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tivamente dominante gracias a su de todas las especies. Me pregunto 

mente simbólica (la imaginación) y ííási en estas últimas epidemias los 
la herramienta de las matemáticas, 
virus han venido a buscarnos o si 
la humanidad ensayó el camino de óómás bien hemos sido los humanos 
ó
la tecnología y ha diseñado poten- quienes nos hemos acercado a ellos 
tsimas armas para someter a su ó
a través de actividades predadoras 
dictado a todas las especies y a una que perjudican los entornos natu- 
í
parte de la suya hasta asomarse al óárales, reducen los bosques y presio- 
horizonte preocupante de su propia ó
nan el hábitat de la fauna salvaje. 
autodestruccin. Antes, esto suce- íáCada año cientos de millones de 
ó
da en el universo de lo grande, en áplantas y animales silvestres son 
el de los entes que se contemplan a áíobjeto de un lucrativo comercio ile- 

simple vista.
ágal. Cada año millones de animales 
“óñ
no de granja hacinados en merca- 
dos sin control sanitario son sacri- 
Somos responsables de “

ficados para satisfacer un consumo 

la vida y cuidado de todas ñhumano de gustos exóticos. Estos 
comportamientos facilitan el salto 
las especies

de los virus desde los animales a los 

humanos. Así, hoy más del 60% de 
Por el contrario, los virus infec- los patógenos que nos afectan tie- 
íó
ciosos —como recordndonos que nen origen animal (zoonosis).
ó
í
estamos en la era de los elementos La antropóloga e ingeniera 
subatmicos, la fsica cuntica y la agrcola Yayo Herrero, en el prólogo 

nanociencia— nos plantean el con- al libro Epidemocracia (2020) de J. ó
í
flicto en el escenario de lo pequeo, Padilla y P. Gullón, señala que entre 
el de las partculas invisibles, que otras causas «el modelo de trans- ó
í
es el suyo, poniendo en evidencia
porte y movilidad, la especulación ó

la gran vulnerabilidad del homo sa- urbanstica, el sacrificio de los me- 
piens y de nuestro sistema social y dios rurales a las macrogranjas por- áí

econmico de organizacin, inespe- cinas, los tratados de libre comercio í

radamente ms frgil de lo que pen- e inversiones, las dinmicas bursá- 
sbamos. Para animarme en estas tiles, la cementacin del territorio y 

fechas, me encanta or una y otra la explotacin de la vida animal son 

vez la famosa cancin de Gloria plagas que inciden directamente

Gaynor I will survive. Pero no com- en la desposesin de riqueza, salud 

parto esa imagen de videojuego de y seguridad». Omos crticas con 

la pandemia como una guerra entre razn a los lderes polticos porque, 
dos especies «incompatibles», una una vez elegidos, frecuentemente 

de las cuales ha de sucumbir entre dan la espalda a la gente. Y la gente 

los matraces de laboratorio, ya que que votamos por la salud, ¿man- 
no es posible matarla a caonazos. tendremos la promesa de no dar la 

Estamos ante una crisis sanitaria y espalda a esta Tierra que nos per- 

ecolgica mundial producto de una miti crecer y multiplicarnos?

grave imprevisin, derivada a su 

vez de una conducta humana sui- 

cida que va agotando los recursos 
del planeta al ritmo enfebrecido del 

hiperconsumo y del maxibeneficio 

a corto plazo. Es nuestra responsa- 
bilidad.


El filsofo alemn Hans Jonas 

ya alertaba en 1979 sobre «el princi- 
pio de responsabilidad» del agente 

humano sobre la vida y el cuidado



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