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Sender
El Nobel para Sender
sus sombras. Es una lástima que 

— ¿Por qué Sender, por hete- — No debió de ser fácil.
Sender no se cortara la pluma los 
rodoxo supongo, por su obsesión 
— Fue una tarea de enorme tra- diez últimos años de su vida, duran- 
con el tema religioso?
bajo, pues sin ayuda de ningún tipo te los cuales el escritor se convirtió 

— Comencé a cartearme con él yo mismo escribí todas las cartas
en mero escribidor compulsivo: casi 
siendo vicepresidente del Spanish 
de petición de adhesión a docenas nada de lo que escribió en ellos es 
Institute, institución privada con
de universidades de todo el mundo, valioso ni imperecedero. Y es lástima 

la que colaboré desde su fundación a municipios españoles, a revistas también que Servet, mucho más ra- 
en 1970, donde entre otras muchas 
literarias, a particulares distingui- dical que Lutero y Calvino, abdicara 
actividades inauguré una serie de dos. Le invitamos a “Dos días con de su propia dignidad y se humillara 

tertulias literarias de gran acepta- Sender”, le trajimos de California
a vivir durante veinte hipócritas 
ción y tres congresos internacionales a Nueva York y en el contexto de
años como católico practicante vi- 
solo en 1981: sobre las Cantigas de ese breve congreso sobre su obra el viendo con el arzobispo de Vienne 

Alfonso X el Sabio en su sexto cen- cónsul general de España leyó un para salvar el pellejo, siendo, aunque 
tenario, sobre Calderón en el tercero breve texto redactado por José María 
profundísimamente cristiano, el más 
de su muerte, y en diciembre sobre Carrascal, a quien yo había nombra- integral hereje de todos los tiempos. 

la Constitución de la II República do miembro del comité cultural del Cada uno merece su pedestal, pero 
española en su cincuentenario, An Instituto junto con dos docenas de no otro.

unfulilled dream, un sueño incumpli- profesores universitarios. Yo mis- 

do. Unos años antes había compro- mo —no había otro—cargué con
Agnosticismo: libre al in
bado que había que contrarrestar de la responsabilidad de redactar en — ¿Y por dónde transitan aho- 

alguna manera el fracaso de los dos español e inglés la solicitud oicial
ra, en la actualidad, tus conviccio- 

viajes de Sender a Aragón ya muy al al pertinente comité de la Academia nes religiosas?
inal del franquismo.
Sueca y la entregué con un grueso — Insensiblemente me he meti- 

— ¿Por qué hablas de fracaso?
expediente de peticiones al cónsul do de nuevo en asuntos que rozan el 

— Los jóvenes que por enton- general de Suecia en Nueva York. proceso que me ha llevado a conir- 
ces agitaban la culturilla local y aun Cuento todo esto en Testigo, víctima, mar el paso más decisivo de mi vida 

nacional no se habían percatado del profeta: los trasmundos literarios de y a apoyar sobre muy irmes bases el 

insólito viraje realizado por Sender Ramón J. Sender (2004), libro poco estado actual de esas convicciones. 
en USA desde el anarquismo de su difundido por la torpeza difusora de ¿Habré de confesarme?, ¿hace falta? 

período revolucionario hasta un su editor, quien me lo pidió a raíz de Ya dije antes que desde mi llegada a 

extraño y un tanto peregrino con- un congreso sobre Sender que tuvo Nueva York — free at last, como dijo 
servadurismo. Mucho tuvieron que lugar en Huesca. Constituye buen Martin Luther King en su más fa- 

ver en ello su manía persecutoria pórtico para estudiarlo, junto con su moso discurso en Washington el ve- 

frente a los comunistas por su an- exhaustiva biografía por Jesús Vived, rano de 1963— ni rezo en privado ni 
ti-comunismo visceral y la necesidad con la cual se complementa.
voy a ninguna iglesia. Mi agnosticis- 
“
de disimular cuanto más mejor para mo se basa en muy fuertes baluartes 

no ser expulsado del país por posible intelectuales que se han ido fortale- 
estalinista. Los años de la Transi- Mi vocación irresistible ciendo al correr de los años a base de 

ción agigantaron la importancia del ha sido la de aclararme
lecturas y estudios que no es preciso 

comunismo en muchas mentes de de modo personal los detallar. Ello no quiere decir que no 
españoles descontentos de la ya ca- mantenga en alta estima la religión, 
problemas teóricos que se “
duca dictadura, especialmente por la las religiones, pero a condición de 

fama del astuto e hipócrita Carrillo, me presentan en mi camino que una a una se hagan estimar. Al 
y seguían creyendo que el Sender
margen de la verdad que se arrogan 
vital.
de Siete domingos rojos no había y de los incalculables males que han 

cambiado. Les habló él de un par de solido inligir a la humanidad, en
patrañas en las que, bastante chocho — Servet, Sender. Estable- el más optimista de sus aspectos 

ya, estaba metido: su obsesión por
ces algunos paralelismos., en sus todas cumplen una importantísima 

la Atlántida y extrañas lecturas que sombras.
función social, porque desde la más 
luego le sirvieron para publicar En- — Son dos aragoneses ejempla- remota prehistoria, según lo que 

sayos sobre el infringimiento cristiano. res, cada uno en su órbita. Cuarenta hasta ahora sabemos, son y siguen 

Decidí, pues, lanzar desde el Spani- años de fraterna sintonía con ellos siendo una necesidad social. Por eso 
sh Institute la campaña para conse- no me ciegan ante sus iguras, sino me atrevo a corregir a quienes en mi 

guirle el Nobel.
que me descubren, efectivamente,
presencia se proclaman ateos: no se


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