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¿Dónde está el centro?


El ombligo es el centro



Antonio Aramayona



Nuestra sociedad ejerce su onfaloscopia haciendo del “sistema” su ombligo, el centro que 

la aleja de la realidad y que le impide cambiarla.































Óscar Baiges


En su minúscula celda en la que las cosas y todos sus súbditos. Llevaban
Somos el centro. El valor del centro. 
apenas entraba la luz, de rodillas y a cabo, pues, la onfaloscopia (del griego Vote centro. Los lemas electorales han 

sentado sobre sus tobillos, con los ojos ónfalos, ombligo, y skopia, mirar) o el ido desparramándose sobre nuestras 

semicerrados, aquel monje intentaba arte de llegar a creer que el centro del cabezas, prometiendo la solución 
cada día, cada momento del día, universo es el propio ombligo o — única y verdadera, el mensaje salví co 

hallar la paz interior que le permitiera dicho de otro modo— que el universo universal del centro. El universo de 

atisbar la unión con su dios y sentirse entero gira (o debería girar) alrededor Parménides era esférico, inmutable, 
en armonía con la creación. Formaba del propio ombligo.
solo lleno de sí mismo, de ser, sin 

parte del grupo de los hesicastas, tan El cosmos onfaloscópico consta centro y sin periferias: todo ser, todo 

admirados por unos como denostados entonces de una serie de periferias
centro, todo quietud. El universo de 
por otros dentro de la iglesia oriental sin mayor relevancia que su mayor o Euclides, sin embargo, está lleno de 

cristiana. A aquel monje sus maestros menor proximidad a uno mismo, pues centros que mani estan el equilibrio

le habían aconsejado máxima solo el entorno próximo donde uno y la armonía de las formas y de los 
concentración a  n de aumentar su vive constituye el centro neurálgico cuerpos. El mundo solo es cambio 

fervor, y para eso recitaba, incansable, del mundo. Nuestra mirada  ja
continuo en el mundo aparente de

una breve jaculatoria al ritmo de
los contornos del mundo real y las lo material, corrigió Platón, pero es 
su propia respiración y, la cabeza fronteras con lo desconocido o lo inmóvil en el mundo verdadero, cuyo 

reclinada sobre su pecho, sin apartar la insigni cante. Nuestra mirada nos centro y cúspide es el Bien y la Bondad. 

vista de su ombligo.
hace protagonistas (protos, principal, La Tierra es el centro del universo, 
Hacía la contemplación divina
agonistés, actor, luchador), baricentros alrededor de la cual giran las estrellas

a través de la contemplación del del universo. Nada tiene, pues, de y los planetas, decidió Ptolomeo.

ombligo. Los monjes hesicastas extraño que nos creamos situados Y una pléyade de perezosos repitió
establecieron así una vía que otros también en el centro mismo de las sus tesis a lo largo de muchos siglos 

muchos copiaron, si bien no ya posibles posiciones políticas, capaces como si se tratase de mantras. Centro. 

buscando alguna suerte de divinidad, de contemplar, interpretar y encarnar Inmovilidad. Ombligo. Onfaloscopia.
sino la fama, el dinero a espuertas, el las más auténticas perspectivas Hasta Copérnico. Hasta Newton. 

fornicio universal, el poder sobre todas
sensatas de la humanidad.
Hasta Einstein. Hasta Hubble. Hasta


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