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existir, explica el presente, ya que un vidual en «tiempo común». El tiempo ción ante la alternativa de conservar
hecho deja de ser gratuito al conectarse colectivo queda así íntimamente iden- o transformar el pasado en función
con sus antecedentes, porque al hallar
ti cado con una representación del del futuro. Porque conservar supone
los antecedentes temporales de un mundo, con sus ritos y manifestacio- mantener lo existente y transformar
proceso, se descubren también los fun- nes sociales, sus creencias, sus metá- es crear algo nuevo. Su coexistencia
damentos que lo explican», sostiene el
foras y su lenguaje propio. El tiempo no es fácil.
historiador mexicano Luis Villoro.
no sólo se representa, sino que ade-
Menos dueños del presente de más «se vive», genera un sentimiento La di cultad de vivir nuestro
lo que creemos, sentimos como el tiempo
a nivel individual. Con anza o espe-
pasado entra en el presente como ranza en el futuro en cuyo nombre se Por otra parte, ahora son más
cosa viva, obra en él con una fuerza ha soportado y sacri cado el presente. evidentes las di cultades para vivir
semejante a lo contemporáneo y las En un plano más pretendidamente
en el presente. La gran mayoría de los
reactualizaciones que de él se hacen racional plani cadores y futurólogos, pueblos confrontados a problemas co-
transmiten sin dilación y con toda su hacen de la prospectiva una seria dis- tidianos de supervivencia en la margi-
carga emotiva las poderosas presen- ciplina basada en esa con anza.
“nalidad y la pobreza o haciendo frente
cias del pasado en las contiendas del a la inestabilidad política y la in a-
momento actual.
ción económica, no hacen sino «vivir
Al mismo tiempo, el pasado se Las ilusiones que se al día». En esta grá ca expresión se
capitaliza a nivel individual como par- depositan en el futuro resume el verdadero sentimiento de
te de la estructura de la identidad. Por siempre se neutralizan
quienes están condenados a hacer
algo se a rma que «uno es lo que ha equilibrios en el fugaz instante del “
a medida que se van
sido». Son las experiencias, los recuer- presente para cosas tan simples como
aproximando al tiempo
dos, incluso los acontecimientos trau- sobrevivir, ignorando el pasado y sin
máticos los que nutren una memoria presente
poder apostar al futuro. La palabra
que con gura la historia personal, «mañana» repetida tantas veces en ese
donde la representación del pasado contexto no es en realidad una forma
individual y los recuerdos personales En la actualidad estos senti- de división del tiempo entre ayer, hoy,
se idealizan a medida que van retroce- mientos están en crisis y es sabido mañana, o una fácil manera de eludir
diendo en el tiempo. Fotos, souvenirs, que la historia que no está segura de responsabilidades, sino una forma de
antigüedades, cartas, diarios íntimos, dominar el futuro se refugia en la postergar las di cultades del presente
objetos personales, son los soportes multiplicación de profecías, visiones a un futuro no menos incierto. Ello
necesarios de una memoria que no catastró cas o iluminadas del futuro. explica también el énfasis que se pone
quiere perderse y que se embellece Ello explica el auge de explicaciones en «vivir el presente», aprovechar el
retroactivamente.
escatológicas, de sectas y la fe confe- momento, gozar el instante que pasa,
sional renovada de las religiones, sea consumir despreocupadamente sin
Romper con el pasado y apostar cual sea su signo.
pensar en el mañana.
al porvenir
En realidad, el sentimiento del Por esta razón, para muchos, más
Las ideas de la Ilustración pri- tiempo se sitúa más ambiguamente que idealizar o maldecir el pasado, o
mero y más tarde el Positivismo, entre el pasado y el futuro: el que se más que con ar excesivamente en el
trajeron una percepción del tiempo espera con ilusión o temor y el que se futuro, la prioridad es «buscar el pre-
futuro, donde la visión pesimista del ha perdido. Por ello las ilusiones que sente». Esta «búsqueda del presente»
pensamiento clásico se sustituyó por se depositan en el futuro siempre se —como ha recordado Octavio Paz —
una visión optimista y esperanzada neutralizan a medida que se van apro- «no implica renuncia al futuro ni olvi-
del porvenir. El futuro sería a partir de ximando al tiempo presente.
do del pasado: el presente es el sitio de
entonces el depositario del progreso, Toda visión del porvenir contiene encuentro de los tres tiempos», pero,
especialmente cientí co y tecnológico, alguna referencia al pasado. En efec- sobre todo es el tiempo verdadero: «el
garantía de una civilización que triun- to, no ha habido revolución o simple presente, la presencia».
faba sobre la barbarie primitiva. Esta cambio radical producido en la histo- Aún prisioneros del calendario,
noción fue retomada con entusiasmo ria, por muy proyectada al futuro que de los relojes y las agendas, al volver
por las ideologías revolucionarias que se haya pretendido, que no haya rei- al tiempo colectivo al que estamos
enviaron el pasado al territorio pobla- vindicado algún aspecto del pasado, uncidos, más allá de la libertad pro-
do por reaccionarios y burgueses.
al que siempre ha idealizado, sea en visoria que nos ha brindado un paseo
Esta aceleración del futuro trans- lo agrario, en lo social, en lo familiar
solitario un día feriado, nuestro tiem-
forma las aspiraciones, sueños, pro- e incluso en lo étnico. La noción del po merece ser vivido en ese difícil
yectos y utopías de la conciencia indi-
tiempo exige, por lo tanto, una de ni-
equilibrio.
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