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ese no es “ahora” y lo demás, “aún”, final con síntesis que los encubre a |Está lloviendo sobre las cebollas y 

que es y lo que no es. El tiempo es los dos. La analepsis será el poema el cuerpo interpretó como alimento 
una negación excluyente, mientras íéé
“Viejo amor”, con fecha en 2006. El lo que sólo era una sed». Los afo- 
que el espacio es consistencia, pero íñpoema habla del tiempo en un espa- rismos o sentencias son breves. Son 

el tiempo no es la verdad del espacio. cio doble. La ausencia de la mujer, “Demasiado pequeño”, “Marrón con 
El “ahora” no es sino una negación íá
ípues el hombre tiene las tardes libres naranja”. El primero constata: en 
al llegar lo otro, se niega a sí mismo: éy le sobra un montón de dinero; el sueños no se puede dormir: cuando 

tan pronto es sólo el “ahora”, y ello ítiempo pesa menos que el espacio. la luz se apaga, el miedo regresa. El 
es, siempre es lo nuevo “ahora”. La íó
óáLa analepsis frente a la prolepsis, segundo concluye: ¿no haremos del 
inmediatez (contención, presencia ííápues no ha conseguido la eternidad futuro otra superstición? Cuando 
í
sensible que todava no distingue de sin ella; llega la síntesis con la dilo- sea mayor; voy a tener seis años; el 
lo conocido como “otro”) del espí- gía sin síntesis. Le dice: «soy un des- 
color de la tierra con color naranja. 
ritu absoluto del arte. La negación óterrado del mundo y no sirvo para el Se entiende la gracia y el humor. En 
í
de esa inmediatez de la presencia en ácielo», espacio eterno, sin analepsis “Canción del mercado” el poema 
la interioridad de la representación, o retrodicción en el poema, concreta 
lleva un título realista bajo el cual 
que opone en s lo representado esta poética.
late un simbolismo. Termina con

íó
como algo “exterior”. (Hegel por F. Los poemas siguientes, por su un endecasílabo descendente, como 
Martnez en Historia de la Filosofa.)
relación con los temas, constituyen 
decíamos antes: «no debería ser todo 
Mirando al significado, el libro recursos de extrañamiento simbóli- tan caro», además, nos vendieron un 

contiene cuatro etapas. La primera co. Sus títulos son tres poemas: “Al ímundo estropeado. ¿El mundo dice 
se abre con un prlogo, y la cuarta se lado de la sala caracol”, el primero, óeso con su canción?

á
cierra como un eplogo. La primera trata del sol que ha golpeado con óEn “Pan para hoy” creamos 

tiene por ttulo “¿Introvertido yo?” En delicada fuerza. El sol es prosopo- ñnuestras propias situaciones, pen- 
ella dice: «Al final he llegado hasta peya simbólica; la fachada es el es- sando inconscientes del tiempo y

í
m mismo, / y no he encontrado pacio exterior que golpea un espacio de la carne fría que ha entrado en 
ó
nada relevante». Llega por la ven- interior, donde están los niños, que nuestros cuerpos sin oír su reloj. La 
tana el canto de un gorrin —«el hay en ella, sinécdoque. Por el día
presencia del intimismo genera la 

ruiseor de siempre»— que tiene la luz es una herida, por la noche la figura de monstruos que surgen de 
á
que contarme muchas cosas. La pro- luna es una pomada, son imágenes la sombra o parte inferior de la ca- 
sopopeya de los pjaros canta su ex- simblicas, y al final, el oxímoron
éverna de la muerte, monstruos que 

terior para cumplir su interior. En la es lo contrario de sus adjetivos, un ñno vemos cuando suena el reloj del 

etapa cuarta, habla de “capoprestes”, dolor que tiene al lado de su colegio ciclo vital. “Un aire familiar” pre- 
palabra que significa la incapacidad con sus sustantivos. “Aniversario
senta la visión de un sueño. Están 

para conocer. La soledad en casa de nada” versa de la luna, diosa que mirando el mar tres poetas en tres 

para vivir, por fin, la poesa para al- anuncia el misterio de la resurrec- ítiempos: es verano y están alzando 
guien, o el exterior con el interior, en cin primaveral. Un sueo del poeta de día arena de un castillo, torre


“Atocha, fin de trayecto”. Creo que que echa cartas a la luna y le lee las de Babel. Es el castillo misterioso, 

no podra ser mejor la construccin manos, sugiriendo la productividad. torre de Babel, un complemento en 
del significado.
Todo el final apunta a la realidad de calambur. El tiempo ha hecho su 

Vistas las anteriores etapas, ve- un sueo y termina en nada, como trabajo en un año, y ahora están jun- áó

remos la segunda, que comprende indica el ttulo. En “Ropa de cama” tos los tres. “¿Qué te apetece?” Eso 
poemas que se titulan “Estoy alrede- expresa: «La calle de puerta siempre es un pronombre deíctico que reúne 

dor” ¿De qu temas? El simbolismo abierta, / la luna nos mira con ojos lo ms interesante de lo anterior. Lo 
á
del cielo respecto al tema en “Ahora de lagarto». Si se sabe que la luna, impulsa el futuro: las traiciones del 
mismo”. Se divide en cuatro partes cuando mira en tinieblas mira con mundo se derriten, los helados del 

de signos simblicos. El cielo es el ojos de lagarto, animal que es casi su futuro se estn congelando. Versos 

espacio y el tiempo del interior reso- ayudante, entender lo que empieza de tiempo en verano, presente, futu- 
nando ahora. Estn ella, sonriendo, a continuacin: «morimos desde ro, analepsis y prolepsis. El tiempo 

y l la est acariciando, en el final. dentro». Y dice: «siete vidas querra se cierra como el espacio.


En la primera parte, son dos, pues / cambiar el agua al gato»: gato es- “Dickinsoniana” parece un afo- 
congrega dos cosas, en ensalada en el caldado del agua huye, se dice en el rismo de Emily Dickinson, que es- 

tiempo, tu cometa y el sol, espacio. refrn.
cribi muchos aforismos. Los hemos 

Vase la diloga temporal y espacial. El poema “Acuarela en abril” puesto al final por el significado al 
Bajo el cielo blanqusimo nos tene- parece un haiku japons: «¿No sa- que pertenece, animando la segunda 

mos que enfrentar. En la anfora
bais que el tiempo iba a cambiar?
etapa. En la naturaleza la mirada



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