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visionario y lúcido Pasolini, cabe hablaba del pesimismo de la ra-
afirmaba que «la tragedia de nues- 

volverse a preguntar si han desapa- óíííózón y el optimismo de la voluntad tro tiempo es que la dominación 
recido por completo las luciérnagas á
ó(optimismo de esta que quizás hoy está unida y la resistencia está frag- 
o, por el contrario, ocultas y aisla- día también él se cuestionaría), mentada», y no se refería, en este 
é
das lanzan señales de luz desde dis- acaso siga vigente el viejo objetivo sentido, a la resistencia que cada 
tintos puntos del planeta, o acaso óéí
áde W. Benjamin de organizar el cual ejerza frente a los poderes que 
tambin desde la vuelta de la esqui- ííéápesimismo, no a fin de lograr una individualmente puedan oprimirle, 

na donde uno se encuentra.
Revolución imposible, sino en aras sino a la fragmentación de las resis- 
A partir de ahí, dos caminos
í
éde impedir la llegada y entroniza- tencias colectivas que se oponen a 
se abren a ojos del espectador. Uno ción de lo peor, de eso peor que en su poderes diversos que están unidos, 
í
de ellos es lanzarse al vacío, donde átiempo llegó en forma de nazismo y como el capitalismo, el colonialis- 
slo cabe encontrar el suicidio o ese en trágica situación europea, y que 
ímo o el patriarcado, por citar tres 
cinismo posmoderno que es la ma- lo llevaron a suicidarse en la España poderes globales que habitualmente 
ó
nifestacin actual del nihilismo, por franquista cuando desde Francia generan, además, multitud de va- 
cierto, tan alejado del muy respetable áóhuía de la Gestapo. Acaso eso peor 
riantes locales.

cinismo clsico de la escuela de An- áque W. Benjamin quería evitar Sin embargo, cuando se ha-

éá
tstenes. El otro camino quizs sea el áresistiendo por medio de la organi- bla de resistencia colectiva, queda 
que permita la resistencia: ¿A qu? zación del pesimismo, no esté tan siempre en el trasfondo la pregunta, 

¿Para qu? Naturalmente al poder o lejos hoy, de nuevo y bajo otras apa- creo que nunca resuelta del todo,


ms exactamente a los poderes o a las r“iencias, en el horizonte.
de cómo se organiza esa resistencia, 
distintas formas de dominacin que áde cómo resuelve la teoría el papel 
é
de tan dispares maneras oprimen hoy Acaso siga vigente
áde las denominadas vanguardias o 
áñ
da a la inmensa mayora de habitan- íde cómo se resuelve en la práctica 
tes de este mundo globalizado. Pero el viejo objetivo de W. éáesa cuestión tan espinosa como 
ó
¿tiene sentido, hoy, la resistencia? Di- Benjamin de organizar el áfalsa de que las masas en acción, 

ra que s, sin lugar a dudas, si desea- pesimismo, no a fin de lograr ípor utilizar el lenguaje clásico, se 
mos conservar sin fractura ese largo autodirigen solas. Pero a pesar de 
una Revolución imposible, 
hilo que durante la historia de la hu- eso, de la complejidad que a lo largo “

sino en aras de impedir la 
manidad nos ha dado sentido como íde la historia ha supuesto oponerse 
individuos o como colectivo, y que llegada y entronización de lo úa las más diversas formas del Poder, 

entronca con Espartaco, con Hipatia peor
de las infinitas ocasiones en que la 

de Alejandra o con Mariana Pineda, oposición al poder ha tenido como 
por citar tres lucirnagas reconocidas resultado la creación de un nuevo 

que de diversos modos se resisitieron Si resistir es una forma de evi- poder igual de totalitario que el de- 
á
a estructuras de dominacin, al tiem- tar o retrasar que llegue lo peor, írrocado, de la probabilidad de que

po que servan de destello, adems quiz s que sea importante pensar íel capitalismo no sea un sistema 

de otras lucirnagas desconocidas, en cul es la mejor forma de resisten- que, como señalaba Marx, lleve en sí 

el mundo trgico en que se hallaban cia, ms all de la que personal- mismo el germen de su propia des- 
sumidas. Es manteniendo ese hilo mente cada cual se plantee para s trucción, sino un sistema que hoy úá

cmo las generaciones pueden sentir- mismo en la trinchera donde ms lleva en sí mismo el germen de su ú

se sucesoras unas de otras. Por ms seguro se encuentre, valga la refe- propia destrucción y la del planeta 
grandes que sean sus diferencias y las rencia blica al hecho de que toda entero; a pesar de todo ello, quizás 

de su entorno, por ms ajenas que se resistencia es frente a un enemigo el nico acto que da sentido a una 

sientan entre ellas, las resistencias in- real, y ms si del Poder se trata. supervivencia no esclavizada, ocurra 
dividuales o colectivas siempre sern Pero aparte de la autodefensa indi- esta a la vieja usanza o bien por la 

una referencia del deseo de libertad, vidual, que as podramos llamar a ms actual variedad de esclavismo 
ú
un espejo en el que mirarse llegado el la resistencia de cada uno, parece virtual, sea la Resistencia. Así, con 
caso. A partir de ah, muchos son los evidente que la resistencia colec- mayscula, nos devuelve el eco de 

modos de resistencia, y lo importante tiva aade un plus de fuerza a la sublimes epopeyas de la humanidad 

es no equivocarse acerca del poder del individuo solo. Y respecto a la ante el sometimiento o de pequeñas 
histrico ante el que es preciso resis- resistencia colectiva, nicamente acciones heroicas que ni la historia 

tirse para no acabar esclavizado.
har alusin a un pensamiento que nos ha dejado por escrito y por ello 

En un mundo en el que racio- no hace demasiado tiempo expona no habitan nuestra memoria. Pero 
nalmente no cabe el optimismo, Boaventura de Sousa en una entre- unas y otras han existido. Y, afortu- 

como ya adverta Gramsci cuando
vista en la revista El Salto, cuando
nadamente, continan.



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