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Desconcierto de salida (Miguel Brunet)

división del tiempo ha sido una forma horarios en que se ha fraccionado el
Bergson contrapuso por primera vez

de marcar la profundidad de un cam- planisferio del mundo, se divide en
el tiempo del yo psicológico y su ínti-
bio. Por ello, ambos darían su nombre los mismos segundos, minutos, horas,
ma duración a la proyección exterior,

a dos meses del año, Julio y Agosto. días, semanas meses y años, válidos
homogénea, cronológica, cuantitativa

Pero, la mejor prueba del intento de en cualquier punto del planeta. Una y mensurable de un tiempo simultá-
controlareltiempofueladecisiónde mediciónhorariareferida,porotra n“eoaotrostiemposexteriores.

la Revolución Francesa de modi car parte, al meridiano de Greenwich,

radicalmente el calendario gregoriano arbitrario punto cero que se hizo pa-
Parece que de no
para instaurar una división decimal sar imperativamente por Londres y a
remitirse a un pasado con el
“
del día y de las semanas y proponer partir del cual se organizó la división
cual conectarse, el presente
doce meses de treinta días con cinco del espacio y del tiempo. Un principio
días suplementarios por año. Un ca- que no era cientí co, sino expresión,
fuera incomprensible
lendario que tuvo nombres de meses una vez más, del poder imperante.

alusivos a las marcas que la revolución Por algo los franceses quisieron ha-
inculcaba a los ciudadanos que sería cerlo pasar por París, negándose al Aunque el «espesor» del presente

abolido pocos años después por el dictado sajón.
y el corte que lo separa del pasado no

Emperador Napoleón.
sea el mismo a nivel de la conciencia
Hoy el tiempo está estandariza- La necesidad del pasado
individual o de la colectiva, no es po-

do. Relojes, calendarios, agendas y Es bueno recordar brevemente sible imaginar individuos o pueblos

planes proyectados en el tiempo pau- que la irrupción postergada del «tem- sin pasado. El pasado es necesario para
tan la «exterioridad» inevitable de la poralismo» en el «drama metafísico» todos. Parece que de no remitirse a un

vida humana y la obsesión de su ade- del hombre contemporáneo se con- pasado con el cual conectarse, el pre-

cuada gestión temporal. La medida creta a partir de Henri Bergson y su sente fuera incomprensible, gratuito,
del tiempo es única en todas partes y famoso distingo entre tiempo real o sin sentido. «Remitirnos a un pasa-

fuera de las diferencias entre los husos
vivido y tiempo imaginario o ilusorio.
do dota al presente de una razón de

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