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a nuestro control. A las que se debe estamos viviendo una situación des- Cuando la 
ú
considerar con carácter genérico,
óíquiciada. No voy a añadir nada a lo incertidumbre se dispara, una 

esas que afectan a todos, se les puede áíque ya sabremos por el devenir del de las consecuencias más 
predecir o no, depende de su proce- tiempo, aunque sí decir que se palpa 
inmediatas es la pérdida del 
dencia exógena o endógena Todas
una gran incertidumbre por no saber 
las incertidumbres sobre la vida en el valor tangible de las cosas,

el final de este episodio. Por encima

planeta: sequías, hambrunas, plagas, óde epidemias o pandemias en curso, y, una de dos, o la economía 

catstrofes, pandemias, calentamien- ósubyace algo incontestable: nuestra global es un bluf, o el dinero “

to global, cambio climático, etc., nos fragilidad. De pronto, recordamos que 

amenazan permanentemente con la ísomos prescindibles, y nos impulsa es muy cobarde, y, ¿por qué 

espada de Damocles. En estos casos, áun puro miedo, que paradójicamente, nolasdosalavez?

vacilar es irremediable para cualquier áse retroalimenta, como la epidemia, 
ó
alma sensible. Definitivamente, hemos ócon el miedo de los demás. No se sabe 

de vivir con ellas. Es tanta la angustia úla auténtica razón del miedo. Se dicen Se sacuden métodos de vida. De- 
que pueden provocar, que cualquier tantas cosas que sólo producen confu- berán ser revisados tantos males endé- 

remedio que se aplique es intil. Sólo ósión. Alguien se ha empeñado en tocar micos... Habrá un antes y un después 
í
cabe echar mano de la resistencia como el diapasón y las gentes, sin distinción, y no se sabe si estamos preparados 
ltimo recurso de suerte.
íse ven encuadrados en determinados para dar importancia a lo que la tiene. 

Descendiendo al mbito perso- grupos de riesgo y a la vez en todos.
De momento, como en toda crisis, la 
“
nal de cada ciudadano, los recelos, única certeza es que para algunos será 
inseguridad, inquietud, desasosiego, un modo rápido de enriquecimiento, 
Se llegaría a la 
duda, indecisin, vacilacin, sospe- haciendo bueno aquello de: “a río re- 
conclusión de que la 
cha, es decir, la incertidumbre vital, ívuelto, ganancia de pescadores”. Cuan- 
ha condicionado cruel e inexorable incertidumbre personal ádo la incertidumbre se dispara, una de 

las vidas annimas desde siempre, álas consecuencias más inmediatas es la 
puede salvarse si se salva 
incluso desde los primeros balbuceos, ípérdida del valor tangible de las cosas, “

y ha venido formando parte de su na- el Yo, como sugería Ortega y, una de dos, o la economía global es 

turaleza. Se llegara a la conclusin de y Gasset con su «Yo soy yo y un bluf, o el dinero es muy cobarde, y, 

que la incertidumbre personal puede mi circunstancia»
¿por qué no las dos a la vez?

salvarse si se salva el Yo, como sugera éHemos sido capaces de super- 
á
Ortega y Gasset con su «Yo soy yo
ívivir a situaciones extremas, pero, al 
á
y mi circunstancia». Sin embargo,
Cunde el pnico que recuerdan las áparecer, el sistema hace aguas de ma- 
un desasosiego, una inseguridad, la tragedias, la Humanidad está en ínera ostensible con tan sólo un virus 
é
inquietud que alcanza a lo colectivo, peligro. Se sigue ignorando el nom- ódesmadrado. Algo no se explica bien, 
ó
slo puede ser vivida desde el papel bre del miedo, a pesar de que slo
ío, peor, algo no se cuenta del todo. 
de v  c t i m a a f e c t a d a .
se hable de uno hipottico llamado Habrá ocasión de analizar todo este 
“
coronavirus. No es este el autntico desconcierto. Esperamos. Un factor 

miedo. Al fin y al cabo, la ciencia se que viene a complicar el caso es el 
La capacidad de impondr y nos dispondr la vida en escepticismo de la ciudadanía ante las á
í
resistencia humana no es espera del siguiente virus. El miedo recomendaciones de los responsables 

un mito, en realidad, la real es a lo desconocido, a todo aque- polticos. Si su credibilidad está bajo 
llo que socava los cimientos de un cero, no es de extrañar la reticencia de 
resistencia no depende de é“ 
confort mezquino. La gran ubre no la gente. Sea como sea, la evolución 
la fuerza, depende de la 
puede dejar de amamantar lo cons- de la incertidumbre es exponencial. ó
tituido —nos decimos—. Se cae en Solamente queda —como vengo di- 
necesidad de resistir

la histeria como se podra caer en la ciendo—, esperar que en el momento 

bebida, por atontamiento. De repen- de la publicacin de Crisis #17, esta 
Es de desear encarecidamente que te, los autobuses circulan casi vacos; otra crisis pueda parecer el sueño de é

cuando estas letras lleguen al lector,
asoman las primeras mascarillas por una noche de verano, una pesadilla, é

la crisis del COVID-19 slo sea un
la calle, portadas por ciudadanos ms bien, habida cuenta de un esce- 
mal recuerdo. Falta nos hace, porque chinos; se vacan las estanteras, se nario que se desmorona.
á

estamos enfermos de pnico. Este ar- hunden las bolsas. De repente, se le Sintindonos hurfanos de 

tculo se escribe a mediados de marzo; dice a la gente que estar ms segura certezas, seremos un poco ms ma- 
y por tanto obsoleto cuando sea ledo, en su casa. De repente, la sensacin nipulables en una nueva poca de 

pero es en estos momentos cuando
de lo efmero...
tinieblas.



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