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entusiasmo de las entidades o ciales go de Haro Tecglen.
Millares, pintor del grupo El Paso, y de
hacia el cine en Aragón, en contraste
Alfredo contó en otra entrevista su mujer, buena poeta, Elvireta Escobio.
que a María le molestaba muchísimo
con la generosidad de las autonomías Estaban los que salen en la foto más di-
catalana, vasca y gallega. Y un ejemplo que la llamaran roja, porque siempre vulgada de aquel evento, la de “los poetas
sería lo poco que interesó en su momento fue creyente, una republicana cristia- del 50”, en la que yo también estoy: Jaime
na. Indignación que compartía con su
el proyecto sobre el Aragón oriental y la Gil de Biedma, Carlos Barral, José Ma-
problemática del expolio que realizó el gran amigo el poeta José Bergamín, al nuel Caballero Bonald, Blas de Otero, José
obispo de Lérida, y ahí sigue.
que conocí más tarde en París por indi- Agustín Goytisolo, Ángel González, los
cación suya y del que guardo un entra-
— Un factor importante de tu película citados Costafreda y Valente, y también
es la participación de la actriz Marisa ñable recuerdo.
andaban por allí, no en la foto, el escritor
Paredes...
y crítico José María Castellet, el novelista
Homenaje en Collioure
— Marisa Paredes conoció a María Zam- Luis Romero, el historiador Manuel Tu-
brano, y se estableció entre ellas una gran Uno de los recuerdos más vivos ñón de Lara, el hispanista Claude Cou-
sintonía. Con María Zambrano y con los de Alfredo fue el homenaje que se on y el exiliado ministro de la República
dedicó a Antonio Machado, una de
gatos de María Zambrano. Y es que la Pablo Azcárate. Estaban otros exiliados
escritora ha sido siempre una apasionada sus admiraciones, junto a su tumba, como Corrales Egea, Julio Just y José He-
de los gatos. Llegó a tener tal cantidad
en Collioure, el 22 de febrero de 1959. rrera Petere, que leyó “Retrato”, un poema
Lo rememora así:
de ellos en Roma, que la echaron de una de Machado.
de sus casas. Iba en procesión nocturna
para alimentar a los gatos del Trastévere, Yo residía entonces en el colegio ma- Alfredo cuenta un incidente que
cambió el curso del homenaje:
de las ruinas romanas... La insultaban,
yor Ximénez de Cisneros de Madrid. El
la llamaban esporcaciona. En Madrid,
director, Antonio Lago, había congregado
en su última casa, tuvo tres gatos. Gatos en el colegio a una serie de promesas, Un militante del PCE tomó la pala-
que ahora viven en el cementerio de Vé- entre los que había arquitectos, cineastas bra y presentó ante la tumba de Machado
lez-Málaga, donde está enterrada María, y escritores. José Ángel Valente, Alfonso un cofre que contenía tierra de la cárcel
porque algún alma caritativa los llevó. Costafreda, Emilio Lledó, Carlos Talamas Modelo de Barcelona. Dijo que aquella
María nació en Velez-Málaga, en 1904, y, como mentores mayores, Dionisio Ri- tierra había viajado a Collioure como
pero solo estuvo allí hasta 1909. De la druejo y Gregorio Marañón, que tenían homenaje al poeta de los presos políticos,
localidad malagueña pasó a Segovia, contactos con la Universidad de París, prisioneros en las cárceles de Franco.
donde residió desde 1909 a 1926.
que fue la que organizó el homenaje. Era Aquello multiplicó los temores que ya
— Nos hemos olvidado de Marisa Pare- a principios de febrero. Yo me encargué existían en relación a la presencia de po-
des...
de organizar la expedición en el Colegio
licías in ltrados del franquismo. Hubo
— Han sido los gatos. Marisa Paredes y fui a visitar a Ridruejo, que me dijo que desbandada de asistentes hacia España. A
aporta su voz extraordinaria para inter- no podía ir pero que comunicase a los mí me ocurrió algo muy curioso. Tuve la
pretar el texto de Zambrano. Como te organizadores un mensaje: “El doctor no suerte de conocer al actor Alberto Closas,
decía, Marisa conoció a María y expresó podrá desplazarse”, que yo transmití al que era un furibundo republicano, que
a la escritora su deseo de interpretar al- alcalde de Collioure. El “doctor” no era se ofreció para traerme a Barcelona en su
guna de sus obras. Gracias a esta película otro que Marañón. Al nal, tampoco coche. Era un descapotable espectacular,
aquella promesa se hizo posible, aunque
acudió Emilio Lledó. El homenaje a Ma- pero de solo dos plazas, y con nosotros
haya sido solo la voz.
chado era con motivo del XX aniversario también viajó el escritor Luis Romero, al
— Tu amistad con María Zambrano ha de su muerte. Se argumentaba que era
que he sentido no volver a ver.
tenido también otros frutos...
la “ocasión de hacer coincidir en torno
— María me dijo que no quería morirse al nombre de nuestro gran poeta a los Desde Barcelona, Alfredo se
sin ver representada La tumba de Antígo- intelectuales españoles separados geográ- trasladó a Zaragoza. Poco después se
na, así que hice una adaptación teatral incorporaba a su trabajo en TVE. Ba-
camente por acontecimientos ya lejanos
de este texto losó co-poético. Se estrenó y cuyas consecuencias son de interés rral mantuvo con los años el síndrome
en Mérida, en su festival de teatro clásico, fundamental para España eliminar de - del policía, hasta el punto de escribir
con mi dirección y con Victoria Vera en
que Alfredo podía ser uno de aquellos
nitivamente”. El comité de honor estaba
el papel principal. María tuvo ocasión
integrado por Louis Aragon, Jean-Paul policías camu ado, como escribe en
de ver parcialmente esta representación Sartre, Marguerite Duras, Simone de la segunda entrega de sus memorias,
pues lmamos quince minutos, que se Los años sin excusa.
Beauvoir, Raymond Queneau y Pablo
incluyeron en la biografía televisiva que Picasso, entre otros. Valente, Costafreda y Castellón conserva cinco fotos de
realicé y que ella contempló en su casa, yo fuimos juntos. En Collioure había mu- aquel acontecimiento: en una de ellas
con sus familiares y amigos. La adapta- se ve la marcha de la comitiva hacia
chísima gente. De la presencia de algunos
ción teatral la publicó la SGAE con prólo-
conocidos me enteré luego, como Manolo
el cementerio; en otra, un grupo de
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