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En 1994, Navales publicó el En cualquier caso, el universo En algunos momentos, en aquel 

ensayo Mujeres de Palabra, un reco- femenino que retrataba en aque- Amanecer que siempre tuvo proble- 
rrido por trece vidas de mujeres, llos inicios, los años cincuenta,
mas de papel, la sección “Chicos

todas ellas escritoras, sobre las que en la ciudad de provincias que era y Chicas”, en el que se recogen

la autora de Cuentos de Bloomsbury Zaragoza, con gura la apertura
los primeros cuentos de Navales, 
aportaba su personal visión. La de una curiosa cápsula del tiempo compartían el mismo espacio (ya 

elección de su objeto de análisis a los ojos de la sociedad del siglo se sabe, las mujeres y los niños pri- 

era, ya de por sí, una declaración XXI. Revisando uno de sus pri- mero). Mientras tanto, la sección 
de intenciones, pero la forma en la meros textos de 1955 para la revista “El Arte y las Letras” era escrita, 

que lo hizo puede resultar sorpren- Cierzo, titulado “En la agencia de en su totalidad, por nombres mas- 

dente. Más todavía si lo hacemos muchachas...”, Navales retrataba culinos: Dámaso Santos, Felipe 
en la actualidad, cuando nos en- precisamente a esas mujeres recién Bernardos o Manuel Rotellar.

contramos en un tiempo en las que llegadas, en la mayoría de los casos La revisión de esas páginas 

las palabras nos de nen y estamos desde un entorno rural, solas, con puede dar una buena idea de la 
rodeados de una terminología de escasos estudios, que se incorpo- situación. Durante unas cuan-

nuevo cuño que va desde el empo- raban por primera vez al mundo tas semanas la sección se tituló 

deramiento y la sororidad a movi- laboral, y re exionaba sobre cómo “Ana María Navales husmea los 
mientos como el #metoo. La vida de esta sería una experiencia que les hogares zaragozanos”, y aquellas 

Navales terminó hace exactamente cambiaria para siempre. En aquel exploraciones tenían como obje- 

diez años. Su obra había venido momento, la propia Navales esta- tivo la entrevista a las esposas del 
fraguándose durante casi medio ba tratando de hacerse un hueco alcalde, del catedrático, del jefe

siglo. Lo hizo en un contexto en el en la prensa local y, poco tiempo de Policía, del insigne médico,

que las revoluciones eran imposi- después, comenzaría su colabora- del célebre pediatra, del laureado 
bles, pero ella fue en muchos mo- ción con el diario Amanecer. Estar escritor; preguntas a la madre de 

mentos una insurgente. El repaso pendiente de la actualidad da una los diplomáticos, de los coleccio- 

de algunos de sus escritos es la re- certera visión de lo que era la so- nistas de arte, de los profesores de 
visión a la evolución de una autora ciedad en aquel momento y de su universidad. Estamos en los años 

y de una sociedad. La observación labor como testigo de esa evolu- cincuenta y los titulares de aque- 

de lo que hemos llamado una revo- c“ión social.
llas entrevistas a las esposas de los 
lución silenciosa.
próceres de la ciudad no dejan de 

ser retratos  eles de la sociedad: 
Estamos en los años 
Todo se inicia con la Navales “Coso muchísimo para mis siete 
periodista. El retrato de un país.
cincuenta y los titulares de hijos y estudio idiomas con ellos”, 

aquellas entrevistas a las “M.A.S. vive por completo dedi- 

Resulta evidente que su labor esposas de los próceres de cada a la familia”, “A Doña A.B. le 
como periodista abarca más de me- encanta ser madre de diez hijos”, 
la ciudad no dejan de ser “
dio siglo y no lo hace en todos los “A Dña. T.A.M. le gusta mucho re- 
retratos  eles de la sociedad
momentos con la misma intensidad, formar la casa”, “La Sra. C.B. soñó 
ni en el mismo medio, ni desde la con ser violinista pero más tarde se 

misma perspectiva. Desde mediados decidió por la  losofía”. Llegado el 

de los años cincuenta, a principios verano un reportaje nos informaba 
del presente milenio, la sociedad Navales comienza su colabo- de que “Las damas zaragozanas 

española cambió en muchos aspec- ración con el Diario aragonés del nos hablan de sus vacaciones, unas 

tos y la mirada de Navales estuvo Movimiento a mediados de 1955, y pre eren el mar, otras la monta- 
siempre ahí. Si la literatura fue, en la mantiene durante casi un lustro. ña y otras no salen de Zaragoza”. 

la mayor parte de los casos, su pro- Participa en aquel suplemento lla- Algunas de aquellas damas, que 

pósito principal, como crítica lite- mado “Porque hoy es domingo”, pertenecen a Acción Católica y a
raria, en su faceta de narradora o de que se integraba con crónicas re- la Sección Femenina, “laboran a 

poeta, bien es cierto que en algunos gionales y secciones como la  esta favor de los suburbios”. Y ese era 

momentos se acercó a otros asuntos. brava o agricultura. Fue allí donde el contexto.
Muchos de ellos tienen que ver con encontró su espacio la “Página de Algunos titulares aparentan 

un mundo femenino, porque, como la mujer”, que recogía desde rece- unos tímidos y anecdóticos avan- 

ella misma dijo en algún momento, tas de cocina a fotografías con las ces: “El hombre mejor es aquel 
los temas relativos a la mujer suelen nuevas tendencias en peluquería y que considera a su mujer como 

ser tratados por sus congéneres.
también las entrevistas de Navales.
su igual”, “También la esposa con


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