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vivido (a contracorriente o no) y tricas y el ensayo de los tonos del

vive. A la postre: la suya se muestra color que, a lomos de una abstración
como una difícil patente de corso,
peculiar, se fue compaginando con
totalmente equilibrada y asentada, formas cónicas, espirales, triángulos

cuando lo moderno y fácil habría y otros signos personalísimos del
sido emigrar (huir de la provincia)
autor, sobre fondos de tonalidades
y epatar después desde la distancia grises, negras, platas o blancas,

cosmopolita neoyorquina, germáni- como próximos a la sensación del
ca, parisina e, incluso, madrileña o
deshecho o al de la suciedad. Y co-
barcelonesa.
mo, nalmente entre otras fases, me

Sin duda es una querencia per- atrapará la presencia de máquinas y
sonal (sus dibujos de entonces acom- de elementos tubulares que, en apa-

pañaron alguno de mis relatos y, so- riencia enlazaban con el futurismo

bre todo, bastantes tardes y noches (Marinetti, al fondo) y el maqui-
que se llenaron de discusiones, al- nismo de la década de los 30 (siglo

gunas en su estudio/taller de la calle XX), pero que, en realidad, como

Jusepe Martínez) la que me obliga a confesó Sergio Abraín, pertenecen
preferir unas etapas frente a otras.
a su mundo personal y anímico (los

Me gusta refugiarme en la fase croquis que le hacía a su padre re-

más colectiva, aquella en la que su presentante, vendedor e inventor de
laborar creativo persiguió la difusión máquinas).

más amplia del arte. Aquella en la Ambientes tecnológico e indus-

que el cartel, el mural, el tebeo, la trial, maquinismo y elementos tu-
escritura, el gra smo, lo sígnico y bulares que, además de su identidad

demás aspectos añadidos iban de la propia, objetual incluso, son metáfo-

mano de la pintura, y donde el con- ras y juegos simbólicos que van más
tacto personal estaba muy presente
allá de la re exión sobre la estética.

y activo para romper barreras y para Metáforas y simbologías que hablan

abordar a conciencia lo máximo a la de volúmenes y redes, y, por supues-
hora de la difusión del arte. También to, hablan también de las leyes de

me atrapa aquella “estética de lo ho- esos volúmenes y de esas redes sobre

rrible” (etiqueta propia) que devino las que Abraín nunca ha dejado de
en expresión de una realidad social, teorizar. Pintura y teorización con

constreñida en sus aspectos más tras- las que buscar a fondo su dialéctica

cendentes, y que fue común, creo, a y la función de ésta para, en último
todos los españoles conscientes de - término, además de racionalizar los

nales de los años setenta y principios hallazgos, interpretar la realidad.

de los ochenta del siglo XX.
Preferencias personales al mar-
Me atrapa con fuerza ahora el gen, me cabe ahora la espiritosa feli-

recuerdo del Abraín de entonces, cidad de recordar los muchos enton-

social, comprometido, crítico, inda- ces, disfrutando al máximo a través
gador, creativo y artista completo. de Rompinedo el tiempo. 1974-2018 en

Aquel Abraín que supo enlazar con la Lonja de zaragoza

el surrealismo (Ernts, Tanguy, por
ejemplo) y con otros vanguardistas a

los que sigo admirando (de Chirico). (1) Imprescindible el libro catálogo
Pata Gallo y Caligrama. Espacios de una dé-
Todavía me apresa aquella mixtura
suya, especial y personal, donde ese cada. 1978-1988, publicado en 2008 y donde,
entre otros, escribieron Juan Manuel Bonet
surrealismo querido a oraba jun-
(crítico de arte), Manuel Pérez Lizano (his-
to a metafísicas y expresionismos, toriador y crítico de arte) o Javier Madelue-
permitiendo el regusto temporal de
lo, junto al autor del libro, Manuel Sánchez
unos momentos vitales donde la Oms. La exposición de referencia se celebró
en el Palacio de Sástago (Diputación de Za-
crítica social se emparejó con el arte.
Como poco después también me ragoza) de febrero-abril del mismo año, con
motivo del 30 aniversario de Pata Gallo.
atraparon sus composiciones geomé-

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