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Sin lugar y sin espacio, solo en la identidad. La imagen de Crátilo mos con Platón, la imagen tiene un 

tiempo. Es una escasez de nitoria, no es Crátilo, tan solo es una imagen. espacio y un tiempo: la del material. 

pero apunta al núcleo. Vivimos en Ahora bien, Platón inmediatamente Es ese mismo material, por ejemplo 
las pantallas y estas carecen de espa- apunta la cuestión clave: ¿esta ima- el mármol, el que le da su tiempo y 

cio. Sí, tienen interfaz, pero la inter- gen es representativa o engañosa?
su espacio. La imagen, por tanto, es 

faz no está en ningún lugar. —En mi ¿Es una imagen justa o pura aparien- en sí y es para otro. Su realidad es 
pantalla— diréis. Y diréis bien. Pero, cia? ¿Dónde está la diferencia? Dos devaluada, pero es, y mientras tanto 

como pantalla de radar cualquiera, nuevos términos2: Eikon, que será la recuerda lo que no está. Es la presen- 

nadaesynadahay.Otodoesytodo imagen que se asemeje a la realidad cia de la ausencia.
hay, que viene a ser lo mismo. Ahora que representa; y Phantasma, que es ¿Cuál es la materia de la interfaz 

hay una fotografía, ahora nada, o la imagen que no lo hace. La razón digital? La luz. Tan solo la luz. No 

unas líneas, o un vídeo, o... en mi está en la proporción: si la guarda hay mármol ni hay madera, no 
pantalla y en la tuya. ¿Dónde? En habrá semejanza, si no la guarda será encontramos cerámica ni lienzo. 

todos lugares. En ninguno. ¿Dónde? solo una imagen. Hasta aquí parece Luz. Y la luz tiene su tiempo: el 

Tan solo en nuestra retina, tan solo sencillo, pero Platón deja entrever absoluto. Y la luz tiene su espacio:
ahí se retiene y habita. Y habita como una diferencia radical: mientras la el cero. Es la imagen, pero es la 

tiempo, mas no como espacio pues realidad es perenne, la imagen es imagen luz. Y esta imagen luz todo 

no ocupa espacio.
“temporal.
lo cambia. Tiempo lumínico. “En la 
Para admitir que la interfaz ofre- interfaz de la pantalla —dice Viri- 

ce una realidad sin espacio hemos
lio— todo es siempre ya allí, ofreci- “
¿Cuál es la materia de 
de admitir que lo que allí se muestra do a la vista en la inmediatez de una 
no está allí. Lo que se nos ofrece es la interfaz digital? La luz. Tan transmisión instantánea”3.

tan solo una imagen de otra cosa. solo la luz.
Todo dado a la vez, inmediata- 

Una imagen. ¿Quién es el primero en mente, a velocidad luz. Se pierde el 
hablar de las imágenes? De nuevo la presente, solo queda el instante. Es 

pregunta hoy, la respuesta ayer. No La imagen está en el tiempo, en tiempo real, según Virilio. Es veloci- 

nos movamos todavía: una imagen el devenir, y por ello no es real, solo dad absoluta. Y al perderse el presen- 
lohadeserdealgo,unalgoqueno aparente copia, más afortunada o te se pierden sus referencias, el pa- 

está en la interfaz. Digamos que la menos, pero copia. Es, sí, pero es tan sado y el futuro, absurdos desde que 

imagen representa otra cosa. Está por solo una vez resulta degradada. La abandonamos el orden que crea un 
otra cosa. Pero reclama estar por sí escultura es una imagen de un ideal antes y un después. Hemos perdido la 

misma. Es y no es. Representa y tie- y es, y dura, y tiene espacio, pero se línea temporal una vez que todo se da 

ne entidad al mismo tiempo. Y, como sujeta al tiempo. El cuadro es una al mismo tiempo y por tanto simul- 
imagen que está sin estar, difícilmen- imagen de un ideal (y si no lo es será táneamente; solo instantes. Ahora, 

te le podremos dar un lugar, un espa- copia de copia, sombra de sombra) y en la cotemporalidad de los instantes, 

cio... pero le podremos dar tiempo. es, y dura, y tiene espacio, pero tam- se pierde también la re-presentación: 
Ahora sí, movámonos con Platón.
bién se sujeta al tiempo. La realidad solo nos queda la presentación. Es 

Es el ateniense el que en el Teete- no, al menos la de verdad.
imagen, sí, pero no lo es de nada por- 

to1 dice que la imagen —Eidolon— es La imagen, entonces, es siempre que nada hay que la produzca, nada 
un 2o objeto parecido al real, pero en segunda instancia, mejor o peor, hay antes, no hay antes.

que no es real. Se parece. Imita. Pero más o menos proporcionada, pero 

no es real. ¿Dónde está su límite? En
siempre re-presentación. Y, si segui-

3 Paul Virilio, ‘La Ciudad Sobreexpuesta’, Lugar 
1 Teeteto, 191d.
2 So sta, 236a.
a dudas, 3 (2009); 8.


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