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ca pública”, que pretende el acceso y archivos hasta entonces en manos cuestiona el gasto público en pro- 

al conocimiento —al libro— por del entonces Ministerio de Educa- yectos o actividades que cada vez 
parte de las masas populares que ya 
ción y Ciencia. En ese momento, el más se identi can con el ocio o con 
empezaban a disfrutar de uno de los Estado estaba en plena transforma- bienes considerados no producti- 

derechos fundamentales: el derecho ción. Se iniciaba una nueva organi- vos, como es el caso de la cultura;
a la educación.
zación territorial del estado, en la las políticas culturales se enfocan 
Biblioteca pública es sinónimo que enseguida se descentralizarían sobre todo a una gestión cuyo éxito 

en todo ese tiempo de educación, las competencias culturales —tal vez se mide fundamentalmente en tér- 
de formación, de instrumento para 
porque se consideraba un sector me- minos de audiencia e impacto en
proporcionar las herramientas del nos comprometido o estratégico. Se los medios. Éstos suelen ser muy 

conocimiento —los libros, inal- da también cauce a la recolocación receptivos a las programaciones 
canzables para muchos— a una de los funcionarios de los antiguos 
temporales o puntuales (exposicio- 
población que aspira al desarrollo sindicatos y otros organismos fran- nes, actuaciones, conciertos.), a

intelectual, necesario para progre- quistas, como la prensa del antiguo los espectáculos (sobre todo el cine) 
sar económica y socialmente y que “Movimiento”, que pasan a formar 
y, en el caso de las bibliotecas, a las 
a anza en los países occidentales el parte de este nuevo Ministerio y sus noticias “novedosas” (bibliotecas 

concepto de “lectura pública”.
de l e g a c i o n e s p r o v i n c i a l e s .
“que no lo parecen”, anunciar el  n 
“del libro y de las bibliotecas en la era 

La cultura y las bibliotecas
electrónica, etc.). Asimismo, se van 
Hay un enorme peso
La asimilación de la Biblioteca creando unos arquetipos culturales, 
a la idea de Cultura llega después. de las industrias culturales mediante los que se asocian los dife- 

Por supuesto, no me re ero al rentes campos de la cultura a profe- 
y una percepción creciente 
concepto genérico de cultura, que siones y/o personas de éxito. En este “
abarca toda manifestación de la que vincula cultura a sentido estaría, por ejemplo, la aso- 

actividad humana, sino a la idea de actividades denominadas de ciación biblioteca = libro = escritor, que 

la biblioteca integrada en el denomi- “ocio”.
se ha traducido en algunas ocasiones 
nado “sector cultural”, gestionado en una política de nombramiento de 

por organismos o departamentos escritores —por el mero hecho de 

culturales dentro de la Administra- En todo caso, los inicios de esta serlo y por cuestiones puramente de 
ción Pública. Estas competencias nueva andadura cultural son muy imagen— para puestos que se han 

culturales de las administraciones positivos para las bibliotecas, pues considerado “emblemáticos” dentro 

son variadas y reúnen mundos
existe un proyecto político y España del ámbito cultural, como la Direc- 
muy diversos, desde la tríada archi- es en ese momento un país con mu- ción de la Biblioteca Nacional o la de 

vos—bibliotecas—museos, el cine, chas carencias en infraestructuras institutos culturales. Por supuesto, 

el patrimonio histórico, el mundo culturales y con unas ansias enor- no se duda de la valía intelectual de 
del libro, al conjunto de áreas bajo mes de crecer intelectualmente y de cada uno de ellos, pero ¿se conside- 

la etiqueta de “industrias culturales parecerse a los países de la Europa raría igualmente lógico nombrar a 

y mecenazgo” (industria editorial
comunitaria, en la que la Francia de pintores famosos para dirigir el Mu- 
y comercio del libro, fundaciones, Mitterand y su ministro estrella Jac- seo del Prado solamente por su fama 

premios, propiedad intelectual.) y, ques Lange serán el modelo a seguir.
como artistas?

a veces, también, los toros. Por otra Sobre todo, en la época de los 
parte, suelen ser compañeros de via- gobiernos socialistas a partir de El sector bibliotecas

je de la cultura —al menos a la hora 1982, se llevan a cabo importantísi- Las bibliotecas, cuya percepción 

de crear los ministerios o conseje- mas inversiones en infraestructuras pública asocia hoy en día al mundo 
rías— el deporte y el turismo. Hay de bibliotecas públicas y en perso- de la Cultura, constituyen un sector 

un enorme peso de las industrias nal, así como una prolí ca labor vasto y complejo, con una activi- 

culturales y una percepción crecien- legislativa en los ámbitos nacional y dad que se extiende a ámbitos muy 
te que vincula cultura a actividades autonómico.
diversos (ciencia, investigación, 

denominadas de “ocio”.
Pero el tiempo pasa y en el sec- educación.) más allá de los tradi- 

En España el Ministerio de Cul- tor cultural se producen transfor- cionalmente asociados a las organi- 
tura como tal no se crea hasta 1977, maciones: el peso de las industrias zaciones culturales.

en plena transición, y tiene a Pío culturales —muy en especial el Sobre la magnitud del sector 

Cabanillas como primer ministro del sector de libro y del sector audiovi- nos dan cuenta algunas cifras ex- 
ramo. Cultura absorbe unas com- sual— es cada vez mayor; asimismo, traídas de las últimas estadísticas 

petencias en materia de bibliotecas
hay un cambio de mentalidad que
publicadas por el INE1 (2014):


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