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del doctor López Ibor) para conocer pitán Trueno, tuviera una novia... y fiel, a la vez que mujer autónoma 
á
que el método Ogino no conducía ¡sueca!, la famosa Sigrid, princesa con responsabilidades y capaz de un ñó
de seguro a arder eternamente en ñ
úádel legendario reino de Thule.
trato de igual a igual. Sigrid de Thu- ó
las calderas de Pedro Botero. Nume- ñCuando Víctor Mora crea el le fue precursora de la mujer inde- í

rosos guiones interpretados por los ópersonaje del Capitán Trueno, un pendiente moderna, adelantada de á
entraables José L. López Vázquez, ó
caballero del Ampurdá entonces bajo aquellas otras Erika, Gerda, Anna, 
Alfredo Landa, los Ozores..., no sin el dominio del rey de Aragón y conde Inge, Birgitta, Lena que en los años ñ

algn aspaviento chabacano –todo de Barcelona Alfonso II, corre el año 60 invadieron cual cruzada pacífica ññí
hay que decirlo–, sonaban no solo
ñ
1956. En esos años, los héroes de la de liberación la Costa del Sol y con áóóí
a los timbales de una inaplazable historia de España en los libros de las que entre otras cosas aprendimos 
óá
liberacin sexual, sino también a un texto de los colegios son –además del a“ver en la mujer una compañera.
ó
fuerte anhelo de progreso por dejar más antiguo Viriato– don Pelayo, el ñ
íííó
atrs los velos de una España ahíta Cid, los Reyes Católicos y don Juan íá“
entre otras cosas ñí
de prohibiciones cuaresmales, nove- de Austria, todos vencedores de los 
nas semanales y consultorios de la
sarracenos y ejemplar referencia de aprendimos a ver en la é
ó
la nobleza goda y del Sacro Imperio mujer una compañera
seorita Francis.
ñ
“
Germánico. La primera aventura ó
del Capitán Trueno A sangre y fuego 

nos muestra al héroe como jefe de Trueno y Goliat eran de cosecha dejar atrs los velos 

un grupo de españoles luchando hispana. Pero con Sigrid, Crispín, de una Espaa ahta de 
junto al rey inglés Ricardo I en julio ölas frecuentes visitas y amistades 
áprohibiciones cuaresmales, 
de 1191 durante la toma de Acre a los hechas en Thule, sinceramente casi “
önovenas semanales y 
musulmanes en Tierra Santa, en la se diría que la escuadra del Capitán 
Tercera Cruzada. En la lejana España Trueno trabajó como un equipo consultorios de la seorita 

los reinos cristianos, divididos, pasan éhispano-escandinavo. Ofició de Francis
ó
un mal momento que se acentuará éembajada informal española en los 
con la derrota ante los almohades en reinos de Suecia y, si no fuera por 
á
la batalla de Alarcos de 1195. Mientras su destino de militante aventurero Pero la aficin popular de los 
óñ
tanto en Suecia, aunque se suceden y quijotesco que le impidió la oca- aos 60 por la iconografa sueca 
luchas internas por el poder entre las sión de llegar a casarse, el Capitán no se explica solamente por los flu- 
ñ
casas de Erik y de Sverker, se comple- Trueno podría haber terminado jos y contactos de un turismo con 
á
ta aceleradamente el proceso unifica- ócomo rey consorte de ese Thule que aires modernos y renovadores. En 
dor de cristianizacin.
representaba a la Suecia medieval. mi opinin, se asienta tambin en 

Cuando de vuelta de Acre True- íóAsí, no fueron los hijos de Sigrid una predisposicin positiva hacia 

no encuentra a Sigrid por el medi- y del paladín español (que no los las etnias y cultura nrdica como 
terrneo en un drakkar timoneado tuvieron), sino los de un general portadoras de una identidad y unos 

por su protector Ragnar Logbrodt francés del ejército de Napoleón, los valores genuinos que la dominacin 

pronto descubrir que tras la belleza que seiscientos años más tarde se írabe en Espaa supuestamente 
de sus ojos garzos, rubia cabellera alzaron con el trono de Suecia para habra desplazado. Aqu, una parte 
í
ondeando al viento, finos pmulos, continuar hasta nuestros días. El ge- de la historiografa, y ms durante 

largas piernas y cintura inverosmil; neral se llamaba Jean Baptiste Jules el franquismo, verti la idea de que 
se esconde casi una amazona, una Bernadotte, nacido en Pau, ciudad la esencia espaola coincida con la 

skldm de saga diestra con la espa- por cierto hermanada con Zaragoza, íherencia de los pueblos godos y la 

da, que naci en un barco camino de quien en 1813 cambió de bando, se cristianizada monarqua visigtica, 
Vinland (Amrica) donde perdi a hizo antibonapartista y fundó con el europeos en s, frente los “invasores” 

sus padres, acostumbrada a la vida nombre de Karl XIV Johan la dinas- del islam, que no dejaban de ser ele- 

dura del pillaje y la guerra. Sigrid ta Bernadotte hoy aún vigente en mentos africanos en su mayor parte 
no duda en acompaar activamente Suecia.
y adems infieles. Aun hoy a esto del 

a Trueno en parte de sus aventuras. Pero no sabemos si en verdad cristianismo como pilar de la “civili- 

Pero tambin desempear con a Vctor Mora, nuestro admirado zacin occidental” se le sigue dando 
prudencia y sin tutela masculina las guionista, le hubiera gustado ese vueltas cuando se discute de consti- 

tareas de gobernar el reino de Thule final, pues fuera de la tinta y las tra- átucionalismo en la Unin Europea.

que recibe como herencia. Mora mas propias de sus historias grficas, Por eso mismo, no es extrao 
pinta a Sigrid como la simbiosis de sus simpatas iban claramente por el que el personaje ms exitoso del 

la dama de caballero, amante dulce
ideal republicano.
cmic espaol de los aos 60, el Ca-


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