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Reseñas


La polivalente diversidad de un “agitador cultural”, 



contador de historias con “mucho cuento”



Fernando Aínsa


El principal mérito de Historia con ción cuentística— reescrito con un de su textura y están gobernadas por

mucho cuento es la diversidad de estilos
sorpresivo inal, el envenenamiento las leyes internas del género. Mateo 

y temas que despliega Eugenio Mateo presente en “Comed, comed maldi- aprieta la materia narrativa hasta darle 
con singular eicacia en este libro tan tos”, en “Maldita digestión” y en “Un una intensa unidad tonal; vemos a unos 

original como desconcertante. Cada cuento de otoño”, anuncian muchas pocos personajes —uno puede bastar— 

cuento es diferente: realista o fantástico; otras truculencias en un volumen que comprometidos en una situación cuyo 
irrupción de lo anómalo en lo cotidiano; se deja leer con sana alegría.
desenlace tan rápido como inesperado 

basado en una anécdota que se “desen- aguardamos con impaciencia.

rolla” (y no solo se desarrolla) por una Los cuentos de Mateo se perciben 
acumulación de situaciones que la des- como totalidades individuales; “Fruto 

quician desde un punto de partida banal redondo, concentrado en su semilla”, al 

o historia contada al modo tradicional; decir de Enrique Anderson Imbert van 
cuentos narrados en primera o tercera “al grano” y se traducen en un lenguaje 

persona; irrupción de la vigilia en el sue- prieto, en ocasiones hermético, donde 

ño o del “doble” que parece escapado de por un doble proceso de condensación 
una pesadilla (“El río”). Todo es posible y iltrado de hábiles enmascaramientos, 

en la polivalente condición de “contador pueden aglutinarse múltiples senti- 

de historias” con “mucho cuento” de dos y signiicaciones. Porque, aunque 
este “agitador cultural”, como lo deine concentrado y cerrado, autónomo y 

Fernando Morlanes en el prólogo.
creativo, sus cuentos son una estruc- 

Metamorfosis en “Acacio, el hom- tura autorrelexiva, es decir, crítica
bre árbol”; inesperado punto de vista de de sí misma. Hay un trasfondo social

un perro revelado al inal en “La ardilla y crítico en “La instrumentista” que 

y el mirón”; triste destino de los ratones transporta embutidos de contrabando 
atrapados en cepos (“Ratones”); un La polivalencia de Eugenio Mateo en el estuche de un violoncelo y en “El 

jabalí capaz de dialogar con un cazador se evidencia en temas donde otro tono retrato del iniel”, donde un escarbador 

en “El cazador cazado”; un monstruo y una tierna melodía de remembranza de basura y desperdicios revela sin que- 
ululante que no es más que un pobre ser histórica, emergen con contagiosa emo- rer una inidelidad conyugal.

aquejado de dolor de muelas (“El diaple ción de sus páginas, como en “Los niños El encadenamiento de circunstan- 

malaostia”), las molestias que puede de Morelia han vuelto”: esos ancianos cias puede llevar a catástrofes generaliza- 
causar un mosquito nocturno en la ha- que vuelven a su aldea natal en España das. Dos cuentos de Historias con mucho 

bitación de un hospital (“Un mosquito después de toda una vida en México cuento —“La estación” y “Tarde de com- 

en el hospital”), en todos estos relatos donde fueron conducidos de niños al pras”— en la mejor tradición del relato 
hay un toque de humor o de leve ironía término de la guerra civil.
“La autopista del sur” de Julio Cortázar, 

que en “Tengo un fantasma de Okupa”; Eugenio Mateo sabe que un buen nos llevan desde un nervioso gesto ini- 

en “Fortunato”, “La visita” o en “Un cuento debe ser redondo y estar cerrado cial —la urgida búsqueda de los billetes 
escritor incomprendido” puede provo- en sí mismo; que su estructura no puede para viajar en autobús o el brusco recha- 

car una sonrisa. Algunos cuentos llevan distraerse ni diversiicarse, porque todo zo de una muestra de turrón en un su- 

la ironía al grotesco como en “El concur- relato debe estar escrito con disciplina
permercado— al desmoronamiento de 
so”, donde un escritor escribe un relato y ese sentido de lo esencial que ha ido una realidad que ha perdido su sentido.

con un personaje sordo para descubrirse depurando el género a través de los Con prólogo de Fernando Mor- 

al inal, cuando es premiado, que el pro- siglos. Su escritura está hecha más de lanes y epílogo de Juan Domínguez 
pio escritor también es sordo.
despojamiento que de acumulación, Lasierra, cada uno de los cuentos de 

La frustración de un vengativo porque sus cuentos son autárquicos y Historia con mucho cuento está ilustra- 

homicida en “El argentino” o “El autojustiicados, en la medida en que do por un artista que ha sabido sin- 
billete” que pasa de mano en mano las referencias personales e históricas tetizar metafóricamente su esencia 

—motivo muy conocido en la tradi-
del exterior han pasado a formar parte
para añadir valor al volumen.


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