Page 21 - Crisis_07
P. 21




El cine negro abunda en estos un inquietante Peter Lorre en el papel gracias a un buen amigo de esos que 

tipos. Gente que por las razones que principal, y la rusa dirigida por un
no se conforman con lo que nos pasan 
sean circula por el lado oscuro de la 
tal Lev Kuhdzhanov, con el inmenso en las salas comerciales, y que me de- 
vida, siempre con la esperanza de Innokenti Smoktunovski (famoso su mostró que la exitosa Evasión o victoria 

mejorar, y que inexorablemente aca- Hamlet en el cine) como el policía que de Huston no era sino una copia co- 
ba fracasando aunque por el camino le acorrala. El protagonista, con todo a 
mercial rodada con más dinero y acto- 
brillen momentos de gloria. Las peri- su favor aparentemente para triunfar res más famosos. Me estoy reiriendo a 

pecias de tantos y tantos gánster que en la vida, se siente un fracasado y urde El partido de la muerte, película húngara 
pudimos ver en las pantallas de los un siniestro plan para revertir la situa- inspirada en unos hechos ocurridos 

treinta y cuarenta —años de oro del ción, autoconvenciéndose mediante durante la segunda guerra mundial. 

género— acababan con su fracaso, a un retorcido paralelismo con el pensa- Un partido de fútbol en el que los pre- 
pesar de que por momentos hubiéra- miento napoleónico. Y mira por donde sos vencieron en la contienda deporti- 

mos sentido empatía por ellos.
hasta llegamos a empatizar con él.
va y perdieron luego la vida.

Bogart componía perfectamente Hablando de perdedores, cómo no Vayamos a esos personajes que 
este tipo de personajes. Ese rictus de recordar a aquellos personajes que he- se sienten fracasados por las razones 

escepticismo, producido realmente mos visto perderse en la pantalla. por que sean y se precipitan hacia un 

por una herida de guerra, ya que se le culpa de una mujer. Haciendo buena la inal traumático como colofón a ese 
clavó una esquirla de madera en un expresión francesa de “cherchez la fem- fracaso ya asumido. Como puede ser 

ataque al barco donde servía, le hacía me”, podemos encontrar una larga lista el personaje de Nicholas Cage en la 

claramente favorito para ser un hom- de tipos que van camino del precipicio oscarizada Leaving Las Vegas, donde 
brealquealinalnoleibanairlas por culpa de una dama, en el cine ame- prácticamente se suicida a base de 

cosas lo que se dice bien.
ricano preferentemente una rubia.
beber hasta la extenuación. Un per- 

¿Es el inal de Casablanca la his- Por ejemplo Fred Mac Murray, sonaje muy en la línea de Bukovski, 
toria de un fracaso? ¿O hay aparentes ese agente de seguros enredado en los entiéndase del autor y de sus propios 

fracasos que en el fondo son un triun- encantos de una peligrosa Barbara personajes. Incluso pudimos ver a 

fo? No falta quien dice que la propia Stanwyck, en la obra maestra de Billy este novelista como personaje en 
vida no es sino la historia de un fra- Wilder aquí titulada Perdición, y en el Barly o en Ordinaria locura, crónicas 

caso, ya que termina como termina. original Doble indemnización.
etílicas del fracaso.

Claro que hay quien dice que lo que O Elisha Cook, en Atraco perfecto, Las comedias de atracos han
importa es el camino, dando por he- una obra casi perfecta —valga la re- sido salvo honrosas excepciones las 

cho que ese inal ya lo conocemos y lo dundancia con el título— de un joven crónicas de unos fracasos. Que nos 

bueno hay que buscarlo en el interim.
Kubrick. Un actor este que siempre hacen reír, generalmente, no en balde 
El cine se ha nutrido, y lo sigue hizo de secundario y que llevaba escri- su tratamiento es de comedia y eso lo 

haciendo, de personajes surgidos de
ta en su cara la eigie del perdedor, la lleva implícito, el que nos divirtamos 

la literatura escrita. Y en ella abundan del pobre hombre al que las péridas y el que les salga mal las cosas a los 
más los personajes atormentados, los mujeres solo se le acercarán para sacar- personajes. Eso es lo que les pasa en 

gloriosos fracasados, que los claramen- le lo que puedan.
Rufufú, Atraco a las tres, El oro de Moscú 

te triunfadores, que siempre parecie- O ese profesor Unrath de Ángel y similares. Si las cosas les salen bien 
ron dar menos juego a los autores.
azul, llevado a la miseria por los encan- ya no es una comedia, es otra cosa. Y 

Empecemos, por ejemplo, con tos de Marlene Dietrich, bajo la im- a veces hasta nos parece bien que se 

nuestro Don Quijote. Desde un punto pactante estética de Joseph Von Stern- lleven la pasta y que parezca que todo 
de vista materialista y/o pragmático, berg, mentor de la diva y a la postre un les ha ido bien. Si luego se les tuerce la 

bien se le puede considerar un fraca- damniicado más de ella.
vida ya será en otra película.

sado, aunque solo sea porque va de O los perdedores en el deporte, Resumiendo, que esto de fracasar 
fracaso en fracaso en su por otra parte que el cine ha tratado con tanta fre- queda muy estético en el cine. Que 

loable propósito. No me voy a extender cuencia, aunque a veces relacionados igual que abundan más las historias de 

en su relejo en la pantalla, donde solo con deportes de no demasiado arraigo desgracias que las de inal feliz —“Así 
salvaría la versión de Rafael Gil, con el por estos lares. Nos gusta ver esas his- es la vida”, nos hacen pensar—, que- 

gran Rivelles, y la vetusta de Pabst.
torias de gente que aunque en el mar- dan mejor los personajes que no alcan- 

Sigamos por Raskolnikov, el ator- cador pueda perder lo han dado todo zan sus objetivos. A veces nos sirven 
mentado protagonista de Crimen y para luchar contra las adversidades, para pensar qué es lo que no debemos 

castigo. Lo saco a colación como podría habiendo ganado al menos el respeto, hacer para que en una situación simi- 

sacar a otros. Pero es que tengo bastante el de los contrarios y el propio.
lar nosotros seamos más afortunados. 
reciente un par de versiones vistas hace Me viene a la mente una película Y es que de todo se puede aprender. 

poco, la que dirigió Von Sternberg con
inédita en nuestro país, que pude ver
hasta del cine.


21

   19   20   21   22   23