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¿Resistencia o cambio?


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María Conesa
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De cupletista a reina de la escena mejicana durante 

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70 aos

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Javier Barreiro
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Hoy, que tantas biografías femeninas son perseguidas y desmenuzadas en pos de satisfacer óñ
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una moda, demanda editorial o fenómeno sociológico, es extraño que nadie haya recurrido 

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a la increble peripecia de la levantina María Conesa, bailarina, cantante y actriz, que

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tuvo su protagonismo en el music-hall barcelonés de comienzos del siglo XX, presenció el íóííí

asesinato de su hermana en el teatro, emigró a Méjico, donde fue la estrella más popular ó
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de la Revolucin, amante de políticos y de los personajes más poderosos del país y, con íñó

casi noventa aos, muri trabajando y con la consideración de ser la artista más querida y 

admirada del pasado siglo en la nación mejicana





 
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Mara Conesa Red, hija legti- ácanallado y próximo a la prostitución 

ma de Teresa y Manuel, haba nacido óóde los espectáculos sicalípticos de los 
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en Vinaroz (Castelln) el 12 de febrero úinicios del siglo, donde el público, 
de 1890. Tena una hermana, un ao ómás que a oír a las cantantes, iba

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mayor que ella, con el mismo nombre a solazarse con su ración de carne, 

que la madre. Fue el anuncio de la entonces tan poco accesible a los ojos 
llegada de otro hijo lo que propici de los varones, a La Czarina no le 

que la familia se trasladara pronto a fue difícil encizañar a su hermano, 

la Barcelona en expansin de finales al parecer un personaje medio vago, 
del siglo XIX en busca de mejores medio chulo, medio inútil que pulu- 
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horizontes. Las dos hermanas entra- laba por los locales donde su herma- ó
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ron como bailarinas en una compa- Mara Conesa (Archivo Javier Barreiro)
na trabajaba, le sacaba los cuartos y 
a infantil que en 1900 actu en la trapicheaba con lo que podía.


Exposicin Universal de Pars y des- completado su aprendizaje en una 
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pus hizo giras por Espaa, Italia y academia de canto, de las muchas La hermana asesinada

Amrica. Trabajaron en Cuba, Nueva que proliferaban en el Barrio Chino, El diario La Vanguardia del úl- 

York y Mjico donde debutaron el 11 pronto pudieron debutar con xito timo da de febrero de 1906 cuenta 

de enero de 1901. Nadie poda pensar en el Edn Concert como bailarinas como la noche anterior en uno de los 
que tres cuartos de siglo ms tarde,
y cantantes. La juventud, belleza y, palcos del Edn Concert y a las diez é

la nia de diez aos resumira en su tambin, el buen hacer artstico de y cuarto, un tal Benedicto González, ó

vida la historia del teatro musical del las dos hermanas despert los celos ebrio y drogado, despus de una dis- 
ms grande pas de lengua espaola.
de una cupletista de ms edad, La cusin en la que intervinieron las tres 
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A su regreso a la Ciudad Con- Czarina, que vea cmo el pblico se cupletistas y sus madres, asest dos 

dal, las jvenes hermanas toma-
entregaba cada vez ms a las rivales pualadas a Teresa Conesa y otra a 
ron clases de baile con una severa en detrimento de la aceptacin de su un concurrente del que slo constan 

maestra que termin de formarlas y,
arte. En aquel ambiente srdido, en-
las iniciales I. F., que se interpuso



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