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Entre dos culturas

Sigrid: la novia sueca
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Vctor Herráiz

De los efectos liberadores de las nuevas invasiones vikingas en la España de los 60.
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Ilustracin: Capitn Trueno, Crispín, Goliath y Sigrid. Autor: M.Diaz.
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Hasta los aos 60 del siglo pa- “¡Qu vienen las suecas!” gri- época estival, sobre todo a partir

sado solo algunas vagas noticias nos taba Alfredo Landa en una de sus de 1960, tras el terremoto que su-
venan de Suecia. ¿Qu podemos pelculas de entonces tocando a za- frió Agadir, el enclave turístico de

contar? Algunas fotos de una casa farrancho libertario contra la moral Marruecos. Famoso fue también el

real que las revistas del momento gazmoa. Claro que no todas las establecimiento en 1965 en la playa
¡Hola! o Lecturas dejaban entrever turistas extranjeras que acudían a la
de San Agustín (Gran Canaria) de
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como civilizada y simptica; una los apartamentos “Nueva Suecia”
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reverente admiracin por el acero por algn motivo por el constructor sueco Sven Kvi-
sueco, apreciado como lo mejor en borg, cuyo reclamo ha favorecido la
fueron las suecas las “
chapas y rodamientos; los ecos de llegada de cientos de miles de suecos
que quedaron unidas al
un cineasta que pasara a ser obje- cada año, algunos de los cuales han
to de culto: Ingmar Bergman; un hecho de España su residencia defi- ó
imaginario colectivo
envidiable nivel de vida de aquellas nitiva.

gentes... Pero a partir de los aos Puede afirmarse en cualquier
60 y 70, emergi con el encanto de Espaa del litoral eran escandinavas, caso que fueron el icónico turismo ñí

una saga nrdica el atisbo de que y la mayora ni siquiera suecas. Pero, nrdico y su entusiasta narrador, ñ
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las relaciones amorosas podan ser por algn motivo, fueron las suecas el cine espaol de la época (Amor
naturales, espontneas, sanas, sin el las que quedaron unidas al imagina- a la espaola, 1967; El turismo es un í

acostumbrado halo de mojigatera y rio colectivo. Hay quien cree como gran invento, 1968; Manolo La Nuit,

tab. Y ello se forj sobre la imagen el escritor Emilio Quintana que en 1973...), quienes ayudaron a abrir
sugerente de las turistas suecas que ello influyeron diversos proyectos de definitivamente los ojos de nuestros
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comenzaban a frecuentar nuestras temprano asentamiento en Espaa paisanos a otras realidades ocultas

playas mediterrneas, valquirias en promovidos por funcionarios o em- hasta entonces. De pronto supimos
bikini de espectaculares ojos azules presarios suecos. Ya en julio de 1954 que haba, s, otros mundos allá por

y rubios cabellos que nuestro corti- se haba inaugurado en Torremoli- el brumoso y fro norte donde la

jeo toro negro de Osborne buscaba nos un colegio sueco de vacaciones libertad y el deseo no eran pecado y
cada noche enamorar imitando sin que por perodos quincenales atrajo donde consultar por ejemplo un ma-

saberlo el mtico rapto de Europa.
miles de estudiantes suecas en la
nual de medicina (aqu agotamos el

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