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Tiempo de utopías
Estéticas de la risa y utopías de la igualdad
Silvia Alicia Manzanilla
Las estéticas de la risa se fundan en la utopía de la igualdad radical entre los seres
humanos: con guran mundos utópicos liberados de clases y jerarquías, e intentan
representar la totalidad de la vida.
Durante siglos el ser humano tampoco nosotros mismos. Harari “se conocían entre sí íntimamente,
habitó el planeta como otro animal y varios pensadores coinciden en y estaban rodeados durante toda su
entre los animales. Las subespecies señalar que muchas calamidades de vida de amigos y parientes. La sole-
del género Homo (sapiens, soloensis, nuestro tiempo y de épocas pasadas dad y la privacidad eran raras”. Tales
oresiensis, denisovanos, neanderta- son resultado de nuestra inadapta- sociedades no podían albergar des-
les.) ocuparon la zona media de la ción, que ha provocado toda suerte igualdades signi cativas porque eran
cadena alimentaria: cazaban y era de guerras, genocidios y catástrofes consumidoras, no productoras —co-
cazadas. Había pocos indicios de ecológicas, así como una profunda mo señala Beltrán—, y vivían al día:
que una de esas subespecies daría desigualdad económica y sociocul- ocupaban las horas de luz para cazar
un salto vertiginoso hasta la cúspide tural. Sobre esto último me interesa y recolectar los alimentos diarios, y
de la cadena, pero así fue: hace unos re exionar en este escrito.
dedicaban las demás al descanso y
“
100.000-70.000 años, la “revolución al esparcimiento colectivo. No había
cognitiva” del Homo sapiens lo con- en ellas clases ni Estado, ni división
virtió en el animal más poderoso que El proceso civilizatorio entre seriedad y risa. Su experiencia
ha habido en la Tierra. y también acrecentó la distancia de la vida, moldeada por una imagi-
el más peligroso. Algunos historia- nación especial, conformó la estética
entre la seriedad y la risa,
dores, como Yuval Noah Harari, han unitaria que Beltrán llama “tradicio- “
esas dos formas básicas de
puesto a debate la hipótesis de que el nal”, que fusiona en sí las utopías de
sapiens exterminó al resto de subes- experimentar el mundo y la verdad, bondad, belleza y justicia;
pecies del género Homo.
vida.
mejor dicho, fusiona todos los valo-
En De animales a dioses (2014), res, pues el mundo de la tradición es
un estudio ampliamente documen- netamente axiológico.
tado sobre la historia de la humani- Aquel salto vertiginoso no bastó Para Beltrán, el a anzamiento
dad, Harari examina las consecuen- para garantizar la supervivencia de de la división del tiempo en labora-
cias de aquel salto, tan asombroso nuestra especie. Para ello, los seres ble y festivo, o tiempo de la seriedad
como apresurado, y hace ver que
humanos elaboramos constructos y de la risa, es requisito indispen-
los otros grandes depredadores del imaginarios a los que hoy deno- sable para que las sociedades se
planeta, como leones o tiburones, minamos “cultura”, destinados
incorporen a la Historia. Tras su in-
alcanzaron la cúspide de la cadena a fomentar la cooperación social corporación, las tribus antes seden-
alimentaria tras una evolución gra- humana. Es bien sabido que las pri- tarias comenzaron a depender de la
dual de millones de años. Esta lenta meras formas de organización hu- agricultura y la ganadería a gran es-
gradación le permitió al ecosistema mana fueron las hordas nómadas y, cala para sobrevivir. Las sociedades
implementar frenos y compensacio- después, las tribus nómadas o semi- agrícolas se engrandecieron y com-
nes para mantener el equilibrio, a la nómadas, de mayor tamaño y más plejizaron, por lo que necesitaron
vez que preparó a esos depredadores complejas. Mijaíl Bajtín, Luis Bel- constructos imaginarios más re na-
para ocupar su nuevo sitio en la trán Almería y Harari han mostrado, dos para lograr la cooperación entre
cúspide. En cambio, dada la verti- cada uno a su modo, el carácter fun- miles de extraños y sustentar sus
ginosidad del salto humano, el eco- damentalmente igualitario y soli- distintos órdenes sociales. El proceso
sistema no pudo adaptarse y, según dario de las pequeñas sociedades de civilizatorio acrecentó la distancia
lo demuestra el repertorio histórico cazadores-recolectores. “Los miem- entre la seriedad y la risa, esas dos
de la conducta de nuestra especie,
bros de una banda”, a rma Harari,
formas básicas de experimentar el
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