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Fracaso

La dignidad del fracaso

Carlos Manzano

El éxito y el fracaso ocupan un mismo plano. Para el autor del artículo el mayor éxito

reside en saber reconocer los fracasos con dignidad.

ILUSTRACIÓN: Egipto C. Ángel Orensanz

Dice el estribillo de una hermosa dad ha merecido la pena?”. cine americano), el término éxito
canción de Luis Eduardo Aute:
Como bien nos enseñó Ferdi-
suele estar asociado a una visión po-

nand de Saussure en su imprescin- sitiva, deseable, codiciada de la vida.

Quiero que me digas, amor dible Curso de lingüística general, todo El éxito como consecución de uno
signo lingüístico posee dos dimen- o varios objetivos. No obstante, en
que no todo fue naufragar
por haber creído que amar siones, el signiicante y el signiica- lo que tal vez no habría tanta coin-

era el verbo más bello do. El signiicante, salvo ligeras va- cidencia es en airmar qué logros o
riantes dialectales, es único en cada experiencias merecerían semejante
dímelo
me va la vida en ello.
idioma y da lugar a pocas controver- caliicación, es decir, en el recono-

sias en cuanto a su representación; el cimiento del instante en que hemos
La canción, una de las más be- signiicado, por el contrario, es varia- alcanzado el éxito.

llas loas a la dignidad de la derrota ble, plural, mudable y relacional. Es El éxito económico, delimitado

que el que suscribe ha escuchado manipulable y engañoso. Es etéreo. por la vieja relación entre pérdidas y
nunca, viene a poner en solfa una de Y pocas palabras podemos encon- ganancias, quizá presente pocas du-

las cuestiones vitales del ser humano trar tan sometidas a esa variabilidad das: como en el viejo y ridículo juego

y que una vez certiicada la muerte como los términos éxito y fracaso.
del Monopoli, gana el que más tiene.
de Dios ha pasado a adquirir capital Más allá de la igura romántica Pero en un sentido ontológico más

importancia: “Y todo esto, ¿de ver-
del perdedor (el famoso looser del
generoso, tomando en consideración

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