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do-nación ya no ofrece respuestas El mundo se ha globalizado. Las fron- la vigilancia es voluntaria y autoinfli- 

(aunque algunos enloquecidos empe- óteras no son territoriales, son ideológi- gida. Yo añado que la trampa es cono- 
cinados esperan que sea la solución a ó
íácas. Este proceso, evidentemente, pro- cida; lo que no hay es responsabilidad 
sus problemas). Determinar en este duce reacciones de autodefensa como democrática en el uso de estos meca- 
ó
mundo globalizado quién es el poder íílos integrismos, los nacionalismos, nismos de información. Los usamos 
resulta cada vez más difícil; lo que á
ólos localismos. Hay una querencia de sabiendo que son elementos de confu- 
produce que la desafección ciudadana ívuelta atrás. Lo identitario, como úni- sión e integración.


hacia las instituciones, hacia los va- co elemento político, empobrece inte- La política actual sufre una pér- 
lores tradicionales de la democracia, 
íálectualmente; lo cual nos lleva a una dida de crédito moral que afecta a

hacia los otros, hacia el sistema se con- ócohesión social más débil, enmascara- la forma civilizada de vida, eso que 
é
vierta en una de las señas de nuestro da por las redes sociales cada vez más entendemos por el contrato social. 
tiempo. En el pasado, la comunidad,
densas, pero superficiales y la mayoría 
áEsto se ha convertido en una realidad 
l a f a m i l i a , l a r e l i g i  n , l a n a c i ó n , l a s ád“e l a s v e c e s i n s e r v i b l e s .
palpable y en muchas ocasiones en 
á
ideologas o la autoridad eran pilares íuna tragedia incontestable. Quizás 
slidos. Por eso me pregunto: ¿a qué 
íAsistimos al derrumbe una de las razones por la que hemos 
puede agarrarse el ciudadano de la óíllegado a este punto sea la falta de “

íde las certezas, lo que 
globalizacin, que se siente vulnerable comunicación entre la política y el 
e inseguro, amenazado por la preca- íocasiona una epidemia de mundo del pensamiento. Más cultura 

riedad? Difcil dar respuesta.
desafección.
y menos sondeos, más reflexión y 
é
La ciudadana acusa el cambio en menos sentimientos, más diálogo y 
todas las conductas humanas: cam- ómenos testosterona para la mediocre 
íí
bios de costumbres, de creencias, de El catedrático de filosofía Ángel óóactividad política. Podría ser. Lo cier- 
é
poltica, personales. No somos muy Gabilondo lo explica así: «Vivimos to es que caemos en la incertidumbre 
conscientes de la magnitud del cam- en tiempos de una gran indefensión éconstante; lo que hace unos años nos 

bio de paradigma que la revolucin y vulnerabilidad. Y de un sentimien- parecía sólido ahora ha desaparecido. 

tecnolgica produce en nuestra vida y to compartido de incertidumbre, Vivimos, como decía Bauman, en 
en nuestro pensamiento. Uno de los que no es una mera sensación. Hay una sociedad líquida. Nadie sabe lo 
ó
sectores afectados por este cambio de urgencia y necesidad». Autor de
que puede devenir mañana. Las bases 

usos es la cultura. El modelo de ocio La vuelta del otro: diferencia, identi- úsólidas han desaparecido. El futuro es 
est cambiando, el modelo de crea- dad, alteridad, Gabilondo denuncia una entelequia.


cin artstica tambin; se producen tambin el individualismo, que Esta pérdida de credibilidad en


nuevos hbitos de consumo, nuevas «encuentra su gran aliado en un íel modelo productivo actual genera 
expresiones y nuevos lenguajes. El egosmo amparado en la desconfian- óentre la sociedad civil un enorme 

tiempo libre tal como se entenda ha za para con las instituciones o con desasosiego que alienta el pesimismo 

desaparecido. Solo hay tiempo para lo los procesos colectivos o de partici- y asienta la incertidumbre, deterio- 
superfluo; no hay tiempo para poner pacin. Esto –contina– me parece rando los aspectos más válidos de la 

en valor la actividad cultural, que en una trampa bellamente camuflada convivencia: la educación, la cultura, 

principio queda reducida a minoras con el canto a la libertad y a la crea- el bienestar. Esta sensación se agudiza 
intelectuales y cada vez ms margina- tividad. Hace falta recuperar el gran mucho más con la revolución tecnoló- ó
á
das. Pensar no est de moda. Reflexio- proyecto tico de la convivencia».
gica que está cambiando el modelo de 
ó
nar y dialogar tampoco.
Acertada visin del poltico y vida, de ocio y de trabajo que conoce- 
La clase media o la clase trabaja- filsofo. Entonces, ¿estamos en un mos. Adaptarse, resistir o morir.
í

dora han sido destruidas. Muy pocas mundo sin valores? ¿Puede ser que Son tiempos de incertidumbre

í
cosas son como antes, cuando se tena estemos buscando esos valores en las y algunos llevan alertando de esta 
un plan de vida, cuando haba un nuevas formas de comunicacin mal situacin de perplejidad absoluta y de 

posible futuro. Parece que no hay sal- llamadas redes sociales? Como explica catica realidad desde hace ya mucho 

vavidas claros; la incertidumbre crece el filsofo coreano Byung-Chul Han, tiempo. A finales de los ochenta del 
y aumenta el desasosiego. La falta de las redes sociales se mueven entre el siglo XX se nos anunció el fin de la 

futuro genera un enorme desconcier- ingenuo y compulsivo me gusta y las Historia, que significaba el triunfo del ú
ó
to, pero seguimos la dinmica social tormentas de mierda que confirman que liberalismo y del sistema capitalista. ó
que nos imponen los tiempos.
«vivimos en una sociedad sin respeto Se nos adverta que ya no hay vuelta 

El concepto de ciudadano —ha- recproco». Hemos dejado a un lado la atrs. As de ancho se qued F. Fuku- 

bitante de una ciudad o de un pas tica que debe guiar la convivencia.
yama. Pero los procesos histricos, 
que le otorga derechos por el hecho de Zygmunt Bauman dice de las afortunadamente, continan rodan- 

serlo— resulta cada vez ms obsoleto.
redes sociales que son lugares donde
do. Ya en ese momento muchas men-



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