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La palabra incertidumbre en- semillas nos lleva a decir que en ese y belleza. Incorporadas a mi traba- 

tró en la historia del siglo XX por letargo de la mina el fruto en el que jo plástico de los últimos años, me 
la puerta grande, con uno de los ó
se convertirá la semilla se encuen- han permitido adentrarme en su 
principios más relevantes de la físi- áíátra vivo y muerto, resultado de una mundo, el vegetal, del que obten- 
ó
ca cuntica formulado por el físico ímágica superposición cuántica o go no pocas lecciones. Un mundo 
terico Werner Heisenberg en 1927, íóóó
del arduo camino al que se enfren- donde la respuesta ante la adver- 
en el que básicamente se establece íta el pequeño brote.
sidad nunca puede ser la huida, 
ó“
un lmite para cuánto podemos sino la adaptación, donde cada ser 
saber.

ífunciona como un colectivo, donde 
Lamentablemente, este con- Pertenezco a ese hay vista sin ojos, lenguaje sin voz 
ó
cepto ha venido para quedarse, óégrupo de observadores de e inteligencia sin cerebro.

especialmente en la vida de las jó- 
la lentitud y las pequeñas Un mundo al que volver la 
venes generaciones nacidas a partir óömirada en medio de tanta incerti- “

écosas, y me declaro 
de los noventa del pasado siglo. La ídumbre.

incertidumbre es lo que domina
ñfascinada por el mundo de 

en su vida laboral, su acceso a la las semillas

ó
vivienda, la formacin de una fa- 
milia, etc.


A nivel global, tambin la so- Una semilla sabe esperar. No 

ciedad se ve confrontada con pro- cabe preguntarse por su duración. í
blemas nuevos, como la aparicin Granos de cereales encontrados
ó

de nuevas epidemias, el agotamien- en excavaciones arqueológicas en í

to de los combustibles fsiles, el Egipto germinaron en los labora- 
desarrollo de la inteligencia artifi- torios. Cualquier semilla de cerezo 

cial y las consecuencias del cambio es capaz de esperar hasta cien años á

climtico. A diferentes velocidades, para hacerlo. Como cuenta la cien- 
aparecen respuestas a estos nuevos tfica Hope Jahren es una combina- 

retos. As, ante la posibilidad (es- cin de luz, temperatura y hume- á
áí
peremos que lejana) de un cataclis- dad junto a otros factores lo que las 
mo ecolgico mundial, la FAO (Or- lleva a decidirse y germinar (2016, 

ganizacin de las Naciones Unidas Lab Girl, pg. 37). El gurú indio 
ñ
para la Alimentacin y la Agricul- Osho introduce el concepto de va- 
tura) cre hace ahora doce aos en lenta para referirse al camino que 

la isla noruega de Svalbard, a 1400 emprende la semilla para crecer. 

km del Polo Norte, el Banco Mun- Abandonando la seguridad que le 
dial de Semillas. Pese a que ya exis- proporciona la coraza comienza su 

ten bancos y redes nacionales de lucha con la tierra, con las piedras 

semillas, este almacn de simientes y las rocas. «Y la semilla era muy 
de unas 6000 variedades de cultivo dura y el brote ser muy muy suave 

supone una segunda red y un “arca y los peligros sern muchos» (1999, 

de la esperanza” como la denomina Dang Dang Doko Dang: Charlas 
Francisco Lpez, funcionario de sobre el Zen).


dicho organismo, en una entrevista En el mundo del arte son mu- 

radiofnica (https://play.cadenaser. chos los artistas que han vuelto su 
com/audio/1583059106_487575/).
mirada hacia la naturaleza en la 

Es reconfortante imaginar que, que (y con la que) trabajan. Perte- 

en el fro subsuelo de una mina nezco a ese grupo de observadores 
abandonada noruega, a menos 18 de la lentitud y las pequeas cosas, 

grados centgrados, las semillas y me declaro fascinada por el mun- 

esperan su oportunidad. Es un do de las semillas. Admiro sus es- 
estado que me lleva a bautizarlas trategias para viajar (desde las que 

como las semillas de Schrdinger, se invitan al calcetn, hasta las que 

aludiendo a la paradoja gatuna
vuelan alzadas por vilanos), la pa- 
que plantea el fsico austraco que radoja de su fortaleza y sutilidad, y 

le da nombre, que traducida a las
no en menor medida su delicadeza



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