegaremos a convencernos de la notemas de las exégesis pragmáticas. 

marcha y revela su personal condición su ciencia exegética de sus observacio- Partir de y regresar al texto, como es 

de —asimismo— escritor de las dos nes, de las teorizaciones deslindadas costumbre en el formalismo, tiene 
orillas, de escritor de las dualidades de de la obra, de la movilización interior sus ventajas; pero partir de y regresar 

la conciencia en el ámbito de la escritu- del autor hasta exponerlas ante sí, pero al hombre concede a la diversidad de 

ra, en el de la procedencia y el destino, fundamentalmente ante el escritor que miradas analíticas la necesaria dis- 
en el de la memoria (fundamental en hace sus veces de crítico.
tensión en la reducción o incremento 

su obra poética). En este sentido, Euro- Ya el idealismo, por boca de Fi- progresivos de una esperanza que no 

pa y América son los dos espacios de la chte, había señalado al escritor como deja de poner de relieve y prestar la 
dualidad: el del intercambio por elec- «sujeto de libertad» y de nídolo como máxima atención a los discursos de 

ción y el del desplazamiento forzoso un ser situado más allá del pasado y las utopías y de la escisión, asuntos 

por el fatum del exilio. Una alternancia del futuro, espíritu solitario cuya tarea absolutamente mollares en el acer- 
en ambas direcciones y sentidos que le se desenvuelve en la duda vital. Los camiento de Fernando Aínsa a la 

toca conocer muy de cerca.
análisis de Aínsa acerca de la escisión historiografía literaria y estética con- 

Desde la importación de la exube- de la conciencia y de la pertenencia temporánea.
rancia oriental acogida por la literatura ahondan con gran sabiduría en estos La presumible aniquilación social 

de Lesbos, tenemos noticia cabal de aspectos como sustanciales para abor- de la literatura como referencia huma- 

cómo la literatura griega entregó ejem- dar la obra del escritor que ha de hacer nista es idea que avanzó Carlos Fuen- 
plos transparentes de hibridación es- el doloroso espagat sobre el Atlántico. tes hace más de veinte años. Tal vez la 

tética que hasta entonces no se habían ¿Quién no recuerda a los escritores del verdadera utopía, la literal (el «no lu- 

dado. Sobre todo, la mezcla de una exilio, o a los buscadores de sus oríge- gar»), alcanzarlo, sea precisamente ésa.
visión brutalmente viril y homérica nes, incluso a los que los negaron por Oscar Wilde, sancionando las 

con el tratamiento luminosamente despecho e indagaban en otros azares?: palabras de Ficthe, declaró: «para el 

femenino y sá co. Que la estética en Borges, Cortázar, Vallejo.; pero Cer- poeta, todos los tiempos y lugares 
todas sus manifestaciones es el resul- nuda, Juan Ramón, Larrea. Escasos son uno»). Para Fernando Aínsa, 

tado de un proceso aleatorio, híbrido,
ejemplos y muy célebres entre una
también y tampoco.


81

   79   80   81   82   83