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Frente a las fronteras
Animales sin fronteras y otros compañeros de viaje
Víctor Herráiz
La disputa constante por el territorio y los recursos entre los grupos humanos ha oscurecido
la gran frontera que hemos levantado frente a los animales
Mural en la calle Mayor de Zaragoza (Víctor Herráiz)
Una de las preguntas más fre- millas más de soberanía adicionales? Desde Darwin y su luminosa
cuentes que la humanidad moderna Y probablemente estableceríamos obra El origen de las especies (1859),
se hace es: «¿Estamos solos en el también, como prudente medida de unida a las más recientes investiga-
universo o hay alguien más?» Hoy no seguridad, un visado virtual exigible ciones que la biología, la geología y la
tenemos pruebas de la existencia de a todo extraterrestre que se acercara. paleontología han puesto a nuestro
otros planetas habitados (aunque los No conocemos otra manera de decir- alcance, sabemos que todos los seres
astrónomos los están buscando), por le al otro: «Este es mi territorio. Yo ya vivos descendemos de un ancestro
lo que cuando miramos con la barbi- estaba aquí cuando tú viniste».
común hace unos dos mil millones
lla elevada al rmamento estrellado Eso ya lo hemos hecho en La de años: la célula eucariota. Y que
aún sentimos el orgullo del ávido Tierra desde hace siglos —dirá
a partir de esa raíz original fue cre-
explorador que especula con que más de un lector—. Y lo seguimos ciendo un árbol de cuya inmensidad
todo ese espacio exterior nos perte- haciendo o intentando hacer hoy de ramas, se han ido bifurcando las
nece, como nca virgen que ningún día —añadiría yo—, presos no sé
distintas especies y sus variedades
registro de la propiedad ha relaciona- si de un síndrome identitario com- (tanto las desaparecidas como las
do todavía.
partimental. Sin embargo, no es de que permanecen en la actualidad).
Pero si al nal resultara que las fronteras del estado-nación de No somos una especie antigua,
husmeando por el cosmos encon- lo que deseo tratar aquí, sino de esa desde luego. Los seres humanos
tráramos –o nos encontraran– otros otra frontera más sutil, invisible, no pertenecemos a la evolución de los
seres parecidamente inteligentes, escrita, pero tremendamente opera- vertebrados mamíferos placentarios.
¿quién duda de que lo primero que tiva que viene separando al animal Nos insertamos, por abreviar, en los
haríamos sería trazar en la cartogra- humano del resto de los animales. primates que aparecieron hace cua-
fía celeste unas fronteras que —por ¿También los animales huéspedes renta millones de años. Fuimos parte
lógica y tal y como dependemos del de este mismo planeta son ‘los de los grandes simios y terminamos
sol— abarcarían como mínimo todo otros’? ¿O acaso no los tratamos de separarnos de los chimpancés y
nuestro sistema solar y tal vez unas
como tales?
los bonobos hace seis o siete millones
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