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¿Resistencia o cambio?


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La resistencia y la épica
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Eugenio Mateo
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No se podría entender la evolución sin la capacidad de resistir, ni que la necesaria 
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superacin de situaciones vitales no viniera de la mano del instinto de supervivencia
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Si acaso se pudiera definir con óózarros espartanos es una gilipollez, sin cuartel de la cronología han ido 

precisin aquello que desde lo más porque de ellos se dice que supieron llegando, sin previo aviso, consignas 
profundo impele al hombre a guardar resistir sin despeinarse para venir a 
íóde cuerpo a tierra y he ido tratando 
lo que le es propio, no sería descabe- óémorir hechos una pena, tan de oro- de seguir adelante sin importar el 

llado destacar a la resistencia como úpel sus pectorales a pesar de todo. cómo resistir. Me agota tanto ejerci- 
sentimiento primigenio y ncleo de Desde las propagandas oficiales has- cio mental. Resistir requiere de en- 

todas las capacidades de adaptación. óóéta el mundo del cine, pasando por trega, de determinación, de lucha, y 

No se podra entender la evolucin óílos medios de comunicación, algu- más si se suma una terquedad here- 
sin la capacidad de resistir, ni que la na, más bien numerosas, visiones ditaria, pero al final es agotador. Se 

necesaria superacin de situaciones maximalistas de la Historia y una ha convertido en algo tan cotidiano 

vitales no viniera de la mano del ins- parte importante de la novela histó- que para que se la valore se tiene que 
tinto de supervivencia.
rica, siempre se veneró a la épica de óárevestir de épica. La resistencia muta

“í
la resistencia con la estética manipu- u esencia y se convierte en hazaña.
s“


No obstante, haber ladora de los ideales; parece ser un ó
valor que nunca cotiza a la baja por- í
llegado hasta aqu ha En el tejido del tiempo “

que ha aprendido, en su larga trayec- á“

íen el que cada cual estampa 
supuesto hacer cotidiana mi toria por la evolución, a calar en las 
conciencias. Hay que ser muy tem- éóísu ex libris, resistir su paso es 
ntima resistencia
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plado para venir a hablar hoy día de ála primera actitud

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ideales o para resistirse a reconocer í
Por desdramatizar, yo hubiera que se ha cado en el adoctrinamien- áí
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querido haber estado en las Term- to. No tengo rubor en admitir que íEs entonces cuando se cubre con


pilas, haber sido uno de los trescien- ciertos titubeos hayan mordisquea- la aureola de heroísmo. A partir de 
tos de Lenidas. Lo que pasa es que do mi integridad (que dudar es de ahí, el camino a los luceros se abre 

tengo la imaginacin contagiada por sabios), y que, de todas formas, tire inexplorado. Pongamos por ejemplo 

el cine y tal deseo solo tiene base de la primera piedra aquel que no haya íaquel de ese hombre que se convier- 
guion. Si lo que nos cuenta Herdo- comido de la manzana de la indeci- te en héroe de una manera casual 

to no se lo invent, aquello fue algo sin. En el fondo, todo esto no sera simplemente por que le dieron órde- 

entre seis mil contra doscientos mil. ms que un estril prembulo de la nes y pudo cumplirlas; tales órdenes 
Un asunto gordo. Una hombrada, pelcula real de mi extravo, aunque implicaban resistir hasta el final y, ó

aunque se perdiera, teniendo en yo, a lo sumo, preferira escurrir el acatadas, supusieron el fin. O ese 

cuenta que slo parecen importar bulto en la butaca o hacer mutis por otro que resistió martirio hasta que á
300. Y cuando digo que me gustara el foro. Pero, claro, no puedo olvidar su fe le dispensó de la tortura con í

haber estado en aquella batalla, real- que yo mismo soy un resistente. Lo una muerte horrible. La historia de í

mente es mi imaginacin peliculera soy a tantas cosas que a veces pierdo la humanidad está hecha de proezas, 
la que desvara —en el fondo, el la nocin y lo olvido. No obstante, los fracasos no han servido, aunque á

cmic gore que nos regal Hollywood haber llegado hasta aqu ha supuesto se debera haber aprendido de ellos; í

hizo gala de una manera novedosa hacer cotidiana mi ntima resisten- sin embargo, ms allá de la exalta- 
de sublimar el concepto pico de cia. No se debera perder de vista un cin, de consignas, de propaganda, 

resistencia con desparpajo doctrinal, detalle: la edad es la mejor aliada incluso de la irona, la resistencia


y estuvo a punto de reclutarme— si para ir restndole protagonismo al es el catlogo moral de la actitud de 
acaso. La cuestin es que borde la resistir y, paradjicamente, es en la prevalecer. Nos encontraremos con 

paranoia llegando a poner en solfa
vejez cuando es ms necesario resis- la dicotoma de resistir para vivir o 

la propia capacidad de resistencia
tirse. He sido testigo de las guerras de vivir para resistir. En cualquier 
en determinadas ocasiones. Claro es soterradas del da a da y, a la vez, caso, dicen que resistir es vencer. Si 

que intentar compararme con los bi-
actor y vctima de sus derrotas. En el
ellos lo dicen...



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