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en tu biblioteca” o “los 40 principa- Existe el hecho
deforma en un laberinto de espejos 

les” . Y así te hacen creer no solo Entre nosotros, la verdad no cóncavos y convexos. Incluso la 
que esa es La Verdad, sino que si no 
existe. Existe el hecho. Y existen propia palabra verdad ha perdido 
has visitado, visto, leído o escuchado las palabras. Porque las palabras su sentido.

todos esos Greatest Hits eres un fra- son las que describen el hecho. La palabra puede matar la 
casado. O peor aún, si no te gustan, 
Pero son muchas las palabras y verdad. Es necesario cuidarla, re- 
o te gustan otros distintos, eres un muchas las interpretaciones. So- flexionar, escuchar, aprender. De- 

raro. Y eso, en esta sociedad de pro- mos voyeurs de la vida, con nues- fender nuestra verdad con asertivi- 
ducción de-mentes en serie, es poco 
tras propias pajas mentales. Cada dad, pero sin agresividad, porque 
menos que pecado. Disentir, no re- uno contamos el hecho como lo ese es el camino de su deformación 

conocer el status quo impuesto, pen- vemos. Contamos nuestra verdad. y del desencuentro. El hecho ya no 
sar, tener criterio, llegar a tu propia Y el mismo hecho da lugar a ver- 
está. Solo queda lo que tú y yo di- 
verdad, tan diferente, tan revulsiva, dades distintas. Y deja de existir gamos de él. Que sea verdad.

tan poco canónica, puede resultarles aquél para convertirse en estas. La palabra es, sin embargo, lo 
peligroso.
Normalmente, además, porque el 
“único que nos queda de la verdad. 
hecho se da en un momento con- ¿Qué sabríamos de nada sin una 

Disentir, no reconocer el creto del tiempo y del espacio. Y ya palabra que nos lo hubiera descri- 
no está, se difumina, no podemos to? Las palabras nos permiten ex- 
statu quo impuesto, pensar, “
volver a él, solo queda lo que con- presar nuestras ideas, representar 

tener criterio (.) puede tamos de él. Y surgen encarniza- nuestros conceptos. Transmitir la 
das discusiones entre tertulianos, realidad.
resultar peligroso.
entre la madre y la hija, entre los La verdad tiene sus cosas. 

amigos o entre la pareja. Cada uno ¡Qué cosa es la verdad!
Y en este orwelliano Gran Her- de ellos ven el mismo hecho desde 

mano al que inexorablemente nos perspectivas vitales distintas, e 

dirigimos —si no hemos caído ya de intentan convencerse mutuamente 
bruces en él— te hace directamente de sus puntos de vista de manera 

sospechoso de sedición. No pienses, tan apasionada como ineficaz. Y 

no critiques, no disientas. Cree, posiblemente ambos tengan razón 
mira, asume, a rma La verdad. Ese y los dos se equivoquen. Tu verdad 

es el camino y la vida.
contra mi verdad. Tus palabras 

Las verdades ya no se sostienen. contra las mías.
En este mundo cambiante lo que La palabra es enemiga de la 

fue verdad ha perdido su valor, ha verdad. La puede envolver en

perdido su “Propiedad que tiene un pérfido papel de regalo lleno
una cosa de mantenerse siempre la de celofanes tóxicos. Papel tras 

misma sin mutación alguna”. Ma- papel, cajita tras cajita, vamos 

tices, interpretaciones, mutaciones, perdiendo la noción del hecho 
fenómenos, investigación, avances para recrearnos en el placer de 

cientí cos, tecnológicos, sociales, nuestras palabras, porque nada 

culturales van matando las antiguas nos gusta más que escucharnos a 
verdades, aquellas que parecieron nosotros mismos. Nos perdemos 

tan consolidadas durante siglos, y en nuestros propios argumentos, 

que hoy se tambalean, evolucionan enquistándonos en nuestra versión 
hacia nuevos conceptos, nuevas de los hechos, en nuestra verdad. 

evidencias, nuevos postulados. Qui- Nos quedamos con nuestra per- 

zás demasiado rápido para algunas cepción de la verdad, con nuestra 
mentes que se aferran a sus dogmas “Conformidad de las cosas, con

con una fe excesivamente ciega. “Si el concepto que de ellas forma

siempre ha sido así”, dicen. No, no la mente”, aquella que atañe a la 
siempre. Siempre ha habido algún “conformidad de lo que se dice con 

revolucionario que ha inventado la lo que se siente o se piensa”. Per- 

rueda, el fuego o internet. Y ha cam- demos la capacidad de escuchar, 
biado la Historia y los parámetros de que es un paso previo muy impor- 

la verdad.
tante a la de razonar, y la verdad se


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