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especial por el simbolismo contenido citar los principios de relación miste- del mito, la leyenda o la fantasía (“La 

en los niños, un simbolismo presente riosa entre lo natural y lo imaginario ninfa errante”, “La casa de las dos 
constantemente en su imaginación. 
que aparecían en sus ya primerísimos fachadas”), el temor, la duda, la en- 
El símbolo del niño es muy poderoso y sugerentes “apuntes” de redactora soñación, la obsesión (“Los pájaros 

en la literatura moderna. El niño es
novata (“Un paseo por Santander”, del miedo”, “Sospecha”) o incluso la 
la encarnación del futuro, la fuerza 
“La Magdalena, playa de niños y sue- propia burla, la parodia de estos (“El 
del anhelo, el pequeño escenario de ño”) o en el muy sutil “Adiós. Ber- repartidor”, “Los raíles del sueño”). 

una utopía. Como tal aparece en los nardette”. Así comienza “Las pompas La imaginación de Navales ensaya di- 
cuentos juveniles y adultos de Ana 
de jabón”: “En este momento quiero ferentes formas de representación del 
María Navales, bien mediante el tra- sentirme como uno de vosotros: chi- anhelo individual, concebido como 

zado de periles reales, bien mediante quillos traviesos que jugáis con todo tesoro íntimo en un mundo complejo 
la recuperación de la infancia como aquello que os viene a la mano”. Y 
y hostil para el individuo.
metáfora. Navales presenta niños continúa, pocos párrafos después, Los primeros indicios de 

curiosos, deseosos de aventura, seres tras haber expuesto el arte de formar aproximación de los dos ejes apare- 
ansiosos de conocimiento (representa- pompas: “Es ahora cuando el juego 
cen en algunos de los cuentos inales 
do en los libros). Estos niños aparecen está en su apogeo, cuando quisiera del volumen, extraídos de la novela El 

arropados por multitud de elementos tener tan pocos años como vosotros, laberinto del Quetzal. Particularmente 
simbólicos de carácter popular (ju- amiguitos, para contar con esa fanta- 
llamativo es el caso del cuento “La 
guetes, colores, animales, payasos, sía sin mezcla, con esa facultad que mojiganga”, donde el protagonista 

árboles, marineros.) e incorporan vosotros tenéis para transformar todo masculino, reiriéndose a su compa- 
siempre una dimensión de futuro que en un cuento de hadas. Hasta las ñera Georgina e intentando caracte- 

suele concretarse en el deseo de viaje, irisaciones que produce la luz en las rizar los contradictorios caracteres de 

evasión, fuga, crecimiento. Son niños pompas de jabón os maravillan. Toda ambos, dice las siguientes palabras, 
que quieren llegar a la luna o descu- la realidad de vuestro mundo infantil particularmente luminosas en el con- 

brir qué mundos mágicos se abren
es pura fantasía que habéis podido texto que nos ocupa:

a partir de las doce de la noche. Si concretar en alguna cosa. Al revés 
constituyen el escenario de una “pe- que los mayores, que embellecen la “Su lenguaje de alegoría [el de 

queña utopía” es porque su condición realidad con el poquito de fantasía Georgina] no me aclaró sino su de- 

de niños, su imaginación indivisa, que les queda de sus años infantiles” seo de vivir una soledad afectiva, sin 
permite a la autora desarrollar peque- (págs. 69-70).
levantarle cercas al tiempo. El futuro 

ñas fábulas de evasión, fantasías de El contraste ente “fantasía sin estaba enfrente y me miraba sin des- 

rebeldía, independencia o locura que mezcla” y “realidad embellecida”, de conianza” (pág. 383). Y añadirá poco 
posteriormente ensayará con persona- marcado carácter moderno, anuncia después, hacia el inal del relato: “Su 

jes adultos. Esta es la primera lección, la aparición del segundo eje en la lenguaje era emocionado e infantil 

el primer intento de equilibrio que obra de Navales. Progresivamente su mientras que el nuestro [el del prota- 
muestra la obra de Navales. El fértil obra se orienta hacia la exploración gonista, en sus diferentes vidas] había 

simbolismo que ensaya en sus cuen- de la conciencia del individuo, hacia pretendido ser maduro e intelectual, 

tos de juventud alrededor de la igura la representación de la “voz interior”. lo que demostraba que ninguno de los 
del niño será transplantado progre- Ello no implica un abandono del dos caminos conducía a parte alguna. 

sivamente a iguras adultas (jóvenes primer eje (los personajes siguen so- Pero compartir el error nos hace sen- 

idealistas, mujeres rebeldes, creadores ñando con viajes imposibles, ansían tirnos menos desgraciados” (pág. 387).
excéntricos.) que comparten con el realizaciones imposibles) sino una 

niño su deseo de evasión y conoci- preocupación por la “realidad embe- No en balde El laberinto del Quet- 

miento. Estas iguras adultas expresa- llecida”. En ese mundo híbrido (mez- zal era una novela que, al modo del 
rán su anhelo a través del segundo eje: cla de la fantasía y de la realidad) el Orlando wooliano, exploraba las 

la vertebración del lenguaje íntimo, la acento recae en algunos casos en el posibilidades fantásticas y autocons- 

verbalización de sus conciencias.
lenguaje (proceso de estilización que cientes de la identidad compleja, por 
Navales explora a través del explica muchos de los experimentos encima de las leyes del espacio y del 

símbolo del niño el umbral entre la contenidos en el libro Dos muchachos tiempo. Navales encontró en Virginia 

cotidianidad y el misterio. Uno de los metidos en un sobre azul), y en otras Woolf un modelo sintético para los 
ejemplos más felices de este primer ocasiones conigura esferas que giran dos ejes principales de su imagina- 

eje (donde conviene decir que com- alrededor del eje de la exploración
ción y para su deseo constante de 

pleta obras de singular belleza) lo de la conciencia bien a través de la equilibrio. Pocos años después escri- 
representa el cuento “Las pompas de recreación histórica (“El caballero biría sus Cuentos de Bloomsbury, feliz 

jabón”. En él, Navales consigue expli-
don Artal de Luna”), bien a través
reunión de caminos.


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