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tradicional por otras realidades de la libertad religiosa. «Je considère tante de la sociedad aragonesa.
seculares (nacionalismo, ideologías que la laïcité n’a certainement pas pour Sin duda alguna el primer paso
políticas, deportes de masas, etc.)
fonction de nier le spirituel au nom du que hay que dar para construir
que van cumpliendo determinadas temporel, ni de déraciner de nos sociétés una democracia avanzada es el
funciones tradicionalmente adscri- la part sacrée qui nourrit tant de nos reconocimiento de la diversidad
tas a las religiones establecidas al
concitoyens ». El modelo histórico
socioreligiosa existente en nuestro
uso. Dichas funciones referencian de Cristiandad, afortunadamente, país, y la legitimidad de sus expre-
el sentido y la orientación vital, la ha sido superado para dar paso a
siones. En este sentido, Urquijo y
percepción de la realidad, la jerar-
un reconocimiento recíproco de los Buezas en su obra El hecho religioso
quía de valores, entre otras).
espacios seculares y religiosos. Cier- en España. Del Nacionalcatolicismo
tamente, tanto la institucionalidad al pluralismo religioso, nos propor-
Laicidad versus Laicismo. (El política como la institucionalidad
cionan la perspectiva adecuada
caso francés)
eclesial pertenecen a dos ámbitos para la aceptación inteligente, o al
Si bien la noción de laicismo de representación diferentes; pero, menos respetuosa, de la existencia
conlleva la coninación de la esfera y conviene tenerlo presente, con
del fenómeno religioso desde su
religiosa al ámbito de la privacidad. distintos niveles de obligatoriedad y complejidad y pluriformidad. En
Lo que denota una desconianza a“lcance para los ciudadanos.
deinitiva, se impone la necesidad
hacia el hecho religioso y sus expre- de establecer un debate sosegado
siones rituales, discursivas o mora- y respetuoso entre el mundo de la “
Necesidad de la gestión
les de las tradiciones religiosas. En cultura y de las creencias religiosas.
cambio, el discurso de la laicidad
religiosa desde la pluralidad Demasiado tiempo se ha vivido de
es más bien inclusivo, tolerante y en el marco democrático
espaldas el uno del otro, sea por
respetuoso dentro de una interac- prejuicios, desconocimiento o por
ción normalizada entre religión y mantenimiento de visiones estereo-
sociedad. Respetando, por supues- Gestión de la diversidad tipadas. Las cuestiones suscitadas
to, el ejercicio competencial autó- socioreligiosa y pluralidad en son amplias y de diverso calado en
nomo de cada una de las esferas. España
la gestión pública del hecho religio-
Desde esta perspectiva epistémica, En ocasiones se tiende a iden- so, desde la presencia de símbolos
podríamos hablar de una “secula- tiicar, de modo equivocado, fe y y expresiones religiosas en espacios
ridad amable” y de una “sacralidad religiosidad. Circunstancia que públicos, tratamiento en los medios
respetuosa” con el ordenamiento desconoce la complejidad de las de comunicación, derecho de los
político y social democrático. Para- epifanías religiosas en su carácter padres a la educación religiosa, re-
dójicamente, viene desde Francia, de referencia trascendente y de conocimiento jurídico en igualdad
país tradicionalmente asociado con expresividad inmanente. Desde un de condiciones de todas las confe-
el laicismo histórico, una propues- enfoque de proximidad, vamos a siones religiosas, etc. De ahí la inex-
ta sumamente interesante para el referirnos a la celebración de las cusable necesidad de recrear entre
tema que nos ocupa. Nos referimos iestas del Pilar. Sabemos de perso- todos los actores sociales un nuevo
al discurso que el presidente Ma- nas, muchas de ellas, que viven de marco de comprensión y de respeto
cron dirigió a la Conferencia de los forma muy intensa y emocional los mutuo, dentro de un reconocimien-
Obispos franceses el pasado 9 de diversos ritos que signiican la tra- to explícito de la legitimidad de las
abril. Va pergeñando un mensaje dición religiosa pilarista (ofrenda visiones vitales asociadas tanto al
donde se destaca la urgencia por de lores y frutos, procesiones, misa campo de la creencia como de la in-
crear unas nuevas bases para el diá- de infanticos y otras celebraciones creencia. Los marcos democráticos,
logo y la cooperación entre el Esta- pilaristas) sin que esto represente como el nuestro, permiten y facili-
do y la Iglesia, aplicado a todas las de forma necesaria un testimonio tan la necesaria coexistencia entre
confesiones religiosas. Este cruza- personal de fe, o un compromiso las diversas tradiciones de pensa-
miento de miradas, tanto de los que coherente de práctica religiosa. ¿Es miento, ilosóicas, políticas y, por
creen como de los que no creen, es incongruente? Sí. ¿Es irracional? supuesto, religiosas. Es un juego
un aldabonazo para caminar juntos No, porque lo que viene a poner en democrático win-win. Todos gana-
desde el respeto a la diferencia. El valor es la representación de una mos en la construcción cotidiana de
núcleo duro de su discurso aborda identidad colectiva. ¿Es prescindi- una democracia de los ciudadanos
la cuestión clave de la laicidad en
ble? Entendemos que no, porque
desde la pluralidad, la diversidad y
la Francia actual, desde una nueva es una parte consustancial de los el respeto.
perspectiva comprensiva de la le- relatos de memoria y de recreación
gitimidad política y la legitimidad
simbólica para una parte impor-
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