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— ¿Cómo no has escrito esta vuelta con el consentimiento del productor bientación.

al mundo, con tantas cosas que con- español, me ofrece dirigirla. Yo tengo Platero y yo (largometraje, 88 m.)
tar, tan apasionantes.?
la sospecha de que la enfermedad de estuvo interpretada en el personaje 
— Bueno, te voy a contar que del via- Eduardo Mann fue una excusa para del poeta por “Simon Martin” (sin 

je a Vietnam recuerdo el barco de 4a no enfrentarse con la responsabilidad acentos, aunque en los créditos se los 
clase en el que fui, donde había una 
que se había buscado, porque luego ponen), un inglés que se encaprichó 
jaula con monos que pasaban sed y
apareció en el rodaje como observa- con el papel y contribuyó a la pro- 

se mataban unos a otros. En Japón, dor. Total, que me vi embarcado en
ducción de la película, y por la joven 
donde permanecí largo tiempo, estuve 
el proyecto, con el equipo técnico en actriz María Cuadra, mujer del pro- 
dando clases de español. Y allí realicé Huelva, y realizando modi caciones ductor, Eduardo de Santis, que hizo el 

una adaptación radiofónica de una en el guion, día a día, que contaban papel de la joven Aguedilla. Colabo- 
biografía de la santa Satoko Kitajara con el beneplácito de Mann y el pro- 
raron en pequeños papeles conocidos 
para el convento de las mercedarias ductor español Jesús Moreno. Luego actores como Elisa Ramírez, Roberto 

de Berriz, dirigido por María Teresa no dejarían de sucederse más inciden- Camardiel, Pepe Calvo, Mercedes 
Loring, hermana del famoso aviador. tes, pero la historia es larga, penosa,
Barranco, Carlos Casaravilla, Antonio 
Intervinieron como actores jesuitas de y hasta estrambótica. Se interrumpió Prieto, María Francés., además de 

la Universidad de Sofía y monjas de el rodaje bruscamente, se montó la miembros de la comunidad gitana de 
ese convento. La grabación fue envia- película con lo que había para obtener 
Moguer, que aportaron el burro (o tal 
da a su sede central de Bilbao.
la subvención. Hubo otro intento de vez los burros).

— Y vuelves a TVE.
continuarla, porque apareció un actor — Pero existe otra versión del Pla- 
— Sí, y fue una etapa muy fecunda, americano que quería hacer el papel tero.

en la que rodé documentales y cortos de Juan Ramón viejo, y se rodaron — Sí, porque el actor americano que 

con mayor autonomía que en la etapa nuevas escenas, que yo aproveché quiso interpretar al Juan Ramón viejo 
anterior, y puse en marcha programas para hacer un segundo montaje, pero se llevó todo el material rodado y con 

culturales que me traen gratos recuer- el rodaje se interrumpió de nuevo y él hizo un montaje que se estrenó

dos: Tengo un libro en las manos, Versos de nitivamente. Ya la he contado en México, en el cine Regis del D.F., 
a media noche, el ciclo de óperas, Mirar por escrito.
meses después. Pero no fue una nueva 

un cuadro, Biografía, Encuentro con las — Vamos, que no te apetece volver versión, simplemente proyectaron la 

letras.
a ella.
copia ya montada donde el supuesto 
— Más o menos. Todavía colean sus Juan Ramón viejo contaba la historia 

Platero y sus circunstancias
problemas, en torno a la propiedad desde su despacho.

— Y en 1965, Platero y yo.
del  lm. Fíjate si tengo historias con — ¿No se te ha ocurrido hacer una 
— La odisea de Platero y yo. Una Platero, que hasta en la crítica que se película sobre el complicado rodaje 

película que me llegó de carambola, y hizo en su estreno en Sevilla (ABC,
de esta película? Hubiera sido un 

que hice con mucha ilusión, pero que 12 de mayo de 1967), uno de los pocos documento excepcional sobre las 
fue toda ella, desde su inicio e incluso sitios donde se estrenó, el  rmante tribulaciones de eso que se llama 

hasta hoy mismo, un saco de proble- me llama en tres ocasiones Alfredo hacer cine.

mas: producción, realización, censu- Castellano.
— Hubiera estado muy bien. Y ade- 
ra, distribución, derechos de autor, de — Cuando no te borran de las fotos, más el asunto tiene una prehistoria 

propiedad.
te quitan el nombre como realiza- fabulosa.

— ¿Cómo fue la carambola.?
dor, o te lo cambian.
— Cuenta, cuenta.
— Me vi metido en el proyecto de
— Algo raro hay, sí. (dice entre ri- — El asunto empieza cuando Eduar- 

la noche a la mañana. El productor sas).
do Mann, el productor norteameri- 

italiano Eduardo de Santis, a quien — Pero el crítico, cambiazo de nom- cano, al que cali can como “ gura 
había conocido en Italia, me envió un bre aparte, valora muy positivamen- destacada del teatro estadounidense”, 

guión del Platero que había adaptado te la cinta.
aparece diciendo que había sido ele- 

el norteamericano Eduardo Mann. — Sí, sí. Comenta los contratiempos gido por el propio Juan Ramón Jimé- 
Tenía que leerlo e informar sobre su del  lm, pero habla de sorpresa, de nez, poco antes de su muerte, y entre 

contenido. Escribí un par de folios hondura, autenticidad, gracia, de otros muchos que se interesaban por 

poniendo de relieve lo bueno y lo ma- momentos muy brillantes y de la bue- esa producción. Mann, según esas 
lo (por ejemplo, los pocos capítulos na interpretación de Simon Martín
informaciones —que publicó la revis- 

del libro que se incluían en el guión). y, sobre todo, de María Cuadra, que ta Índice, hay una foto en ese mismo 

Y cuando iba a empezar el rodaje, dice que encarna de modo espléndido número— dice que el contrato no se 
Eduardo Mann, que iba a dirigir la pe- a Aguedilla, lo cual es muy cierto.  rmó debido a la muerte del escritor, 

lícula, “se pone enfermo”. De Santis,
También destaca la música y la am-
pero que llevó a un convenio con el so-


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