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social sin miedo, trabajando unidos grías y los padecimientos, pasando por la diversidad de opciones, fun- 

mujeres y hombres, en libertad de por el frío, el hambre, las enferme- ciones y soportes de almacenamien- 
pensamiento, obra, creencia, sexo, 
dades, el delirio y el éxtasis. Ellos to. Es un viaje en el tiempo donde 
raza o condición social. No es una son príncipes de la creación a la
notas la grandeza del ser humano y 

utopía, es una realidad imparable, vez que desheredados, almas puras la capacidad de evolucionar, desde 
donde los  lósofos, artistas, cientí - 
al servicio de la palabra escrita, la las formas más simples a las más 
cos y educadores más la comunidad composición musical, la pincelada so sticadas e incluso extrañas. Tuve 

deben formar juntos nuevas sensi- precisa o el sensual volumen, a veces la misma sensación en el museo del 
bilidades, dentro de un compromiso 
con tanta exactitud que emocionan Hombre de París.
con las causas sociales, ecológicas
sus obras, siendo sus creaciones tan Recibimos constantemente mi- 

y humanistas. Los cimientos están incomprendidas como imprescindi- les de impactos visuales y auditivos, 
puestos, debemos hacerlos realidad bles para el avance de la humanidad. 
generándonos nuevos lenguajes 
con los más jóvenes. Nos dijo Oscar Recordando a Walt Whitman: “Si estéticos, a través de los diferentes 

Wilde: “El progreso es la realización llego a mi destino ahora mismo, lo medios de comunicación y diversas 
de las utopías”.
aceptaré con alegría, y si no llego 
redes sociales. Este hecho nos hace 
Los artistas llamados “inclasi - hasta que transcurran diez millones estar acoplados en tiempo real a lo 

cables” creo que entienden mejor la de años, esperaré alegremente tam- que sucede, a través de internet y las 
utopía, porque no se concebiría su bién”. Optimismo que no falte, com- 
aplicaciones del móvil, ya sea por 
empeño de ir siempre por delante
pañeros de viaje.
e-mail, Whatsapp, Facebook, Twitter, 

de la corriente generalizada. Esta Hemos alcanzado un nuevo mi- etc. Recuerdo las palabras del  lóso- 
actitud vital les lleva a construir lenio y pienso hace tiempo que esta- fo Francisco Jarauta, que nos habló

mundos propios semejantes al mos en un cambio total en avances
a Manuel Estradera y a mí de la im- 

pensamiento de Tomás Moro, in- y conceptos, imparables, en todos portancia del móvil y de la videocon- 
ventando su “Isla”. Desde ella crean los campos profesionales. Lo de no sola, por haber provocado la vuelta a 

belleza para trasmitirla a la socie- como la “Era de la Ciencia”. Las la escritura de los jóvenes, llegando 

dad. También son críticos y denun- herramientas tecnológicas nos faci- incluso a crear nuevas jergas. Para él 
cian lo que perciben, sufriendo en litan precisión y rapidez, también era irrelevante que cometieran faltas 

soledad la incomprensión y a veces nos acercan a la información global de ortografía, lo transcendente era 

pasando precariedades. Muchos de y nos deberían hacer más libres in- volver a escribir. La revolución tec- 
ellos no tendrán reconocimiento, telectualmente, aunque el exceso de nológica al servicio del progreso de 

pero perseguirán esa ilusión utópica ella nos puede llegar a narcotizar, ge- la escritura. También re exionó so- 

durante toda su vida. Hay muchos nerar amnesia a corto plazo e insen- bre la importancia de los dedos pul- 
ejemplos de ese empeño, recorde- sibilizar ante los problemas reales. gares, a rmando que, por primera 

mos a Vincent van Gogh: “No soy Recuerdo que visité el exquisito mu- vez en la evolución del ser humano, 

un aventurero por elección, sino por seo de Champollion en Figeac (Fran- estos tenían una función nueva que 
el destino”, ese destino le llevó a no cia); sus fondos recogen las escritu- no era la de agarrar. Un lujo de con- 

vender ningún cuadro en su vida; ras del mundo. Antes de acceder al versación con este ilustre pensador.

menos mal que tenía la comprensión edi cio, en el pavimento exterior, te Sigamos avanzando con nues- 
y el apoyo de su hermano Theo. recibe la intervención conceptual del tras utopías, cada uno con las suyas. 

Otro de los grandes pintores el neer- artista Joseph Kosuth, un enorme Seguro que la vida es mucho más 

landés, Johannes Vermeer murió en bloque de granito negro sobre el que intensa y divertida.
la indigencia, su mujer renunció a se reproduce  elmente la piedra de 

su herencia para anular sus deudas
Rosetta. La colección abarca desde 

y sus bienes fueron a manos de los los primeros signos realizados con 
acreedores, los de siempre, avaros incisiones en la prehistoria hasta la 

sin escrúpulos, pero de misa diaria. actualidad, pasando por todas las 

Estos dos pintores son fundamen- formas de escrituras conocidas de 
tales en la cadena de eslabones de la las diversas culturas de todas las 

historia de arte, siendo actualmente épocas y de los cinco continentes. 

tan deseados como cotizados. La Impresiona ver la lentitud de los 
vida tiene sus paradojas y repeti- tiempos, hasta llegar a la imprenta, 

ciones. Qué decir de los poetas y
la máquina de escribir, el telégrafo, 

los músicos, que han compartido la computadora y el ordenador. A 
momentos intensos con los artistas partir de esta herramienta se precipi- 

plásticos y sus musas, desde las ale-
ta todo con una velocidad de vértigo


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